Una idea de la situación colombiana desde la transformación estructural y productividad sectorial
Paola X. Mariño Moreno
Paola X. Mariño Moreno
Abstract
Desde la acumulación de factores productivos planteada por la teoría clásica de crecimiento económico hasta modelos más recientes que consideran la transformación estructural y productividad sectorial de las economías, el presente artículo pretende brindar una breve introducción teórica como base para el análisis empírico del caso colombiano y los desafíos que se generan para nuestra economía desde la perspectiva de economistas contemporáneos.
Las teorías clásicas de crecimiento económico plantean el desarrollo de una economía como la capacidad propia de acumular factores productivos; es así, como países con mayores tasas de inversión, bien sea en capital físico o humano (Mankiw, Romer y Weil (1992)), han logrado un mayor nivel de bienestar en el largo plazo (medido como el PIB per cápita).
Al mismo tiempo, avances de otros autores han enfocado el análisis sobre el comportamiento de la productividad agregada y han encontrado que el desarrollo de nuevas tecnologías (principalmente en economías desarrolladas) o la implementación de innovaciones existentes (en países emergentes), también han jugado un papel importante al momento de explicar las diferencias entre países que han logrado altas tasas de crecimiento y países que no lo han logrado.
Sistema Productivo
Si bien estos avances teóricos y empíricos han logrado explicar en gran medida el desarrollo de los países, estos estudios se han realizado a nivel agregado y han dejado a un lado el comportamiento de los distintos sectores de la economía. Teniendo esto en cuenta, en las últimas décadas algunos autores como (Herrendorf, Rogerson y Valentinyi (2014)) han analizado la evolución de la agricultura, las manufacturas y los servicios, en términos de productividad y asignación de factores productivos. Estas teorías se enmarcan dentro de lo que se conoce como transformación estructural. Por lo tanto, el presente escrito pretende presentar una breve introducción sobre transformación estructural y productividad sectorial, contextualizando el caso de Colombia, a través de resultados de estudios recientes sobre el tema y los nuevos desafíos que se generan.
En términos prácticos la transformación estructural es el proceso mediante el cual las economías reasignan factores productivos entre sectores, motivadas por la evolución de la productividad sectorial. Bajo esta línea, los primeros planteamientos teóricos presentaron modelos de dos sectores: agrícola y no agrícola; además, de considerar la existencia de un consumo de subsistencia de bienes agrícolas, al igual que bajos niveles de productividad en ambos sectores. Bajo esta descripción, en los primeros periodos las economías deben asignar una gran cantidad de sus recursos a la agricultura, pues deben suplir el consumo de subsistencia y en la medida en que la productividad en este sector aumenta se liberan recursos de la agricultura al sector no agrícola, permitiendo el desarrollo de otras actividades productivas.
Sergio Fajardo - De Sergio Fajardo Valderrama - CC BY 2.0
Modelos como el anterior permiten replicar parte de los datos observados en la mayoría de economías, según los cuales países con bajos niveles de desarrollo asignan una gran proporción de sus factores productivos a sectores primarios, como la agricultura. Así mismo, modelos teóricos más recientes (Duarte y Restuccia (2007)), consideran economías con tres sectores: agricultura, manufacturas y servicios, al igual que otro tipo de extensiones, como comercio exterior, gobierno, entre otros.
Siguiendo la línea de estudio planteada por (Duarte y Restuccia (2007)), se motiva el análisis de la relación entre el comportamiento tendencial de la productividad a nivel agregada y sectorial y el proceso de cambio estructural, como se muestra en el documento de trabajo (Mariño (2016)), en donde haciendo uso de diferentes fuentes de información, World Penn Table 8 (WPT) y Groningen Growth and Development Centre 10-sector database de junio de 2007 (www.ggdc.net), se logra evidenciar el proceso de transformación estructural para la América Latina y algunas economías Asiáticas, en el periodo comprendido de 1950 a 2002 (data para productividad sectorial) y a 2011 (data para productividad agregada).
De este estudio, se puede analizar el dinamismo de la productividad agregada para Colombia, calculado como producto por trabajador como proxy de productividad, y en términos relativos comparando con la economía benchmark (Estados Unidos), la productividad colombiana representa alrededor del 30% de la productividad de la Estadunidense en el año 1950, seguido de bajas fluctuaciones que permitieron mantener estable la brecha de productividad hasta finales de 2011. A nivel sectorial, se observa crecimiento de productividad para los diferentes sectores, exceptuando la productividad laboral para el sector servicios, el cual se caracteriza por un bajo dinamismo e incluso por una leve caída en los últimos años del estudio.
Los resultados preliminares evidencian el proceso de transformación estructural, a través del comportamiento de la participación laboral por sectores, en donde se observa un nivel de participación laboral relativamente estable en el sector de la manufactura, una caída significativa en el caso de la agricultura, asociado a un alto incremento de la migración de trabajadores hacia el sector servicios.
Café
El cambio estructural, en principio marcado por las migraciones de trabajadores hacia el sector de servicios, es un comportamiento que comparten las economías en general, sin embargo, un punto a resaltar es la preocupante situación para Colombia, en la medida que en las últimas décadas el sector servicios ha presentado el menor crecimiento de la productividad (en términos absolutos) y a su vez es el que ha ganado mayor participación laboral. Dado esto, es posible inferir que este sector se ha convertido en un factor de importancia al momento de explicar el comportamiento de la productividad agregada e incluso a tomar parte en el desempeño de la economía.
La evidencia indica como Colombia no experimento una transición de movilidad laboral de agricultura a manufactura y luego al sector servicios como se esperaría, por lo contrario la migración de trabajadores se dirigió de agricultura hacia servicios, con el pasar de las décadas, como consecuencia de la no industrialización del país. Acorde con lo anterior, y de acuerdo con (Rodrik (2013)), se enciende una alerta roja para Colombia en el momento que se deja a un lado, lo que el autor considera crecimiento económico de tipo “fácil”, es decir, el crecimiento basado en industrialización. Para este tipo de crecimiento se cuenta con dos ventajas: en primer lugar, el sector de industria puede absorber grandes cantidades de trabajadores relativamente poco cualificados del resto de la economía, dado a que la mayor parte de la manufactura es intensiva en mano de obra; y una segunda ventaja, hace referencia a la propiedad notable de la manufactura: la convergencia incondicional (Rodrik (2012)).
Por consiguiente, a la luz del desarrollo de la desindustrialización prematura (Rodrik (2015)) la situación Colombiana es alarmante, dado a que antes de alcanzar la industrialización se presentan cambios estructurales que promueven en la economía el desarrollo de otros sectores, no solo anulando la posibilidad de crecimiento basado en manufactura sino basando altamente la economía en un sector con alto nivel de participación laboral y bajo nivel de productividad. Ahora bien, aunque las conclusiones de este autor pueden llegar a ser contradictorias con la evidencia de economías que han logrado desarrollarse gracias a sectores diferentes a la manufactura, es sin duda, objeto de expectativa en el mediano y largo plazo, el desempeño de las economías emergentes que han dejado a un lado el camino de la industrialización a cambio de un mayor desarrollo de otros sectores como es el sector servicios.
Bibliografía
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Groningen Growth and Development Centre 10-sector database, June 2007, http://www.ggdc.net/
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