Un juego de Monopoly sirvió de escenario para que los jóvenes plantearan sus inquietudes a varios candidatos al Senado de los partidos Centro Democrático, Alianza Verde, Cambio Radical, Pacto Histórico, Nuevo Liberalismo y Movimiento Estamos Listas, en un evento realizado en la Universidad del Rosario.
El encuentro “Los jóvenes preguntan, diálogos con los candidatos al Congreso”, fue organizado por los Consejos Estudiantiles de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos y de la Facultad de Jurisprudencia, junto con el Centro de Diálogo de la Universidad del Rosario y con el apoyo de El Tiempo Casa Editorial y la fundación alemana Konrad Adenauer.
El juego de Angélica Lozano, Liza García y David Luna
En la primera sesión del juego participaron Angélica Lozano, del partido Alianza Verde, Liza García, del Movimiento Estamos Listas y David Luna, de Cambio Radical.
La primera en lanzar el dado e iniciar el juego fue Liza García, candidata al Senado por el movimiento político de mujeres Estamos Listas. García se refirió a la sentencia del aborto y celebró la sentencia 055 de la Corte Constitucional. “Trabajaremos desde el Congreso para avanzar en la reglamentación y la ley integral por el aborto legal, seguro y gratuito, así como el abordaje de una educación sexual integral".
Indicó que el movimiento Estamos Listas es un regalo para este país, es un escenario en el que se concreta el sueño de una ampliación democrática real para la participación en política de mujeres con vocación de poder. “Nuestro horizonte es el municipalismo feminista y los 550.000 votos que necesitamos son la posibilidad de materializar el primer partido político feminista de mujeres en el país y avanzar hacia el tiempo de las mayorías sociales".
La segunda en participar en el juego de Monopoly fue la candidata al Senado Angélica Lozano, del partido Alianza Verde. En el evento, Lozano se refirió a la responsabilidad de que Colombia le apueste a la sostenibilidad y a la protección de los ecosistemas. Asimismo, destacó su trabajo en materia de derechos de los animales como seres sintientes, al tiempo que resaltó que algunas de sus luchas han sido la creación de herramientas para sancionar a quienes maltratan la fauna silvestre y el proyecto que establece condiciones y requisitos para transporte de fauna silvestre, con el fin de erradicar el sufrimiento extremo producido a los animales rescatados o decomisados.
En el juego de Monopoly, el candidato David Luna, cabeza de lista al Senado por Cambio Radical, hizo un llamado a la importancia sobre las elecciones legislativas. Dijo que el debate presidencial ha absorbido la conversación pública, sin darle espacio a la ciudadanía para entender la relevancia de las decisiones que son competencia del Congreso.
También habló sobre sus propuestas, cuyo eje central es la tecnología. En materia ambiental indicó que, siendo el autor en su momento de la Ley del Diesel, ahora en su regreso al Congreso espera poder radicar una versión 2.0. de dicha ley, que les permita a los colombianos respirar un mejor aire y así reducir las enfermedades respiratorias y mejorar la calidad de vida. A su vez, se comprometió a la no minería en zonas protegidas que defenderá en el Congreso a través del control político.
El juego de Mábel Lara, Paloma Valencia y Gustavo Bolívar
En la segunda sesión del Monopoly, jugaron Mábel Lara, del partido Nuevo Liberalismo, Paloma Valencia, de Centro Democrático y Gustavo Bolívar, de Pacto Histórico.
El juego lo inició Gustavo Bolívar, candidato al Senado por el Pacto Histórico, quien se refirió a la importancia de la protección del medio ambiente y el apoyo a un plan de desarrollo que incluya como ejes la transición energética y productiva, el aprovechamiento de los residuos sólidos y la protección de los ecosistemas, especialmente de las selvas amazónicas y chocoanas.
En el ámbito económico, Bolívar resaltó la urgencia de la recuperación económica sobre la base de una economía sostenible, con la descarbonización como principio de desarrollo; un sistema fiscal eficiente y progresivo, así como iniciativas de solución de la pobreza del país a partir de la promoción del trabajo con enfoque diferencial y la creación de un programa de empleo garantizado.
El segundo turno en el juego fue para Paloma Valencia, senadora por el partido Centro Democrático, quien manifestó su interés por sacar adelante proyectos de infraestructura, como las vías terciarias y la recuperación del ferrocarril que permitan el desarrollo de las regiones. Valencia fue enfática en la necesidad de la reforma a la justicia para combatir la corrupción debido al porcentaje de impunidad que existe hoy en Colombia.
Sobre su desacuerdo con los acuerdos de paz, en especial el de la Habana, dijo que solo ha traído mal ejemplo para el país, impunidad para criminales de lesa humanidad y la idea de que hay violencias que se justifican. En cuanto a su trabajo legislativo destacó la ley de la Panela que permite que los pequeños trapiches produzcan alcoholes y el Invima artesanal para reducir trámites y costos a emprendedores, entre otros resultados
En su participación en el Monopoly electoral, la periodista Mábel Lara, candidata al Senado por el partido Nuevo Liberalismo, habló sobre el pago por sesión a los congresistas y dijo que le parece una propuesta positiva, al tiempo que planteó bajar el salario de los senadores a 25 salarios mínimos legales vigentes. Hoy es de 40 salarios mínimos y frente a la situación fiscal del país es una locura.
Además, la candidata agregó que la renovación del legislativo y los privilegios actuales pasa por rechazar todo lo que no está funcionando bien. Planteó cambiar las formas, como por ejemplo las camionetas blindadas y los esquemas de seguridad que tiene un alto costo para los colombianos. “Lo primero que haremos cuando seamos poder es entregarles a las autoridades los análisis de los esquemas de seguridad. Y quien lo necesite, lo tendrá pago por el Estado”.
En cuanto al receso legislativo, Lara dijo que, aunque entiende que la agenda de los senadores es complicada, la decisión y propuesta de partido es que no trabajen ocho meses sino diez meses, dadas las necesidades que tienen muchos colombianos. “Hay que trabajar más y descansar menos, porque hay muchas tareas pendientes”.
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