El sistema pensional y los candidatos
Yezid Gaitán Marín
Se avecina un cambio en la estructura ejecutiva del Estado colombiano y uno de los tópicos que generan más ampolla en las candidaturas presidenciables es las propuestas frente la inevitable reestructuración del sistema pensional colombiano.
¿Porque ese tema es una llaga para cualquier candidato? La respuesta es un poco más simple de lo esperado: el actual sistema de pensiones de Régimen de Prima Media (RPM*), administrado por Colpensiones es insostenible, está en quiebra y prácticamente cualquier modificación que se realice afectará directamente a aquellos que tienen expectativas de lograr la utópica pensión de vejez.
Pocos conocen la historia del fracaso en el sistema pensional en el RPM y un resumen supremamente básico podría contarse en que los legisladores de otrora al momento de regular el sistema pensional no efectuarón un estudio financiero y profundo del mismo (las pensiones se deben analizar más desde el criterio económico, que desde una estructura legal). Al contrario, crearon un marco normativo lleno de falencias y financieramente inviable, exigiendo requisitos que imposibilitaban la recolección suficiente de fondos para sostener una prestación pensional, como por ejemplo conceder una pensión a quien cotizara 500 semanas – Decreto 758/1990.
Aunado a ello, instituyeron diversos regímenes pensionales especiales, concediendo beneficios absurdos a quienes administran el Estado (las tres ramas del poder, todas las IAS, FFMM, entre otros), vulgarmente se repartieron la “torta pensional”. Las consecuencias de eesto es que se concedieron pensiones millonarias a quienes nunca habían ahorrado lo suficiente para ello; hoy en día miles de aquellos
afortunados de esa rosca política disfrutan de esas megapensiones, muchas de ellas, producto del carrusel de pensiones1.
Volviendo al estado actual de este tema, podemos ver a los candidatos que tímidamente han establecido algunas propuestas de cambio, por ejemplo: aumentar la edad de pensión (que indudablemente genera discrepancia social y menor capacidad de recepción de votos), y eliminar el RPM (único sistema con subsidios estatales, lo que limitaría la posibilidad de una prestación a miles de colombianos, especialmente los menos favorecidos social y económicamente). Sorprendentemente los temas más relevantes en una eventual reforma pensional quedan ausentes de las flácidas propuestas conocidas a la fecha, no he escuchado de ningún pretendiente a la vértice ejecutiva estatal sobre:
Por ahora, mantendremos la incertidumbre sobre la improrrogable reforma pensional que liderará el nuevo habitante del Palacio de Nariño, esperando como colombianos, encontrar propuestas que nos acerquen un poco más a la quimera de una pensión.