Notas sobre el escudo del Rosario en el siglo XIX
Iniciando el siglo, encontramos una polémica que hoy parece muy pintoresca. En marzo de 1810, nada menos que Camilo Torres, catedrático de Derecho real del Colegio, debía determinar si un colegial de Gramática (es decir, del primer grado del escalafón colegial: gramáticos, filósofos y colegiales de facultades mayores) podía portar el escudo del Colegio. El catedrático determinó, entre otras cosas, que
“El escudo que traen Ios estudiantes de facuItad mayor, y la preferencia que justamente les da su antigüedad, no son unas distinciones pueriles: son un premio y recompensa del mérito y Ia aplicación, un estímulo para ella y, al mismo tiempo, un principio de buen orden que arregla las clases y la disciplina del colegio” [AHUR, caja 17 f. 130r][1].
El 16 de septiembre de 1837, el rector Duque Gómez presentó una reforma del uniforme “originariamente monacal” de los colegiales, que deberían vestir “casaca, chaleco, calzón y sombrero negros, y corbata blanca. (...) como distintivo una faja de raso blanco, de cuatro dedos de ancha, terciada por debajo de la casaca del hombro izquierdo, hacia debajo del brazo derecho, y en la mitad de ella el antiguo escudo del colegio” [AHUR, caja 31 f. 170r].
A mediados de siglo se da el cambio del traje monacal (hopa) al uniforme civil. Torres, R. (1910). Álbum de costumbres colombianas. Víctor Sperling. AHUR E13N030.
El 20 de febrero de 1843, el rector Andrés María Pardo, subordinado al rector de la Universidad del Primer Distrito, recibió el decreto referente a uniforme de los estudiantes de la Universidad, y por tanto del Rosario, consistente en una cucarda tricolor, que debía usarse en la parte superior izquierda de la copa del sombrero, con estas características: “circular y de dos a tres pulgadas de diámetro, y llevará bordado o estampado, en negro sobre fondo blanco, el escudo de armas de la Universidad, es decir, el escudo de las armas de la República, con esta inscripción alrededor <Universidad del Primer Distrito>” [AHUR, caja 33 f. 131r].
El 27 de noviembre de 1843, siendo rector Lorenzo María Lleras, se expidió otro decreto sobre uniforme de la Universidad, con una distinción entre el Rosario y San Bartolomé, subordinados a ella:
“(...) una beca bicolor de Ia forma y dimensiones de la que antes han usado los colegiales de dichos colegios, compuesta de dos fajas unidas, la una blanca y la otra roja, llevando en el lado izquierdo el escudo de armas de la República, bordado y con orla de seda del color de la facultad respectiva, manto ú hopa negra, casaca o chaqueta y pantalón del mismo color, bota o zapato y media negra, bonete también negro de forma romboidal en la parte superior; corbata y guantes negros, y en el cuello de la hopa o manto una cinta del color de la facultad que cursa el colegial” [AHUR, caja 33 f. 173r].
En este contexto de gradual abandono del escudo tradicional del Colegio, encontramos un documento escueto, el recibo de un artesano:
“Recibí del Síndico del Colejio del / Rosario, ocho pesos ($8.) por la tabla i pin-/ tura del escudo p[ar]a fijarlo en la puerta del co-/ lejio Bogotá, Enero 30 de 1851. / Felix Lotero”. Al margen: (Por $8.) [AHUR, caja 31 f. 131].