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Después del terremoto: una homilía de Juan Crisóstomo

portada

Después del terremoto es una homilía de Juan Crisóstomo (c 349-407). Dato curioso: no se sabe cuál sismo fue; los investigadores, cuando mucho, ponen "perhaps". En todo caso, la homilía volvía a la mente cada vez que la tierra se sacudía: en Bogotá, 1917; asimismo en Méjico, 1985. Allí se editó el texto bilingüe de la obra, traducida por Antonio Gómez Robledo, quien acierta en afirmar que los desastres  parecen tener "cierto efecto catártico, por cuanto los mejores sentimientos humanos, (...) cobraron nuevo vigor en el momento de la catástrofe".


Detalle del óleo San Emigdio, atribuido a Joaquín Gutiérrez, reproducido en Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario 350 años.

Crisóstomo (Χρυσόστομος) es palabra griega que significa "pico de oro", en alusión a las dotes retóricas del arzobispo de Constantinopla; homilía, también, con el sentido de "reunión, tertulia, conversación". Del traductor nacional, Francisco María Renjifo (ortografía suya), apuntamos que fue discípulo de monseñor Carrasquilla, egresado del doctorado en Filosofía en 1912, profesor de lenguas clásicas y otras materias por largo tiempo, cuyas producciones pueden leerse en otros números de la Revista (traducción: v.13 n.130 nov. de 1917).