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Andrés Marcelino Pérez de Valencia, de la teología a la arquitectura

portada
Andrés Pérez de Arroyo, de la isla de Santo Domingo[1], y Francisca Valencia y Pontón, de Popayán, enviaron sus hijos al Colegio del Rosario. Los cinco colegiales fueron: Andrés Marcelino, en 1784; Santiago, en 1794 (bachiller, licenciado y doctor en Derecho canónico, consiliario y vicerrector); José Antonio, en 1798 (bachiller, licenciado y doctor en Derecho canónico); Mariano, en 1799 (bachiller, licenciado y doctor en Derecho canónico; doctor en Teología); y Manuel María, en 1800 (bachiller, licenciado y doctor en Derecho canónico).
 

Retrato del personaje, en la colección del Museo.

 

 

Andrés Marcelino Pérez de Valencia[2] (1764-1833) inició su carrera académica en el Real Seminario de San Francisco de Asís, donde obtuvo la beca entre 1778 y 84[3] “donde estudiò latinidad, y retorica, cursò la Filosofia, y parte de los derechos civil, y canonico” [Méritos 1798-1801 f.41r]. Ingresó al Colegio del Rosario en 1784, como colegial de Derecho civil y luego estudió Teología. En 1785 defendió, bajo la dirección del Dr. Ignacio Moya, conclusiones sobre tres libros de Melchor Cano (AHUR caja 125 f.24r). En 1787, fue elegido vicerrector.

 

En Cartagena, se ordenó y obtuvo los títulos de consultor y de comisario del Santo Oficio [Méritos 1798-1801 f.41v]. En Popayán, ganó el empleo de examinador sinodal; fue catedrático de Instituciones del derecho y de Teología dogmática.
Por comisión del Cabildo y del obispo de Popayán, quedó encargado de la reconstrucción de la Catedral. Por ello, remitió dos oficios pidiendo dinero para la obra, el 26 de marzo y el 30 de abril de 1808[4].
 

Detalle de los libros de Pérez de Valencia.

 

Actuación política.

 

Nuestro personaje participó en los hechos políticos de su natal Popayán, en 1810, de lo cual se le siguió causa. En su declaración, afirma que “entonces y en todas circunstancias ha procurado q.e se conserve la integridad nacional y la obediencia al Rey” [Causa [5]f.67r]. Cuando el gobernador Miguel Tacón convocó a cabildo abierto, con motivo de los hechos del 20 de julio en Santafé, el maestrescuela Pérez de Arroyo “con otros opinó q.e no se hiciese novedad alguna y se dexasen las cosas en su estado presente hasta ver lo q.e daba el tiempo” [ff.67r-v]. Con todo, se aprobó la formación de una Junta y el maestrescuela sacó unos votos en la elección de vocales. Hecho que protestó, porque “su ministerio no le permitia distraerse á negocios publicos”. Cuando se le llamó para que se posesionara como miembro de la Junta de Seguridad, se resistió hasta que el gobernador Tacón “le persuadio la necesidad de hacer un servicio conque podria conciliarse el buen orden y la tranquilidad en obsequio del Rey y de la Nacion” [f.67v]. El argumento del maestrescuela es que su participación en el cabildo no ha “tenido concequencia ni influxo alguno en todos los acontecimientos posteriores” [f.71r]. En fin, que el gobernador y el Cabildo reasumieron la autoridad; que “las Ciudades del Norte de la Provincia se alarmaron mas y mas: Santafe envio auxilios y tropas: Popayan tuvo q.e armarse”. Luego de cinco meses, “sucedio la desgraciada derrota de nuestras armas en Palacé el veinte y ocho de Marzo de mil ochocientos once que motibo la retirada del Señor Tacon a Pasto, y la ocupacion de esta ciudad p.r Baraya” [ff.71r-v]. Reconoce “que solo trato en su voto de que se supliese la autoridad del Virrey, lo que es coza bien pequeña” [f.72r]; y que, en todo caso, actuaban con aprobación del Consejo de Regencia, que ya había autorizado la Junta de Quito [f.71v]. Que dicha suplencia significaba que “quiso se desconociese la nueva Junta de Santafé” [f.72v].

 

Manuel Mariano Urrutia, canónigo magistral de la santa Iglesia Catedral de Popayán, testifica en favor de la fidelidad de su maestrescuela, en Quito y seis de noviembre de 1816 [ff.74-75][6].

 

Primer folio de su Información de limpieza.

Su obra.

 

Andrés Marcelino Pérez de Valencia es conocido por sus trabajos arquitectónicos. entre ellos, destaca la iglesia de San Francisco, en Cali; además, varias casas en Popayán. Su biógrafo, Miguel Antonio Arroyo Díez, afirma que el arquitecto formó su gusto en Vitruvio y en Vignola[7].

 

Francisco José de Caldas hizo dibujos para Pérez de Arroyo, de quien aprendió los principios[8]. Lo cual tiene sustento en la correspondencia del Sabio, quien dice conocer de don Marcelino, como lo llama familiarmente, “la extensión y profundidad de sus conocimientos en las ciencias y en las artes”.[9] A lo cual añade:

 

Hace algunos días que he cesado con la botánica para formar los diseños de un retablo mayor que se está construyendo en Santo Domingo, todo bajo la corrección de nuestro don Marcelino, cuyos conocimientos y gusto en esta materia les son a usted bien conocidos. Luego que le hayamos dado la última mano, irá un ejemplar, pues ya sabe usted que yo deliro sobre esto bastante, y hago columnas y cornisas a roso y velloso (Caldas a Santiago Arroyo; Popayán, 20-11-1800).

 

No se sabe qué relación había entre el donante y Pérez de Valencia.

 

[1] Andrés José Pérez de Arroyo nació en Santo Domingo y pasó a Panamá, pero se radicó en Popayán, donde fue alcalde ordinario, entre otros empleos. Casado allí, en 1763, con Francisca Valencia y Sáenz del Pontón, cuya unión dio once hijos (Restrepo y Rivas, Genealogías).
[2] El secretario informante lo llama Marcelino Pérez de Arroyo y Valenci; él mismo firma Andrés Marselino Peres de Valensia; los testigos lo llaman con uno o dos nombres y los apellidos Pérez de Arroyo. Sería recomendable, entonces, usar la forma del propio personaje: Andrés Marcelino Pérez de Valencia. Varios hermanos, entre ellos Santiago, tomaron el apellido Arroyo, de la abuela paterna, y fueron conocidos como los Arroyos (Restrepo y Rivas, Genealogías).
[3] Vistió la beca, desde el cuatro de junio de 1778 hasta el mes de agosto de 1784. Se conocen dos relaciones de méritos del personaje: una de 1788 y otra de 1798-1801. No es claro allí si cursó “parte” o todos los derechos.
[6] A pesar de la mayoría de votos, no se instaló la Junta en Popayán y el gobernador conservó la autoridad. Véase la relación en Martínez y Gutiérrez, Quién es quién en 1810, pp. 357-9.
[7] Citado por Arbeláez y Gil, El arte colonial en Colombia. Bogotá: Sol y Luna, 1968.
[8] Villalobos, J. (2018). Francisco José de Caldas y Thenorio y la arquitectura en la Nueva Granada. Calle 14 Revista de investigación en el campo del arte, 13(24), 344-359. En línea, consultado en 13-2-2020.
[9] Ramírez, S. (2016). Cartas de Francisco José de Caldas a Santiago Arroyo (1795-1803). Escritura epistolar, amistad y ciencia en el Nuevo Reino de Granada de la Ilustración. Tesis de maestría. Bogotá: Universidad Nacional.