Guía de servicios

Sociedad

Bogotá debe revisar de manera urgente sus sistemas de transporte público

22 de septiembre 2022
 

Para que el Día sin carro y sin moto tenga amplia aceptación entre la población, la alcaldía debe revisar su transporte público, el cual está saturado y con una carga aún más alta de pasajeros por la restricción del uso vehicular, provoca el colapso del sistema.

 
El Día sin automóvil o Car Free Day surgió como iniciativa mundial para desestimular el uso del carro, debido a su impacto probado en el medio ambiente, y se empezó a admitir en diferentes países alrededor de 1990. En el contexto colombiano, varias ciudades lo han adoptado: Medellín, Cali, Bucaramanga y Bogotá.
 
Con la llegada de la pandemia del Covid-19, esta medida se suspendió para poder afrontar la crisis sanitaria en el país. La Alcaldía de Bogotá ha decidido implementarlo otra vez este año, con lo cual han surgido posiciones a favor y en contra de la medida. 
 
Para Raul Marino Zamudio, profesor del programa Gestión y Desarrollo Urbanos de la Universidad del Rosario, explicó que “para que esta estrategia pueda tener una amplia aceptación se deben revisar de manera urgente los sistemas de transporte público de la capital, los cuales de por sí ya están saturados, y si a eso le sumamos una carga aún más alta de pasajeros por la restricción del uso vehicular, lo que provocamos es un colapso del sistema y afectaciones sociales y económicas de la medida en la población de la ciudad”. 
 
“Si miramos el modo de transporte de Bogotá, según la encuesta de Movilidad de Bogotá Como Vamos 2021, el 49,5% de la población de la ciudad se mueve con el sistema de transporte público de Transmilenio y SITP.  Esta cifra a pesar de parecer reducida, es de hecho una cifra alentadora, ya que casi la mitad de la población ya se está movilizando en transporte público: unos por decisión y otros por resignación, al no existir otra manera de recorrer las grandes distancias en los centros de trabajo y las zonas residenciales en Bogotá”, dijo.
 
Es también de vital importancia que esta campaña sirva para evaluar el incremento de la movilización en bicicleta y a pie de la ciudad, las cuales son del 12% y del 18%, respectivamente, y proveer mejor infraestructura de transporte activo, con mejores conexiones entre los elementos que conforman el sistema para promover que las personas puedan conmutar, es decir, pasar de un tipo de transporte a otro de manera fácil y segura, explicó. Pros y contras de los días sin carro
 
Según la investigación liderada por Bonilla y Carriazo (2022) de la Universidad del Rosario, la medida del día sin carro sirve para mejorar la velocidad promedio (20%), especialmente en los corredores que no tienen Transmilenio, pero no tiene mucho impacto en la reducción del material particulado en la ciudad, el cual no mostró mayor reducción durante los días sin carro (solo 2%).  Sin embargo, el beneficio para la ciudad no solo se traduce en calidad del aire, sino en el cambio de pensamiento respecto a las decisiones que tomamos de movilidad, las cuales afectan la calidad de vida de la comunidad en general.
 
Para el profesor Raul Marino, también se debe considerar cómo funciona el transporte público y con qué fuentes de energía, ya que en la actualidad el sistema de Transmilenio y SITP funciona en gran porcentaje con combustibles fósiles (gasolina y gas), lo cual aumenta el nivel de contaminación urbana. Es necesario pasar a sistemas de transporte urbano alimentados con energía eléctrica para que, en el día sin carro y en general los demás días del año, los bogotanos no tengan que seguir siendo envenenados diariamente con las emisiones del sistema de transporte público. 
 
“En este sentido, las alcaldías de Bogotá han dejado pasar oportunidades para hacer una transición más rápida hacia una flota eléctrica de transporte público y sistemas de metro y de tranvías, argumentado que este sistema no funciona en la capital, cuando sí funciona en varias ciudades del mundo con condiciones similares, y solo un pequeño porcentaje de la flota de transporte publico SITP se mueve con energía eléctrica hasta el momento”, afirmó el profesor del programa Gestión y Desarrollo Urbanos de la Universidad del Rosario. 
 
Impacto de la estrategia
 
En varias ciudades del mundo esta medida se aplica en dos o más días del año, logrando reducir de manera importante el uso del automóvil privado en la ciudad. En el caso de Bogotá, para que la medida pueda ser escalada a mas días, es necesario que se adopten estrategias más efectivas de promoción del transporte activo, junto con el refuerzo de la seguridad para peatones y ciclistas, el cual es uno de los factores que en el caso de Bogotá reduce la población que opta por estos medios de transporte, dijo el experto.
 
Según los reportes de los anteriores días sin carro se ha mostrado una disminución del comercio de bienes y servicios durante el día sin carro, lo cual ha generado rechazo por partes del sector comercial por la afectación a sus negocios. Este rechazo se debe también a que un gran porcentaje de la población decide quedarse en sus casas porque hay día sin carro y dejan de ir a trabajar, estudiar, comprar o hacer sus actividades diarias, lo cual no es el espíritu de la medida. 
 
Para lograr un mejor nivel de actividad durante estos días, se debe promover desde la alcaldía y los gremios de comerciantes estrategias para estimular que las personas salgan el día sin carro y hagan sus actividades cotidianas, como campañas comerciales de promoción, por ejemplo en otras ciudades algunas tiendas ofrecen descuentos o artículos gratis si las personas llegan en bicicleta, y oferta de programas de bicicletas públicas a mayor escala en asociaciones público-privadas, dijo Raul Marino. Estrategia mundial del Car Free Day
 
La fecha del día sin carro en Bogotá se adoptó siguiendo la estrategia mundial del Car Free Day, cuya fecha es el 22 de septiembre. Otras ciudades han decido implementar esta medida en fechas distintas por motivos administrativos o comerciales. Sin embargo, el hecho de que varias ciudades adopten el mismo día para implementar la medida no traería por sí mismo una mejora de la calidad del aire local o nacional, ya que según los estudios el porcentaje de reducción de emisión de gases al implementar la medida es bajo.
 
“Lo importante de tener una fecha común es que esta medida pueda llevar a reflexiones y acciones como país acerca de la necesidad de mejorar nuestros sistemas espacio público con diseño urbano inclusivo para favorecer la caminabilidad y de transporte público para estimular el transporte activo (peatonal y bicicleta), el cual no solo no contamina, sino que trae grandes beneficios a la salud pública de las ciudades, al reducir las enfermedades relacionadas con el sedentarismo como lo son la hipertensión, la diabetes y los problemas cardiacos”, concluyó el profesor del programa Gestión y Desarrollo Urbanos de la Universidad del Rosario.