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Iconografía de santo Domingo

portada

Siendo fray Cristóbal de Torres religioso de la Orden de Predicadores y destinando su instituto a la propagación de la doctrina de santo Tomás, es apenas natural que en la librería de su Colegio abunden las obras y la iconografía del Doctor Angélico. Ahora bien, si Tomás de Aquino es el maestro de la Orden, tampoco podía faltar la representación del fundador, santo Domingo de Guzmán.

Santo Domingo en el Archivo.

 

 

Commentaria in Evangelium Divi Matthaei etc. (fray Alfonso de Avendaño; Madrid, 1593; E05N054), trae a santo Domingo con la cruz de patriarca (como fundador de su orden); en la otra mano, la azucena, símbolo de pureza, y la regla de su comunidad; el consabido perro, sin antorcha. A su izquierda, un edificio señalado con la Cruz de Calatrava, en alusión a su comunidad o a la Iglesia en general.
 

Summarium Constitutionum etc., un compendio de las normas que rigen la vida de los religiosos dominicanos (fray Pedro Mártir Festa; Cremona, 1613; E19N040). En la portada hay un medallón que representa a la Virgen con el Niño; luego, un grabado de santo Domingo predicando ante el papa y el emperador. El texto reproduce unas palabras del santo a sus frailes, exhortándolos a observar la regla que les deja: "Os dejo todo esto como a hijos a título de herencia: la Caridad, la Humildad y la Pobreza de espíritu. Ellas sean vuestro tesoro y vuestra riqueza".

 

E04N055.

Un buen grabado, algo deteriorado, ofrecen los Cursus theologici etc. (fray Juan de Santo Tomás; Madrid, 1645; E04N055). La iconografía de santo Domingo presenta la novedad de que el perro ya no es incendiario, sino que atrapa otra bestia. Respecto de santo Tomás, se enfatizan sus prolijas obras que sustentan la Iglesia. Bajo ellos, con el atributo de simple escritor, figura el propio autor, “de edad de menos de 55 años”.

 

E05N061.

 

El grabado más elaborado de la serie, en De Incarnatione (fray Juan de Santo Tomás; Madrid, 1656; E05N061): figuran santo Domingo con los consabidos azucena, regla y perro que incendia el mundo; abajo, el escudo de su orden. Al lado contrario, san Pedro Nolasco, fundador de la Orden de la Merced, con su respectivo escudo. Sobre ellos, santo Tomás de Aquino y sus atributos: el sol en el pecho, el Espíritu Santo y sus escritos.

 

 

Un grabado de gran tamaño, pero de ejecución rústica, compendia los elementos de la iconografía dominicana, en torno a la Cruz de Calatrava (fray Pedro de Godoy, Disputationes theologicae etc.; Burgo de Osma, 1656; E04N074). Elementos que empleó el escultor Dionisio Renart para el escudo del pedestal de la estatua de fray Cristóbal de Torres.

 

E15N029.

 

En Summa philosophica etc. (fray Salvador María Roselli; Madrid, 1788; E15N029) vemos el compendio de la iconografía dominicana: la Cruz de Calatrava, la estrella, el perro con la antorcha, el rosario[1] (jardín o corona de rosas) y el símbolo de la ciencia.

 

El cuento del perro.

E05N061.

 

Juana de Aza, cuando estaba encinta, soñaba que de su vientre salía un perrito con una antorcha en el hocico. Se fue entonces de peregrina a un monasterio benedictino a pedir la intercesión de santo Domingo de Silos, a ver si entendía qué era aquello. Supo así que su hijo vendría “a encender el fuego de Jesucristo en el mundo por medio de la predicación”[2]. Y supo cómo debía ponerle a la criatura...

 

[1] “Conjunto de oraciones dedicado a la Virgen, donde se le compara muchas veces con una rosa”. Joan Corominas, Diccionario, s. v.

[2] Iconografía de santo Domingo, el perro.