Luis Eduardo Lucero en positivo
En la memoria de quienes conocieron a Luis Eduardo Lucero (1957-88), se fijó una imagen positiva. Nariñense de origen, ipialeño para más señas, acudió a este Claustro (1983) a formarse en Jurisprudencia. Aquí dio, sin embargo, rienda a otra serie de aficiones culturales, en consonancia con su notoria afición por los libros. Para costear sus estudios se valió de las fotos que tomaba en La Bordadita y de un empleo de oficial que mereció en el Departamento de Publicaciones. Fue colaborador estrella de la Revista del Rosario, en tiempos de Alberto Zalamea; y a nosotros los investigadores nos colaboró con el primer Índice de la Revista, comprensivo de los primeros ochenta años de su historia.
Revista del Rosario (v.81 n.542 ab.-jun. 1988).
Terminados los estudios, esperaba el grado y lo que le deparara un futuro promisorio. No podía prever que su bibliofilia y afición por las antigüedades iban a truncarlo todo, violentamente. Resulta que el bueno de Lucero había pasado por casa de Alberto Zalamea, donde recogió los últimos materiales para la Revista. Camino de la imprenta, se entretuvo en la vitrina de un anticuario... Hasta aquí todo normal: de un momento para otro, apareció en los diarios nacionales como uno de los asaltantes ultimados por la Policía, en el frustrado asalto de un almacén de antigüedades.
Ibidem.
"La vida te da sorpresas", recuerda una canción popular. No hace falta decir el estupor que embargó a la comunidad rosarista, viendo un miembro positivo de su juventud convertido en lo que hoy llamamos falso positivo.
La Revista del Rosario (v.81 n.542 ab.-jun. 1988) le dedicó una sección in memoriam, de la cual compartimos la nota firmada por Vladimiro Naranjo:
Epílogo.
El 23 de febrero de 1989, el diario El Tiempo informaba la queja de la Universidad por no haberse cumplido la orden de la Procuraduría General de la Nación de destitución de los comprometidos.
Fuente: vidassilenciadas.org
En 1994, la Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado confirmó lo que había fallado el Tribunal Administrativo de Cundinamarca (1993), en el sentido de condenar a la Nación por el crimen de Luis E. Lucero.
El Dr. Luis Enrique Nieto (1947-2020), siendo director de la Unidad de Patrimonio Histórico, así recordaba la historia de Lucero [audio].