En el conversatorio titulado "Estrés, ansiedad y alimentación", organizado por el Servicio Médico de la Universidad del Rosario, se discutió la estrecha relación existente entre estos fenómenos, y se enfatizó la importancia de evitar que el estrés tome el control de nuestra relación con la comida. El evento contó con la participación del Dr. Leonardo Palacios, neurólogo y profesor del Centro de Investigación en Neurociencia de la universidad, la Dra. Ángela Lombana, Nutricionista del servicio médico de la universidad y Nicolás Caicedo, estudiante de X semestre de Medicina, quienes aportaron sus conocimientos sobre esta conexión y brindaron estrategias para evitar que el estrés tome el control. El objetivo principal fue crear conciencia sobre esta relación y brindar recursos y herramientas para manejarla.
El estrés y la ansiedad son fenómenos cada vez más comunes en nuestra sociedad, y su impacto en los hábitos alimentarios es significativo. Según los datos recopilados en las asesorías nutricionales realizadas a la comunidad Rosarista entre abril de 2022 y abril de 2023, se encontró que el 88% de los participantes manifestaron dificultades para dormir o la falta de una buena higiene del sueño. Además, el 63% manifestó no tener un sueño reparador, y el 60,5% refirió tener algún problema relacionado con el estrés. Estos factores demuestran la necesidad de abordar esta problemática de manera integral.
Durante el conversatorio, los expertos definieron estos tres conceptos y explicaron las conexiones existentes entre ellos. Se abordaron preguntas del público y se desmintieron algunos mitos relacionados con la alimentación. Además, Nicolás compartió su experiencia personal en cuanto a cambios en su mentalidad y estilo de vida en relación con la nutrición, e hizo una invitación a la comunidad en general para que recurran a los servicios que la universidad ofrece, desde el manejo de crisis de ansiedad hasta el seguimiento para una vida más saludable.
La Dra. Ángela resaltó la importancia del orden y la organización en el manejo del estrés, el tiempo dedicado al ejercicio, el descanso y la alimentación. Recomendó algunas estrategias para evitar que el estrés influya en nuestro comportamiento alimentario, como no saltarse comidas, incluir todos los grupos de alimentos en cada comida, evitar restricciones alimentarias y revisar el consumo: la frecuencia y la cantidad de los alimentos que nos generan culpa o ansiedad para ir modificando los excesos.
Algunas conclusiones importantes surgieron del conversatorio:
1. Es normal que las emociones influyan en nuestras elecciones alimentarias cuando estemos bajo presión.
2. El comportamiento de comer por emociones nos distingue como seres humanos y no nos hace débiles.
3. No existe un alimento mágico para controlar el estrés o la ansiedad; en cambio, se recomienda una alimentación rica que incluya al menos 5 porciones de frutas y verduras diarias, ya que estos alimentos aportan nutrientes y antioxidantes que contrarrestan los efectos del estrés en el cuerpo.
4. La organización y el orden en nuestra alimentación son clave para evitar que la comida se convierta en otra fuente de preocupación o que se produzca un aumento descontrolado del consumo.
5. Es fundamental buscar ayuda profesional para manejar nuestra relación con la comida, desarrollar herramientas para gestionar nuestras emociones, la frustración, el estrés y mejorar progresivamente el estilo de vida.
El conversatorio tuvo lugar el pasado 17 de mayo en el Show Room de Research Commons del CRAI en Quinta de Mutis, y fue transmitido en el canal de YouTube de la Universidad para que la comunidad Rosarista y otros interesados pudieran acceder a la información y las recomendaciones brindadas por los expertos.
La relación entre el estrés, la ansiedad y la alimentación es un tema relevante en la actualidad, y abordarlo adecuadamente puede contribuir a mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas. La universidad, a través de este conversatorio, busca generar conciencia y ofrecer herramientas prácticas para enfrentar estos desafíos y promover un equilibrio saludable entre la mente y el cuerpo.
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