Martínez Caso: asma, héctica y certificados médicos del siglo XVIII
Antonio Nicolás Martínez Caso y Murillo (1748-1800) era natural de Nóvita[1] (Chocó), remota población que también le ha dado un presidente a Colombia.
Inició su formación en San Bartolomé, donde alcanzó el grado de bachiller. Eustaquio Galavís, secretario, certifica que “Martínez de Casso no ha sido expulso, ni haver salido por motivo mas que el ser su gusto”. Pero lo más llamativo del documento es esto: el secretario atestigua la salud del alumno, así: “Certifico no haverle conosido ni oydo tener alguna enfermedad contagiosa, como lo comprueba el haver vivido muchos años, en este colegio sin que â otro por dicho don Antonio se le haiga seguido ruina alguna en la salud”. Así lo firmaba en veintidós de agosto de 1767.
Algo debía de murmurarse de la salud del bachiller pues, una semana más tarde, es el Dr. Juan Bautista de Vargas, catedrático de prima de Medicina del Rosario[2], quien extiende el certificado. Los términos son enteramente distintos: desde un inicial “certifico, en la manera, que puedo, y debo”, pasando por un algo técnico y pericial “hé reconosido â don Antonio Caso sobre la enfermedad, que padece, y haviendo echo las observaciones, que corresponden le hallo libre de la hectica[3], que se le imputa; como assi mismo de qualquiera otro accidente contagioso”. Esta constancia parece superflua, habida cuenta de que antes el protomédico Dr. Juan José de Cortés[4] había expresado lo mismo, en veintiuno de agosto[5], añadiendo que lo conocía de años: “Y por haver sido en essos principios llamado para curarlo, reconoci que dicho Cassos[6] adolecia de astma[7] habitual sin complicacion entonces de otra enfermedad”. Por otra parte, “lo he visto vivir y comunicar con otros colegiales sin que haya llegado a mi noticia que alguno de ellos lo hubiera repugnado”. Estos eran pues, los antecedentes médicos del pretendiente a la beca del Rosario.
En la postulación, había declarado que era bachiller en Filosofía de San Bartolomé pero, habiendo cambiado de inclinaciones académicas, siguió los estudios de Derecho canónico, “facultad a que tengo aficion”. Como su hermano don Félix ya tenía “producida y aprobada la yntegra ynformacion”, solicita se le excuse del trámite constitucional, probando solo que es hermano legítimo de “dicho don Felis” y no padecer enfermedad contagiosa.
Lo expuesto les pareció muy legítimo al rector, don Bartolomé Ramírez, los consiliarios y colegiales, quienes recibían la información en veintisiete de agosto. El trámite finaliza con la aprobación, en cuatro de septiembre, y la investidura, el día siguiente. En el Rosario, siguió los estudios que le condujeron al doctorado en Derecho canónico. Ocupó la rectoría por medio año, ejercicio dificultado por esa asma habitual y, al parecer, por su carácter retrógrado.
Nóvita, en la Carta de la parte occidental de la Provincia del Popayán
anexa a la Audiencia de Quito en 1789, por Juan de Velasco. Fuente: Wikipedia.
[1] Fundado en 1709, llegó a ser capital de la Provincia de Chocó. Allí se declaró la Independencia y allí también fue fusilado el patriota Miguel Buch. Fue cuna de Carlos Holguín Mallarino, quien ocupó la presidencia en el periodo 1888-92, en ausencia del titular Rafael Núñez.
[2] Sucesor de Vicente Román Cancino. Aquí, el expediente de oposición a la cátedra.
[3] “Calentura hectica, tabes, y pthisiquèz”, sobre la cual se debatía si era contagiosa o no. “Héctico” es sinónimo de “tísico”.
[4] Médico francés, graduado en Montpellier. Tuvo pleito con Vargas por el protomedicato.
[5] Las certificaciones están foliadas contra la cronología: folio 338, 22 de agosto; folio 339, 21; y folio 340, 28.
[6] Nótese la arbitrariedad ortográfica: en este expediente atestiguamos las formas Casso, Caso y Cassos.
[7] La forma astma es etimológica (latín asthma, del griego ἆσθμα âsthma). Véase el interesante comentario de Francisco Cortés en Dicciomed.