Jaime Restrepo Zapata (Bogotá: 1946-2021) se educó con los padres escolapios, a cuya comunidad perteneció largo tiempo. Cursó estudios superiores de Filosofía, Teología y Sagrada Escritura en Colombia, España e Italia. Por su conocimiento de las lenguas clásicas, se vinculó al Archivo Histórico de la Universidad del Rosario, donde colaboró con el estudio y catalogación de su biblioteca antigua. De aquí resultaron publicaciones como La invención de la imprenta y los libros incunables (Editorial Universidad del Rosario, 2014), La biblioteca de fray Cristóbal de Torres. A partir de los libros que conserva la biblioteca antigua del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario (Editorial Universidad del Rosario, 2015) y, junto con Fernando Paláu, Rupturas y transformaciones arquitectónicas en el Colegio Mayor de Nuestra señora del Rosario de Bogotá, siglo XX (Editorial Universidad del Rosario, 2018). En la sede del Archivo Histórico, dio varias conferencias sobre historia del libro y la imprenta, atendiendo siempre las consultas de estudiantes e investigadores.

Jaime Restrepo estableció cuáles son los libros que pertenecieron a

fray Cristóbal de Torres, en la colección del Archivo Histórico.

El último artículo que escribió don Jaime Restrepo fue el obituario del Dr. Luis Enrique Nieto, lo que indica la cercanía de estas dos pérdidas para la Unidad de Patrimonio Cultural e Histórico de la Universidad del Rosario. Allí, describía a su director como maestro, persona que reúne conocimiento académico con sabiduría vital, y cuyo magisterio se extiende más allá de la cátedra. Por varios años, sus compañeros aprendimos de don Jaime diariamente, así como muchos investigadores y estudiantes disfrutaron de las conferencias que daba en el Archivo. La misma calidad de servidor que elogiaba en el Dr. Nieto le corresponde a don Jaime, como aquel que desempeña sus funciones poniendo en ellas un sello personal, un valor adicional. En ellas dejó una estela de humanidad, de saberes humanísticos y de virtudes cristianas. Cerraba don Jaime el obituario del Dr. Nieto afirmando que fue hombre de su tiempo, ejemplo del justo medio. Añadiríamos que ambos, prescindiendo de la variable tiempo, fueron hombres buenos, concepto de pronto menos sonoro y modesto pero que envuelve todo lo que puede pretenderse en la vida: lo que vale la pena de vivirla.

Además de autor de libros, también se le recuerda como gran

expositor magistral. Aquí, en el Archivo Histórico.