JANUS
Grupo de estudios interdisciplinarios
sobre conflicto y paz
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Ejes de trabajo
Conflictividad armada
Conflictividad armada
Coordinador: Éric Lair
La presente área de investigación propone reflexionar sobre la conflictividad armada contemporánea según una perspectiva amplia. Diferentes temas no excluyentes, propicios al diálogo entre las disciplinas científicas, pueden ser destacados. Desde la segunda mitad del siglo XX, el número de guerras interestatales ha disminuido aunque las confrontaciones en la materia siguen puntualmente significativas. En paralelo, el recrudecimiento de las operaciones unilaterales (in)directas de los Estados fuera de sus territorios (empleo de fuerzas auxiliares, ataques mediante sistemas no tripulados, etc.) ha contribuido a nuevas formas de beligerancia. Asimismo, los Estados no han sido ajenos a los desarrollos de las guerras internas o civiles en múltiples sociedades. Lejos de circunscribirse al ámbito de los Estados, las guerras civiles se han internacionalizado (redes de combatientes, actividades lucrativas, etc.) en interfaz con la globalización. Las guerras civiles han dado pie a prácticas violentas (matanzas, agresiones sexuales, etc.) que se evidencian también en escenarios no necesariamente considerados como guerras: genocidios, revueltas populares, enfrentamientos comunitarios, entre otros aspectos. Por último, la criminalidad organizada y el terrorismo han alcanzado dimensiones (trans)nacionales sin precedentes a lo largo de las últimas décadas, conllevando a violencias masivas (desapariciones forzadas, cuerpos desmembrados, etc.). De allí un panorama complejo que invita a analizar no sólo la naturaleza evolutiva de la guerra sino las características de fenómenos afines o relacionados. El objetivo de esta área de investigación es comprender la conflictividad armada – en particular los imaginarios, las estrategias, el modus operandi, etc. de los combatientes – más allá de la referencia cardinal a las guerras interestatales y civiles.
Educación para la paz
Educación para la paz
Coordinador: Wilson HerreraEl proceso de reconciliación tiene como fin alcanzar una paz duradera, apunta a la construcción de una cultura política y de un régimen político que generen el ambiente propicio para que los ciudadanos a través de las organizaciones políticas y sociales puedan encarar sus desacuerdos sin acudir a la violencia. Así pues la construcción de una política que permita llegar a una paz duradera pasa por asumir el pluralismo como un fin en sí mismo, es decir, como algo constitutivo de nuestra identidad nacional. Aunque se ha vuelto un lugar común, es necesario recalcar que la construcción de una cultura de la paz solo es posible a través de la educación. Es claro que una educación centrada en formar ciudadanos que sean eficientes en sus trabajos y que obedezcan ciegamente las normas y las tradiciones no se corresponde con el ideal de una sociedad pluralista. Una sociedad incluyente demanda ciudadanos solidarios que sean críticos de sí mismos y de las instituciones bajo las que viven. La formación de un ciudadano alerta, que celebra la diversidad y que es sensible a las necesidades de los otros es una condición necesaria, aunque no suficiente, para la construcción de una sociedad radicalmente democrática. Las observaciones anteriores sirven para señalar que una institución educativa como la Universidad del Rosario, tiene la obligación de centrar su modelo educativo en una educación para la paz. En este sentido, una cátedra para la paz no puede ser una mera asignatura, que se incluye en el currículo. Lo que se requiere es de un esfuerzo concertado de todas las unidades académicas y de sus actores, estudiantes, directivos, acudientes y comunidad apunten a generar una atmosfera moral propicia para una formación de ciudadanía que apunte hacia la paz. Este tendría dos objetivos generales, uno relacionado con la formación y el otro con la investigación. En primer lugar, propiciar un espacio de cooperación que permita diseñar y poner en marcha un modelo pedagógico transversal de educación para la paz y para la ciudadanía que conecte las reflexiones que se dan en las distintas asignaturas ofrecidas por las facultades y escuelas con los proyectos de extensión e investigación y las diversas actividades que organiza el medio universitario. Y en segundo lugar, analizar y evaluar los procesos de enseñanza y aprendizaje en lo relacionado con la formación en ciudadanía, derechos humanos, construcción de paz. Diseñar planes, programas y proyectos que aporten a la re-formulación de las relaciones entre los distintos actores que hacen parte de la Universidad y la sociedad en general.
Acción no violenta, resistencias y movimientos sociales
Acción no violenta, resistencias y movimientos sociales
Coordinadora: Angela SantamariaLa acción política no violenta es una fuerza social intensiva en la acción colectiva, debido a la fuerte participación de los participantes. Se caracteriza además por imponer elevados costos al adversario sin recurrir a la violencia física contra los seres humanos o la naturaleza. Entre este tipo de acciones existen modalidades de acción legal y no violenta como los mecanismos de negociación, cabildeo, y redes locales, nacionales o transnacionales. También existen modalidades de no cooperación afectiva, económica, social, y política con los gobernantes. En este caso las movilizaciones o protestas pueden ir desde la objeción de consciencia, la desobediencia civil hasta la resistencia civil. Existen también modalidades de acción no violenta más contundentes como las tendencias anarquistas, los procesos comunitarios étnicos y el feminismo radical. Igualmente, emergen propuestas de economías no violentas como la bioeconomía, la economía ecológica y política y la economía de las donaciones. En este sentido, esta área de trabajo busca reconstruir un vasto grupo de prácticas sociales, culturales, políticas y económicas dando un lugar privilegiado a los actores y sus motivaciones.
Justicia, memoria y verdad
Justicia, memoria y verdad
Coordinadora: Camila de Gamboa
Autores de diversas procedencias, defensores de derechos humanos y grupos de víctimas han mostrado la necesidad de incluir otra arista de la justicia: la justicia como reconocimiento. En el centro de la justicia como reconocimiento, se encuentra una lucha por la verdad; un esfuerzo por esclarecer lo que pasó, por entender lo incomprensible, por no olvidar. Pero, qué es esta verdad y cómo se lidia con ella es una cuestión que requiere un diálogo abierto de la academia y de los diversos actores sociales. La verdad no se reduce a las decisiones judiciales, ni al trabajo de los científicos sociales, al menos no exclusivamente. Los testimonios de las víctimas, nos muestra otra faceta de la verdad que expresa sus experiencias; experiencias que no pueden ser meras evidencias de lo que pasó. En sus testimonios, se encuentra el reclamo por ser aceptadas como sujetos que tienen derecho a contar su historia; a que se reconozcan los daños que han padecido y se garanticen sus derechos tanto como personas como ciudadanos. Por otra parte, se encuentra la exigencia de que los victimarios cuenten lo sucedido, en un país donde, muchos de quienes perpetraron estos crímenes fueron a su vez víctimas. Entonces es central mostrar las tensiones y conjunciones que hay entre distintas formas de verdad: la verdad de los estrados judiciales, de los científicos sociales, de las víctimas, de los victimarios. En estas verdades se juega la manera cómo concebimos lo que fuimos con lo que queremos ser.
Así, conocer el pasado, no es un acto neutral, la memoria está cargada de una intención, y desde ésta perspectiva la selección de los recuerdos acerca del pasado tiene unos intereses respecto de qué transmitir del pasado, cómo y con qué propósitos. No obstante, cuando se piensa en conflictos políticos violentos como el colombiano, los diversos ejercicios de verdad y de memoria que se generan tanto oficiales como no oficiales tienen la pretensión de hacer justicia. Es decir, su objetivo es por un lado, conocer y reconocer en un contexto más general, las razones por las que se produjeron esos daños y los actores e instituciones que estuvieron involucrados en ellos, y por el otro, el de reconocer las narrativas de quienes sufrieron esos daños, realizar las acciones para repararlos, para que los actores involucrados en los daños se responsabilicen por lo ocurrido, y para que se produzcan las reformas institucionales que impidan que en el futuro la violencia y la exclusión social, económica y política se repitan. Los investigadores del eje Justicia, Memoria y Verdad del Grupo Janus desde diversas áreas del conocimiento y desde múltiples perspectivas teóricas abordan proyectos investigativos en los que se pretende entender estos problemas, y dar respuestas a los mismos.
Políticas públicas y organizaciones para la construcción de paz
Políticas públicas y organizaciones para la construcción de paz
Coordinadores: Merlin Grueso y Rubén SánchezEl objetivo general de esta área de estudio es entender el rol y el impacto que tienen las políticas públicas y las organizaciones – internacionales, estatales, no gubernamentales, empresariales, ciudadanas, etc. – sobre la construcción de paz en distintos contextos. En relación con el diseño de políticas públicas, uno de los temas de investigación lo constituye el análisis de la forma en que los mecanismos de justicia que se crean en la transición hacia la paz permiten fortalecer o no el Estado de Derecho. También se busca analizar la incidencia de las políticas públicas en la construcción de paz mediante la atención a víctimas de la violencia, la sostenibilidad de las políticas agrarias y rurales, el crecimiento de la agroindustria y el sector minero energético, entre otros aspectos. Asimismo, se busca identificar el alcance y las debilidades de los planes de desarrollo, y analizar el papel de diversas organizaciones, en la construcción de paz.
Desarme, desmovilización y reintegración de actores armados
Desarme, desmovilización y reintegración de actores armados
Coordinadores: Laura Ordóñez, Juan Esteban Ugarriza y Éric LairLa presente área de investigación buscar explorar los desafíos que los miembros de organizaciones armadas (i)legales enfrentan al abandonar sus estructuras en situaciones de post-conflicto. Dejar las armas constituye apenas un paso hacia el difícil camino de la reintegración. Quienes se desvinculan de las Fuerzas Armadas o grupos violentos al margen de la ley se encuentran ante la perspectiva de (re)insertarse plenamente en una comunidad política y social y un mercado laboral, entre otros aspectos. Adicionalmente, los retos planteados por el post-conflicto se articulan con fenómenos de justicia, memoria y verdad que tienen como horizontes la reconstrucción y la reconciliación de la colectividad. La reintegración a la vida civil o la resocialización de quienes han vivido en dinámicas de violencia tiene efectos no sólo sobre el tiempo presente sino también futuro de los desmovilizados. La construcción de la paz en escenarios post-conflictivos supone, en muchas ocasiones, la desarticulación de organizaciones ilegales y la implementación de reformas dentro de la fuerza pública. La trayectoria de las personas que abandonan, de manera coyuntural o definitiva, estructuras armadas representa una dimensión relativamente poco explorada desde un punto de vista académico. La pluralidad de las experiencias individuales o grupales revela generalmente desfases entre, por un lado, el perfil y las motivaciones de quienes dejan la vía armada, y por otro lado, las capacidades y las expectativas del Estado y el conjunto de la sociedad. Dicho desfase es en particular fuente de desconfianza e insatisfacción entre las Fuerzas Armadas, las organizaciones al margen de la ley y/o las poblaciones. Como consecuencia, no existe una progresión lineal e irrevocable entre las secuencias de desarme, desmovilización y reintegración de los beligerantes. Por el contrario, se han evidenciado múltiples procesos parciales de desarme con desmovilización sin reintegración - o desarme sin desmovilización ni reintegración - por ejemplo. Sobre todo, no hay consenso sobre los criterios que permiten definir y garantizar el éxito o el fracaso de la reintegración de los individuos. En estas circunstancias, los modelos y los programas institucionales de resocialización o restricción de libertad reviste gran importancia. Sus alcances en materia de reintegración dependen de múltiples dimensiones correlacionadas: elementos “micro” (emocionales, psicológicos, etc.) inherentes a la personalidad; consideraciones “meso” entre los desmovilizados y el milieu directo (lazos familiares, inserción profesional, etc.); parámetros “macro” relacionados con el ámbito (inter)nacional (políticas socio-económicas, sistema de justicia transicional, etc.).
Cuestión rural y (post-)conflicto
Cuestión rural y (post-)conflicto
Coordinadora: Juanita VillavecesComo lo ilustra el caso de Colombia, el conflicto agrario ha matizado la tenencia de la tierra, la expansión de la frontera agropecuaria y la producción de bienes destinados a la exportación. La competencia por tierras acondicionadas y aptas para la producción ha conducido a procesos de despojo y destierro de campesinos ocupando tierras baldías en posesión. En Colombia, al igual que en otros contextos, esta situación ha sido amparada indirectamente por la legislación que no ha brindado garantías de tenencia, posesión y propiedad a los campesinos en entornos institucionales débiles. La práctica de despojar y marginar a la población campesina constituye una de las principales características del conflicto armado colombiano. La magnitud de los fenómenos de abandono y despojo de tierras hace que el tema se encuentre también en el núcleo de la discusión sobre el post-conflicto. Varios autores sugieren que, además de los conflictos por la tierra, sobresalen temas relacionados con la desigual distribución, la excesiva concentración y el uso extensivo de la tierra así como la inadecuada inserción a mercados locales de los campesinos. En este sentido, el objetivo de la presente área de investigación es analizar la cuestión rural - bien sean actividades productivas, estructuras de propiedad, procesos de concentración económica y formación de élites rurales - asociada al conflicto y el post-conflicto. En definitiva, se trata de analizar la cuestión rural como matriz del conflicto y elemento fundamental para lograr una paz sostenible.
Traumas de la guerra
Traumas de la guerra
Coordinadoras: Maria Victoria Uribe y Luisa RamírezBajo esta temática serán acogidos proyectos que aborden tanto el trauma propiamente dicho (los efectos singulares que tiene la experiencia traumática en una persona determinada) como la experiencia – o acontecimiento - traumática (la vivencia específica, ej.: el terremoto, la bomba, el abuso sexual). En el primer caso por ejemplo, el stress postraumático que está presente en sobrevivientes de hechos sorpresivos y violentos, característicos de los conflictos armados. El trauma social que afecta a poblaciones tras la exposición a episodios recurrentes de violencia, entre los cuales se pueden mencionar el desplazamiento forzado, la destrucción sistemática de pueblos, los ataques a la infraestructura y a las fuentes de agua, las violaciones tanto en el contexto de la guerra como intrafamiliares. Este tipo de situaciones y experiencias traumáticas conllevan con frecuencia pérdidas (económicas, sociales, familiares, identitarias, etc.) que amenazan la integridad individual, física y psicológica, pero también familiar y colectiva, y demandan de quienes las sufren el despliegue de estrategias para su supervivencia, recuperación y reincorporación a la sociedad. En consecuencia, bajo esta área de investigación se acogen también proyectos que trabajen en el impacto y la recuperación psicológica de todos los actores del conflicto; en estrategias adaptativas y en proyectos que implementen talleres terapéuticos con personas afectadas por la guerra.
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