19 de abril 2022
Nova et Vetera habló con César Camilo Martínez, profesor de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, y uno de los ganadores del Premio a la Excelencia en Docencia 2021 en la categoría “Profesor Inspirador”. César Camilo comparte los aprendizajes de este camino de más de 10 años, al igual que los desafíos y retos que supone ser “maestro de vida”, como lo destacan sus estudiantes.
Nova et Vetera habló con César Camilo Martínez, profesor de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, y uno de los ganadores del Premio a la Excelencia en Docencia 2021 en la categoría “Profesor Inspirador”. César Camilo comparte los aprendizajes de este camino de más de 10 años, al igual que los desafíos y retos que supone ser “maestro de vida”, como lo destacan sus estudiantes.
Nova et Vetera (N.V): ¿Siempre soñó con ser profesor?
Yo estudié en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario Quinta de Mutis, graduándome como bachiller académico en 1983, y hubo docentes que me cautivaron: el profesor de historia, Misael Rendón, el señor rector monseñor Fabio Suescún Mutis, con sus cátedras de comportamiento y salud, los maestros Xenón Jiménez Parra, de Religión, Velandia, de matemáticas, Galindo, de Biología, Cervantes, de física, entre otros, son iconos en mi vida y dejaron experiencias maravillosas, como la
disciplina, la
perseverancia, el
ánimo de aprender y el
deseo de servir.
Hoy en día soy profesor por ellos y porque, de alguna u otra forma, yo quería devolverle a la sociedad lo que aprendí a través del tiempo. Simplemente quiero formar personas que aporten a su comunidadalgo maravilloso, que sepan
innovar, emprender y conformar progreso, construyendo lazos de
concordia y armonía interpersonal. El profesor siempre será el garante de la paz y del conocimiento, por eso soy docente.
Nova et Vetera (N.V): ¿Qué es lo más retador de ser profesor?
Lo más retador es poder cautivar la emoción, el sentimiento, y hacer florecer la virtud del estudiante. No solamente es transmitir conocimiento, sino inspirar y provocar la
capacidad del asombro, generar la sorpresa, encontrar en el alumno una persona humana con todas las aristas, es decir, una persona que siente, ama, llora, ríe, que tiene un proyecto de vida, que tiene
propósitos. El mayor reto es deslumbrar y motivar a ese ser humano que uno encuentra en el alumno o alumna y hacer que cada día se
enamore de sus sueños y haga realidad
su proyecto de vida.
Nova et Vetera (N.V): ¿Qué es lo más gratificante de ser profesor?
Lo más gratificante es donarse totalmente, porque hay más alegría en
dar que en recibir. La gratificación está en lo que uno como persona realiza por el beneficio del otro, y en poder sonreír a los estudiantes de la Universidad saludándoles cada día, desde el más pequeño hasta el más avanzado que pronto se va a graduar. También son satisfactorias las llamadas telefónicas de exalumnos y exalumnas que hoy en día están triunfando a nivel profesional y que me contactan para reconocer lo que en mis clases interiorizaron, lo que les transmití einspiré y porque ese conocimiento lo hicieron realidad en sus puestos de trabajo, en sus familias, en la sociedad. En resumen, lo más gratificante de ser profesor es contribuir y
ver triunfar a mis estudiantes.
Nova et Vetera (N.V): ¿Qué característica resalta de los profesores Rosaristas?
Un profesor Rosarista es alguien que denota sabiduría y humanidad. Cuando yo ingresé en bachillerato al Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, la
calidez, el rigor y el sentido humano de mis formadores eran la fuerza que me hacía crecer como persona. Eso lo llevo en la sangre a nivel profesional y como profesor lo retransmito e inyecto en el corazón de mis alumnos. Los profesores Rosaristas también se destacan por su dedicación, su nivel de inspiración y capacidad de generar el conocimiento con los estudiantes. Un profesor Rosarista es una persona de gran
calidad humana y con
sentido ético en su actuación profesional como personal.
Nova et Vetera (N.V): ¿Le tomó por sorpresa el reconocimiento que recibió el año pasado en el Premio a la Excelencia en Docencia?
Por amor a la docencia he querido perfeccionar día a día mi labor yhe soñado ser el mejor profesor para mis amados y amadas estudiantes. Creo que, con los elementos, fuerza y
perseverancia con que he venido trabajando, ese sueño se cumplió con el premio recibido. Confieso que me tomó por sorpresa, no lo esperaba y la verdad esto me incentiva a perfeccionarme profesionalmente cada día. Amo la Universidad del Rosario, amo a mis estudiantes y eso ha posibilitado alcanzar ese galardón. Mi sincero deseo es seguir
inspirando, transmitiendo y sembrando importantes valores para dejar una
huella eterna en mis estudiantes. Quiero legar experiencia, conocimiento y pasión académica, donándome sin medida a nuestra Universidad para dejar una impronta palpable en nuestra comunidad.
Nova et Vetera (N.V): ¿Nos podría compartir alguna experiencia, anécdota, agradecimiento a la comunidad Rosarista?
No queda más que agradecer a mi amada Universidad del Rosario. Lo más bonito de este bello Premio a la Excelencia en Docencia es saber que la labor docente tiene un propósito claro y que todo lo que hacemos es para
bien de la sociedad. Con este premio nuestra labor educativa se
dignifica aún más. No olvidemos que los estudiantes siempre estarán pendientes de nosotros los maestros, pues más que docentes
somos administradores de sus sueños.