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Homofobia, bifobia y transfobia, la importancia de entender estos términos

Homofobia, bifobia y transfobia
En mayo se celebra el Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia, fecha en la que la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades psiquiátricas.

Por: Héctor Duvan Mancipe
Gestor de Comunicaciones – Universidad del Rosario
 
“En 1952 la homosexualidad fue incluida en la primera edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), en donde se definía como un trastorno, más específicamente, una “perturbación psicopática de la personalidad”. Esta definición fue realizada sin estudios ni evidencia científica, pensando que esta “alteración de la conducta” se podía manejar con diferentes terapias y tratamientos, lo cual se determinó que no era posible a partir de una completa revisión científica sobre el tema”, detalla Sandy Pérez, médico psiquiatra de la Universidad del Rosario.

En 1973 la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) decidió eliminar la homosexualidad del DSM, invitando a rechazar toda legislación discriminatoria. Hasta el 17 de mayo de 1990, la OMS la retiró de su lista de enfermedades mentales. Por lo que, esta fecha, tiene como objetivo concientizar sobre los derechos de las personas LGBTIQ+ y fomentar la igualdad de derechos para todos.

Es importante recordar que la discriminación, basada en la orientación sexual, de identidad y de género, está prohibida por ley en muchos lugares del mundo. Sin embargo, las leyes no son suficientes para garantizar la igualdad real, también se necesitan cambios culturales y sociales para combatir el prejuicio y la discriminación.

Entender y conocer el trasfondo de lo que representan estos conceptos: homofobia, bifobia y transfobia, es pertinente porque “las violencias deben ser visibilizadas para que la sociedad, el estado y las instituciones implementen medidas para intervenirlas. Una parte fundamental de este proceso es el nombramiento de las violencias contra personas LGBTIQ+, que permiten reconocer dichas violencias como un problema social que sojuzga y excluye a quienes tienen orientaciones sexuales e identidades de género distintas. Además, porque tienen impactos negativos en el reconocimiento de sus derechos, de su vida y su salud mental”, adiciona Flora Rodríguez, coordinadora del Centro de Diversidad, Equidad e Inclusión de la Universidad.

También, puntualiza que solo si se nombran y se comprenden las prácticas que hacen daño a la comunidad LGBTIQ+ podrán ser transformadas. 

Describamos cada término:

Homofobia: Es un término genérico que refiere a prácticas, actitudes y comportamientos que reafirman el lugar de subordinación de personas que se identifican así mismas o que son identificadas por otras como homosexuales y que opera a través de distintas formas de violencia como la física, la simbólica y la verbal, entre otras.

Bifobia: Este término refiere a las personas que generan discriminación directa a personas que se consideran así mismas como bisexuales. Sus actitudes principalmente son de rechazo, odio, ofensas e insultos. También, quienes se consideran bifóbicos, buscan defender su postura asegurando que la bisexualidad no existe.

Transfobia: Es una forma de atacar a las personas trans utilizando estereotipos negativos, deshumanizarlas, compararlas con animales o con peligros para la infancia o la sociedad en general sólo por el hecho de ser trans, es una práctica transfóbica, porque retrata a dichas personas e incita a que sean tratadas como seres que no deben existir.

En resumen, el Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia nos recuerda que todavía queda mucho por hacer para lograr una sociedad más justa e igualitaria. El trabajo en conjunto, la empatía y la concienciación serán importantes para garantizar que todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, tengan los mismos derechos y oportunidades que cualquier persona.