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A Neruda lo que es de Neruda y a Urbina lo que es de Urbina

Carlos Arturo Gómez Pavajeau

pablo-neruda

Las acusaciones veladas o manifiestas de plagio son un arma descalificadora sobre el intelecto y la creatividad del otro fundadas en  eslóganes, que parten de verdades a medias que son las peores mentiras y de la instrumentalización del espectador a quien se utiliza a partir de la emoción, forma de ataque que debe ser erradicada del mundo de la seriedad y la decencia, pues disocian razón y emociones, de tal forma que al otro lo juzgamos como medio o cuasi humano, disparatando de tal forma su esencia que se constituye sin duda alguna en la peor afrenta a la dignidad del ser humano[1].
 
Se parte de la sutileza para dar por hecho algo que es meramente aparente, se generaliza a partir del uno para deducir el todo, se pierde el contexto y se apuran las conclusiones, de tal manera que incidiendo sobre la emoción se pretende obtener la razón (Damasio 2013, 2014 y 2018).
 
Veamos el pseudo análisis comparativo:
 
LA REINA
Autor: Pablo Neruda

Yo te he nombrado reina.
Hay más altas que tú, más altas.
Hay más puras que tú, más puras.
Hay más bellas que tú, hay más bellas.
Pero tú eres la reina.

Cuando vas por las calles
nadie te reconoce.


Nadie ve tu corona de cristal, nadie mira
la alfombra de oro rojo
que pisas donde pasas,
la alfombra que no existe.
 
TÚ ERES LA REINA
Autor: Hernán Urbina Joiro

Pueden haber más bellas que tú
habrá otras con más poder que tú
pueden existir en este mundo pero eres la reina.

Las hay con coronas de cristal
y tienen todas las perlas del mar
tal vez pero en mi corazón tú eres la reina.

Pueden haber más nobles que tú
habrá otra con más honor que tú
pueden existir en esta vida, pero eres la reina.

y aunque en tu castillo nada tengas, tú eres la reina.

Una reina sin tesoros, ni tierras
(…)
 
La neurociencia moderna entiende, de manera correcta a través del método científico, que se equivocaron aquellos que quisieron dejar atrás las emociones para asentarse en la razón, pero también aquellos que reclamaban las emociones como señoras de la razón cuando, lo cierto resulta ser, que somos una confluencia de una y otra (Bargh, 218a y 2018b).
 
El argumento soportado en la emoción y encabritado en el eslogan es una disputa irracional, toda vez que prescinde del objeto de la discusión para soterradamente conducirla desviadamente hacia el contrincante, falacia conocida como el argumento ad hominen.
 
Es un arma descalificadora que crea ruido pero no ciencia, con lo cual se pretende hacerse visible montándose en el contrincante, pues evidentemente no se tiene peso específico para soportarse a sí mismo, lo que sin duda es uno de los males más perjudiciales que cunden en nuestra cultura, sobre todo cuando se auxilia de un personaje sobresaliente para disminuir al que despunta por sus propios méritos, lo que se conoce como la falacia lógica del argumento de autoridad.
 
Se utiliza una lógica enrevesada, comparando símbolos a partir de la mera percepción desprovista de sentido, buscando parecidos o coincidencias para descalificar al otro, mirando la palabra pero no comprendiéndola, percibiendo las vocales y las consonantes al margen de los significantes, con lo cual se pretende mostrarse como razonable a partir del análisis del continente que deja al margen el contenido.
 
Es lo que sucede a propósito de la hermosísima canción “Tú eres la reina” de nuestro Nacho Urbina[2], de quien se quiere decir de manera soterrada que plagió un verso del gran e inigualable Pablo Neruda, desconociendo que no son las palabras y ni siquiera las frases aisladas las que otorgan el significante, pues para el mismo juegan la posición que ocupan en el verso, el énfasis en su pronunciación, la distribución de las frases, la ubicación de los puntos y comas, los personajes que intervienen en la narrativa, la cultura en que se desarrolla la historia y sobre todo si la poesía es recitada o cantada, cuyo valor agregado como es la melodía comporta una doble sublimación de las emociones, pues a la primera, constituida por la poesía, se le suma exponencialmente la musicalidad, de manera que los sentimientos ya racionalizados se elevan de tal forma que se sobrepasan las emociones primarias para asentarse en las secundarias y hasta terciarias, cuando la misma muchas veces parece independizarse, de tal manera que se escucha independientemente del idioma.

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Las emociones humanas sufren una sublimación al encarnarse en la poesía, tal como sucede con el apego convertido en amor, al cual se le canta en la historia de la civilización, de tal manera que la mujer amada se sublima en la figura de una reina, que de antiguo significaba todo, pero que hoy lo tiene todo sin tener nada. Todas las culturas tienen dicha idea, la expresan en igual o similares formas, con mayores o menores adornos y hasta con la misma envoltura, pero con diferente contenido, mismo que además trasvasa toda lógica y razón, tal como resulta diferente para quien escucha su himno nacional frente al que no lo es, pues las evocaciones y recuerdos que las emociones traen son tan diferentes como personas hayan vivido los sucesos que se recuerdan.
 
La explicación de la utilización de similares expresiones entre un poeta de la talla de Neruda y un poeta-filósofo como Hernán Urbina no sólo se encuentra en el fenómeno psicológico de la sublimación individual y social, sino particularmente en el inconsciente colectivo, toda vez que expresiones como la mencionada son constitutivas de lo que se ha denominado arquetipos culturales (Jung, 1959).  
 
Nacho fue un poeta precoz, tal vez congénito culturalmente, en términos modernos más precisos, conformado epigenéticamente, cuya formación no sólo ha sido muy sobresaliente, sino que ha escalado posiciones como científico en el campo médico, que aún práctica con gran éxito y altruismo, ganando en trabajo colectivo, también muy precozmente, como lo fue un premio nacional de medicina.    
 
Es un poeta consumado, cuantitativa y cualitativamente, cuya construcción poética de la obra trasciende a la filosofía humanista en tanto las letras que escribe son para oírse[3]. Es un poeta que recita, pero también canta y filosofa.
 
Domina el verso, lo musicaliza con melodías que tientan el alma y desnudan el espíritu, con una elegancia y caballerosidad hoy echada de menos en los cantos que imponen la industria y el comercio, pero también los recita. Canta y recita, sí, vaya paradoja, recita y canta de una manera tan peculiar que parece también haber creado un estilo simbiótico muy propio, por la manera en que el canta-autor da a conocer al pueblo su obra y conversa en parrandas con sus amigos.
 
Centrarse en el análisis deformado del símbolo cuando se aborda la temática de “Tú eres la reina”, extrayendo del contexto las palabras o las frases es un análisis de a medias para abajo, abstrayéndose del significante, con lo cual no se distinguiría por ejemplo, si cuando, vaya impropiedad, al sonorizar la palabra “arrecha” su escucha es una dama santandereana o una dama costeña. Por supuesto, no hay equívocos, viniendo de un caballero que ejerce fielmente su talento, está dando cuenta de la bravía estirpe de las santandereanas si así fuere.
 
Nacho recita y canta, es más, recita cantando. Es un Maestro de las emociones al sublimarlas en versos y al volverlas a sublimar soportándolas en hermosísimas melodías, pasando de tener una audiencia colectiva a transformarla en universal, donde el mito griego de la “proporción aurea” de la matematicidad de las escalas musicales, parece hacerse realidad. Es un científico que, no sólo musicalmente, se unta de pueblo con el ejercicio activo de la medicina. Es un caballero a carta cabal, pues a sus detractores –que  no enemigos, pues esta palabra no se encuentra en su diccionario- les contesta con hermosos, sentidos, humanos y respetuosos versos[4].
 
Es, en esencia y por sí mismo, un humanista que vive la humanidad de manera diferente, pues su lenguaje es la poesía, su defensa la sublimación de la reacción en versos, hoy dando nuevos pasos, al abordar la prosa en recientes libros y con un talante escondido hasta ahora, que se revela en un gran historiador.
 
Ya, en reciente escrito, había resaltado su figura al lado de la de nuestro gran valor vallenato Rafael Manjarrez Mendoza, en “El genio de los grandes poetas-filósofos del folklor vallenato y la neuroantropología filosófica” (Gómez Pavajeau, 2019).
 
Nacho no “muere ni poéticamente”, a pesar de sus detractores, como diría el gran Maestro Leandro Díaz.
 
Solo resta decir que Hernán Urbina Joiro es
 
UN POETA QUE CANTA
UN CIENTÍFICO QUE PRACTICA
UN CABALLERO QUE EJERCE
Y UN HUMANISTA QUE VIVE
 
Que viva Neruda, ello es incuestionable. Pero también que brille nuestro Nacho, es justo y necesario, por ser un pilar fundamental, cuyo sitial de privilegio en la música vallenata se lo ha ganado hombro a hombro.
 
 
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
 
BARGH JOHN. ¿Por qué hacemos lo que hacemos? El poder del inconsciente, SONIA TAPIA (Trad.), Barcelona, Penguin Random House Grupo Editorial, 2018a.
 
BARGH JOHN. El experto y sabio inconsciente (Entrevista), EDUARDO PUNSET, Redes 45 Atrévete a saber, 2018 en https://www.youtube.com/watch?v=w_x5-ZCn_Xc, consultado en diciembre 1 de 2018b.
 
DAMASIO ANTONIO. El error de Descartes. La emoción, la razón y el cerebro humano, JOANDOMÈNEC ROS (Trad.), Barcelona, Ediciones Destino S.A., 2013.
 
DAMASIO ANTONIO. En busca de Spinoza. Neurobiología de la emoción y los sentimientos, JOANDOMÈNEC ROS (Trad.), Barcelona, Ediciones Destino S.A., 2014.
 
DAMASIO ANTONIO. El extraño orden de las cosas. La vida, los sentimientos y la creación de las culturas, JOANDOMÈNEC ROS (Trad.), Bogotá, Ediciones Destino, 2018. 
 
JUNG CARL GUSTAV. Entrevista BBC, realizada por Jhon Freeman en 1959, en https://www.youtube.com/watch?v=OncA5ukJq_w
 
GÓMEZ PAVAJEAU CARLOS ARTURO. “El genio de los grandes poetas-filósofos del folklor vallenato y la neuroantropología filosófica” en Opúsculos de neuroantropología filosófica Tomo I, CAROLINA GUTIÉRREZ DE PIÑERES BOTERO, RAFAEL VALLE OÑATE Y CARLOS ARTURO GÓMEZ PAVAJEAU (Directores), Bogotá, Ediciones Nueva Jurídica, 2019.

 


[1] https://www.urosario.edu.co/Revista-Nova-Et-Vetera/Vol-1-Ed-4/Columnistas/%C2%BFDe-quien-es-la-Reina/

[2] Álbum Título de amor con Diomedes Díaz y Juancho Rois, 1992 en https://www.youtube.com/watch?v=fyuNV1sR1WI

[3] La suerte está echada, Bogotá, Álbum Muchas Gracias de Diomedes Díaz e Iván Zuleta, 1996 en https://www.youtube.com/watch?v=FU-7mHUTJKk

[4] HERNÁN URBINA JOIRO en https://hernanurbinajoiro.com/poema-92-por-que-te-duele-decirme-que-escribi-como-neruda/ y https://hernanurbinajoiro.com/poema-154-envidia-hernan-urbina-joiro-2005/