Aquellos tiempos del hidalgo
Daniel Guillermo Deaza Acosta
La cita con la que se inicia este ensayo es un extracto de la primera parte de El Quijote de la Mancha, donde Miguel de Cervantes nos propone un diálogo entre Babieca, el legendario caballo que acompañaba al caballero el Mio Cid, y Rocinante, el caballo del Quijote.
Diálogo entre Babieca y Rocinante
“B. ¿Cómo estáis, Rocinante, tan delgado?
R. Porque nunca se come, y se trabaja.
B. Pues, ¿qué es de la cebada y de la paja?
R. No me deja mi amo ni un bocado.
B. Andá, señor, que estáis muy mal criado,
Pues vuestra lengua de asno al amo ultraja.
R. Asno se es de la cuna a la mortaja.
¿Queréislo ver? Miraldo enamorado.
B. ¿Es necedad amar?
R. No es gran prudencia.
B. Metafísico estáis.
R. Es que no como.
B. Quejaos del escudero.
R. No es bastante.
¿Cómo me he de quejar en mi dolencia,
Si el amo y escudero o mayordomo
Son tan rocines como Rocinante?”
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha - Miguel de Cervantes Saavedra
En este extracto Cervantes nos sugiere el conflicto entre un caballo noble y un caballo que no quería las aventuras, entre la gran novela de caballería y la vida de nuestro hidalgo. Este ensayo busca examinar y analizar partes de la obra de Miguel de Cervantes teniendo en cuenta los rezagos que dejó la Edad Media en su trayectoria. Se analizará el mito medieval y cómo Cervantes lo trabaja en su obra.
Miguel de Cervantes es catalogado como el padre de la novela moderna. Esta categoría se le atribuye por su gran obra El Quijote de la Mancha. Cervantes también trató de incurrir en la poesía y en el teatro, pero la historia lo recuerda por sus escritos en prosa, como la anteriormente mencionada y Las novelas ejemplares. Está época se denomina el Siglo de Oro español, donde también estaba presente Lope de Vega en el teatro, a tal punto que Cervantes lo alcanzó a llamar “El monstruo de la naturaleza” por sus obras y creatividad. El Quijote de la Mancha fue publicado en 1605, a inicios del siglo XVII, un momento clave para culminar la transición entre los preceptos de la Edad Media y las nuevas concepciones del mundo que más tarde tendrán el nombre de Modernidad.
Durante está época surgieron grandes paradigmas que movieron las estructuras que antes se conocían. La realidad no se ponía en duda en la Edad Media, el orden estaba definido “Los que oran, los que luchan y los que trabajan”. En cambio, en los Siglos XV y XVI la realidad se cuestiona, las estructuras que se conocían se empiezan a modificar. Esto se genera principalmente por cambios tanto filosóficos como sociales. En los cambios filosóficos mencionaremos a tres pensadores que por su obra generaron que lo que antes se vislumbraba como verdad absoluta se pensara en otros términos. Ellos son: Nicolás Maquiavelo, Nicolás Copérnico y Michel de Montaigne.
Los tres pensadores generaron y desarrollaron temas que lograrían modificar el orden humano. Maquiavelo en su texto El príncipe, ataca a Cicerón y a sus postulados al proponer gobernar por medio de la violencia y el miedo. Copérnico desarrolla un cambio de perspectiva del universo, propone un pensamiento astronómico donde el ser humano no está fijo sino en movimiento. Montaigne ataca la razón, duda de la superioridad de la razón del humano ya que no la controlamos. Los pensadores modifican tres grandes instituciones de la sociedad.
La política, la concepción del universo y la razón humana: tres pilares que marcan el rumbo de la sociedad y determinan lo que Cervantes va a recoger en sus obras. La ruptura con lo político genera que la estructura y administración del estado necesite modificarse. La ideología religiosa medieval se vio sustituida por una concepción cosmológica donde se sitúa al sol como eje. Montaigne explica como la razón humana se pone en duda, se dice que no hay argumentos para sentirnos superiores a los animales, todos somos iguales.
De los cambios sociales veremos dos fenómenos que harán de la obra de Cervantes una obra cargada de nostalgia: la imprenta y la pólvora. Cada uno de estos inventos al llegar a Europa fueron diluyendo la vida medieval y la concepción del mundo que había acompañado a la sociedad durante tantos siglos.
La difusión de la imprenta hizo que la estructura del conocimiento y la educación que se tenía en la Edad Media se acabara. La popularización de la imprenta generó que el saber se volviera accesible a todas las personas y que no fuera necesario tener a un tercero para poder educarse, se individualiza la generación de conocimiento, por ello se desvirtúa la función de los Monasterios los cuales eran el símbolo de la razón en la Edad Media. Respecto a la pólvora, vale decir que este invento fusiló a la Caballería, haciendo una analogía con la obra de Cervantes. Acabó el combate individual y a los caballeros respectivamente. Ya el combate deja de ser heróico; se destruye el orden caballeresco.
“La guerra no la deciden las espadas y las lanzas, es decir, el coraje y la pericia del individuo, sino el tronar de los cañones y la pólvora, una artillería que, en el estruendo de las matanzas que provoca, a volatilizado aquellos códigos del honor individual y las presas de los héroes que forjaron las siluetas míticas de un Amadís de Gaula, de Tirante el Blanco y de un Tristán de Leonis.” (Ortega y Gasset, 2005)
Lo anteriormente descrito es lo que recibió Cervantes y esto servirá para decir que la novela El Quijote de la Mancha es un mundo entre el pasado glorioso y las nuevas ideas. Como primera reflexión se debe decir que Cervantes nos propone una gran idea en su novela. Mario Vargas Llosa en un prólogo sobre la obra dice:
“Don quijote de la Mancha, la inmortal novela de Cervantes, es una imagen: la de un hidalgo cincuentón, embutido en una armadura anacrónica y tan esquelético como su caballo, que acompañado por un campesino bato y gordiflón montado en un asno, que hace las veces de escudero, recorre las llanuras de la mancha, heladas en invierno y candentes en verano, en busca de aventuras. Un protagonista que será el centro de la obra, con ciertas características que lo harán un caballero. Alonso Quijano es alguien fanático de las novelas de caballería, novelas que buscaban afianzar un mito medieval que la sociedad aceptaba. Novelas que tenían como protagonista a un caballero que luchaba por unos ideales.” (Don Quijote De La Mancha, 2004)
Don Quijote es un individuo que busca construir una realidad a partir de los valores que él encontró en las novelas de caballería. Lo anima un designio enloquecido: resucitar el tiempo eclipsado siglos atrás de los caballeros andantes, que recorren el mundo socorriendo a los débiles y haciendo reinar una justicia que se ha impregnado leyendo las novelas de caballería, a las que él atribuye la veracidad de los libros de historia. El Quijote se ocupa de la historia. En sus páginas encontramos una imagen de la sociedad española del siglo XVI con sus curas y barberos, los venteros y sus ventas, la aristocracia, los pastores, los cabreros, los licenciados, los poetas y los guerreros, las campesinas, las doñas y las casquivanas. El periplo de don Quijote sirve para que Cervantes nos muestre cómo era España, un lugar donde la Edad Media todavía se podía encontrar y que el Quijote busca rescatar.
Don Quijote busca que la pólvora se apague, que se vuelva al fin honorífico de la batalla siendo caballero. Crítica la imprenta al denunciar de manera discreta el mal uso de la lectura indiscriminada y sus consecuencias “ En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer se le secó el celebro de manera, que vino a perder el juicio.” (Don Quijote De La Mancha, 2004). Busca que los ideales medievales vuelvan a reinar, a tal punto que ese es el mundo que crea.
Uno de los grandes aspectos que tiene la novela del Quijote es la descripción del personaje principal, Alonso Quijano. Descripción de un soñador. Del cual una de sus características es el deseo de ser caballero, mito pilar de la Edad Media. Para ver los imaginarios del caballero medieval se va a trabajar con “El libro de la orden de caballería” de Ramón Llull. En este texto se plantean ciertas bases propias de la caballería, estas son: la fuerza, la instrucción y la buena crianza. Alonso Quijano es descrito desde el primer capítulo como la antítesis del caballero ya que no es joven, ni fuerte, ni hermoso.
“Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza.” (Don Quijote De La Mancha, 2004)
Respecto a los maestros que exige el camino para ser caballero, se debe resaltar que los únicos maestros que tuvo don Quijote fueron sus libros. Él era, como Cervantes describe en el prólogo, “un desocupado lector”. La buena crianza hace referencia a tener un alta posición social, ejemplo de esto son: Lanzarote que es hijo del Rey Bau, Amadís hijo del Rey Perión. En cambio nuestro Quijote pertenece a una clase social que iba en aumento, los hidalgos pobres. Hidalgo es ser hijo de algo, sin título ni nobleza.
“Cervantes posee la maestría de presentarnos a su protagonista desde la primera aparición como una antítesis física del caballero andante: viejo, flaco, sin una buena instrucción y pobre. Pero, ¿es de verdad don Quijote un caballero andante? Lo es, precisamente, porque posee las siete virtudes que todo caballero debe conocer.” (Lucía Megías)
Todo caballero debe conocer las siete buenas virtudes que son raíz y principio de todas las buenas costumbres, y son sendas y camino de la celestial gloria perdurable; de las cuales siete virtudes son tres teologales y cuatro cardinales. Las teologales son: fe, esperanza y caridad. Las cardinales son: justicia, prudencia, fortaleza y templanza. Además, carece de las costumbres negativas que no debe poseer un caballero: ser escudero orgulloso, maleducado, sucio en sus palabras, avaro, mentiroso, desleal, perezoso, iracundo, lujurioso, borracho y glotón, perjuro que tenga otros vicios semejantes a éstos ya que no es conveniente con la orden de caballería. Pero centrándonos más en la persona Alonso Quijano y en las exigencias que había para entrar a ser denominado Caballero. Hay que decir que la locura era una de sus debilidades, la razón es parte fundamental de los caballeros.
Don Quijote, cuando hace su primera salida en la madrugada de uno de los días calurosos del mes de julio no puede presentar una imagen más grotesca. Vestido de esta manera no pueden sorprender las reacciones de las personas con las que se encuentra:
“El labrador que deja de pegar al criado cuando don Quijote blande la lanza sobre su rostro, o las mozas de la venta «destas que llaman del partido» que huyen asustadas al verle.” (Don Quijote De La Mancha, 2004)
Por otro lado, el rito de investidura es uno de los elementos más importantes de los libros de caballería. Por medio de él, el protagonista pasa de ser un prometedor escudero a ser caballero. Es un rito de iniciación (Como lo fue con el Amadís de Gaula, quien se hizo armar por su padre, el mejor caballero del mundo). Rito que no cumple a cabalidad don Quijote, el cual es armado por alguien que no hace parte de la Orden de Caballería, alguien que no puede armar a un caballero. Las sátiras y el humor llenan las descripción de nuestro hidalgo caballero.
Podemos decir que don Quijote no cumple ni uno de los requisitos necesarios para ser armado caballero. Don Quijote, según el ritual de la Orden de Caballería, no es un caballero andante por haber recibido la caballería por escarnio. Es, como hemos visto, pobre, viejo, sin una instrucción apropiada a tal alto honor y no cumple ninguno de los requisitos que un escudero debe poseer para ser armado caballero, y ha sido armado en una cómica ceremonia. La sátira de los libros de caballería debió ser mucho más evidente para un lector de la época que para uno actual. Esos libros eran una lectura muy popular y Cervantes supo usar todas sus particularidades para darles vuelta y satirizarlos con los disparates de don Quijote. Uso la risa para defender y promover unos ideales olvidados.
Otro de los apartados donde podemos identificar algunos esquemas medievales se encuentra en el segundo tomo. Cuando don Quijote le cumple la promesa a Sancho y le brinda la posibilidad de gobernar una isla. Lo que resulta interesante es cuando el hidalgo le brinda ciertos consejos a Sancho para su gobierno. “De los consejos que dio don Quijote a Sancho Panza antes que fuese a gobernar la ínsula, con otras cosas bien consideradas”. Acá el modelo de gobierno que propone el Quijote es un esquema feudal, donde Sancho tenga las posibilidades de ser el señor feudal del territorio. Ideas como: respetar la Justicia, no olvidar a Dios, ser piadoso y buscar una familia para casar bien los hijos. Son ideas que tienen un origen Medieval. El Quijote aconseja a Sancho que gobierne como en la Edad Media. Como antes, cuando se buscaba la justicia y el orden. Es un fragmento muy diciente puesto que nos enseña de manera explícita la nostalgia de Alonso Quijano por los días pasados.
“-Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores, porque viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte, y préciate más de ser humilde virtuoso que pecador soberbio. Inumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos, han subido a la suma dignidad pontificia e imperatoria; y desta verdad te pudiera traer tantos ejemplos (...)
-Mira, Sancho: si tomas por medio a la virtud y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que padres y agüelos tienen príncipes y señores, porque la sangre se hereda y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale (...)
-Al culpado que cayere debajo de tu juridición considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstratele piadoso y clemente, porque aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia.” (Don Quijote De La Mancha, 2004)
Otro de los aspectos que se puede resaltar es el banquete realizado por Sancho cuando gobierna la Isla. En el capítulo XLVII “Donde se prosigue cómo se portaba Sancho Panza en su gobierno”. Este banquete tiene una descripción bastante enriquecedora, donde uno como lector puede tener una idea de la cena.
“Levantaron una riquísima y blanca toalla con que estaban cubiertas las frutas y mucha diversidad de platos de diversos manjares. Uno que parecía estudiante echó la bendición y un paje puso un babador randado a Sancho; otro que hacía el oficio de maestresala llegó un plato de fruta delante, pero apenas hubo comido un bocado, cuando, el de la varilla tocando con ella en el plato, se le quitaron de delante con grandísima celeridad; pero el maestresala le llegó otro de otro manjar. Iba a probarle Sancho, pero, antes que llegase a él ni le gustase, ya la varilla había tocado en él, y un paje alzádole con tanta presteza como el de la fruta.” (Don Quijote De La Mancha, 2004)
Está es una descripción donde podemos encontrar una imagen de uno de los imaginarios medievales. Banquetes donde la comida está al servicio de todos. Donde el gobernante se encuentra en el centro y los demás invitados le brindan compañía y alimentos.
Para ir finalizando se debe aclarar que Cervantes vive un Siglo Español donde el fin del Medievalismo está teniendo un proceso diferente al que se vive en el resto de Europa. Pero Cervantes muestra en su protagonista Alonso Quijano un llamado a la nostalgia. Llegaba el fin de un mundo mágico, lleno de leyendas y mitos medievales como el ser Caballero. Es una sátira cargada de humor, pero con una denuncia clara, los ideales del caballero deben volver.
Don Quijote prefiere reemplazar la realidad por las novelas de caballería que leía. Es un personaje nostálgico del pasado, lamenta con melancolía todos los valores que encontraba en sus libros y no en el mundo real. Es un ser que llega cabalgando a la modernidad. Podemos decir que literariamente es una épica degradada, pero con detalles de brillantes, inventa un mundo donde hay un autor, un narrador y un traductor, diferentes pero complementarios entre ellos. Como conclusión, se puede decir que la obra de Miguel de Cervantes es un llamado al pasado, a la nostalgia y al tiempo medieval. Resalta los valores de la caballería por medio de un ser noble y sencillo como el hidalgo Quijano.
“Algunos hombres que nunca han existido están incrustados en la historia que nadie podría imaginarse que nunca han existido. Uno de esos hombres es don Quijote de la Mancha."
Cees Nooteboom- Tras las huellas de Don Quijote.
BIBLIOGRAFÍA