Por: Gustavo Lara
Profesor de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud
Director del CMIM
Si bien su introducción a finales de los años 70 gracias al trabajo del equipo liderado por John Kabat-Zinn dentro del contexto hospitalario en pacientes con problemas de soriasis y estrés, fue tímidamente acogido, rápidamente se diversificaron las propuestas metodológicas basadas en mindfulness. Hoy su aplicación cubre diversas áreas de la actividad humana como la educación, la psicoterapia, los deportes, la salud ocupacional y el trabajo, la gestión de las emociones y la formación de recurso humano más calificado en competencias blandas, entre otras muchas.
Todo esto se ha visto respaldado por una investigación igualmente creciente. Por ejemplo, la American Mindfulness Research Association registró 3 publicaciones en journals indexados de habla inglesa en 1990. En 2020 reportó 1153. La contribución de las neurociencias ha sido particularmente valiosa para la promoción e investigación no solo de la meditación de presencia plena o mindfulness, sino de otras modalidades de meditación mucho menos conocidas en occidente, tales como las meditaciones de compasión y amor benevolente, y las meditaciones de vacuidad, como el Zen o el Advaita Vedanta.
La evidencia actual subraya que para diferentes tipos de meditación median distintos procesos de información y distintas áreas cerebrales, y, que su práctica duradera y disciplinada reestructura áreas cerebrales y orgánicas en formas diversas.
Como fruto de estos desarrollos se define ahora el terreno de las Ciencias Contemplativas como un campo interdisciplinario que estudia los efectos de la meditación y las prácticas contemplativas en la unidad mente–cuerpo del ser humano.
Esto a su vez, ha invitado a la redefinición de la mindfulness original y por ello circulan actualmente algunas propuestas de la denominada mindfulness 2.0. En esencia, estas propuestas pretenden ir más allá del pragmatismo original que impulsó el desarrollo temprano y redujo la meditación de presencia plena a un entrenamiento cognitivo de atención no evaluativa de los acontecimientos que suceden en el aquí y ahora del meditador. Invitan a sumar con igual importancia el componente ético, emocional y estético de la práctica meditativa, y a extenderlo a los distintos ámbitos vitales del practicante.
En suma, y en la dirección de las ciencias contemplativas, está emergiendo una práctica más integral de la meditación de presencia plena que involucra la síntesis en un orden superior de las dimensiones físicas, emocionales, mentales y espirituales de la persona practicante, así como de las modalidades de práctica grupal.
El Centro de Mindfulness Integral y Meditación - CMIM de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, en consonancia con la visión de Decanatura que lo impulsa, está alineado con estas intenciones y extiende una invitación a toda la comunidad Rosarista a plantear sus inquietudes al respecto y participar en las actividades que desde él se proponen.
Correo: cmim@urosario.edu.co
Gustavo Lara
César Osorio