Varios miembros de la familia Mosquera ocuparon importantes puestos públicos, en la Colombia del siglo XIX y en el exterior. Joaquín Mosquera y Figueroa (1748-1830), funcionario en varias audiencias americanas y regente de España; José María (1752-1829), su hermano, sirvió puestos públicos en Popayán, tanto en la Colonia como en la República. Dos hijos suyos fueron presidentes de la República: Joaquín (1787-1878) y Tomás Cipriano (1798-1878​), militar y presidente de la República; otros dos, gemelos: Manuel María (1800-82), diplomático, y Manuel José (1800-53), arzobispo de Bogotá.
 

De los nombrados, los tres últimos no fueron rosaristas. En 1836, sin embargo, la Consiliatura del Claustro concedió la beca honoraria al arzobispo Mosquera, quien se había posesionado de su diócesis en septiembre de 1835. La iniciativa fue del arzobispo, según consta en un aparte de la carta: la Consiliatura “no solo ha acojido favorablemente mi insinuacion, sino que me ha dispensado de la informacion de estilo”. Luego, propone a las autoridades del Colegio “podria cruzarceme la beca el dia mañana [es decir, 8 de mayo] á las seis de la noche”.

“Cruzar beca”

Esta es una frase corriente, en documentos coloniales y republicanos. El Diccionario de la lengua española, en la quinta acepción de “cruzar”, pone:

Investir a alguien con la cruz y el hábito de una de las cuatro órdenes militares o de otro instituto semejante, con las solemnidades establecidas.

En el cuestionario que respondieron los testigos de Camilo Torres, la novena pregunta decía:

Yten, si juzga el testigo que los mencionados puedan cruzar habitos militares, becas de los colegios mayores de España, armas de la Ynquizicion si lo pretendieran.