Camilo Torres, de paso por el Rosario
Algo se dijo del genio y figura de Camilo Torres. Pues bien, repasando los libros de matrículas, lo hemos topado en sus tiempos de colegio.
No le iba muy bien en... Religión.
Acudiendo a las memorias de su madre, sabemos que su educación principió en Europa, dirigida por una institutriz que le contrató su padre. Vuelto al país, ingresó en el Colegio Alemán, de ocho años. No por mucho, pues la Segunda Guerra Mundial acarreó el cierre de la institución.
El bachillerato lo inició en la Quinta de Mutis. De nuevo se detendrán sus estudios, ya no por causas bélicas, sino por las inclinaciones polémicas del muchacho, dadas a luz en su periódico El Puma, “Diario semanal, aparece cada mes”. Que seguro caía muy bien en tiempos tan leopardos...
En 1944, pues, nos lo topamos en el Liceo de Cervantes, repitiendo el cuarto año. Se ocupó mucho en los estudios, pero allí también dio en criticar (Ahora, con Luis Villar) a sus profesores, partidarios del falangismo y del corporativismo de Oliveira Salazar. En la plantilla también estaba Manuel Mosquera Garcés, miembro de un grupo de laicos que editaba la revista Testimonio (1947-57), "una voz de simples católicos". Se decían voceros de la Acción católica y es de creer que dicho grupo y su órgano encarrilaron al joven Camilo en la vía religiosa. Bueno, eso y los retiros espirituales que, en el Cervantes, antecedían a la graduación de bachilleres.
Con ello cerramos la etapa escolar de Camilo Torres, pues 1947 significa el principio de su carrera profesional en la Universidad Nacional.
Camilo Torres Restrepo junto a su madre, Isabel Restrepo. Foto: El Espectador.
En los libros de matrícula consta su paso por el Rosario entre los años 1903-5, como convictor y externo.
Fuentes: Para los primeros años, Germán Guzmán C. (1971). El padre Camilo Torres Restrepo. Siglo XXI Editores, en línea. Para la época del Cervantes, Orlando Villanueva. (1995). Camilo: acción y utopía. Universidad Nacional de Colombia, en línea.