En el encuentro Mujeres en la política colombiana, que se realizó en la Universidad del Rosario, la Senadora Clara López mencionó cómo fue el camino hostil que tuvo que cruzar para posicionarse como los hombres dentro de la política. “El hecho de ser mujer lo hace más complejo, uno siente vivencialmente que la gente no lo considera un trabajo de mujeres”, comentó.
Marta Lucía Ramírez, exvicepresidenta de la República, aseguró que romper los techos de cristal y posicionarse dentro de la política como mujer le ha dejado cicatrices y enseñanzas, pero “son techos que debemos romper, eso es importante para otras mujeres que están en el camino”.
Para Ramírez, a las mujeres en Colombia les da pena desear el poder, porque tradicionalmente este se les ha atribuido a los hombres. “La mujer debe decir quiero tener poder económico y político y quitar ese estigma, porque se necesitan espacios de poder para cambiar el mundo”.
Romper el techo de 30 % en participación de mujeres en política
La Ley 581 de 2000 determinó que por lo menos el 30 % de los cargos públicos de máximo nivel decisorio deben ser ejercidos por mujeres y la Ley 1475 de 2011 estipula que el 30 % en las listas de cinco o más curules, explicó Juliana Hernández, directora de Artemisas.
Para Hernández, “esto responde a que vivimos aún en una cultura machista que invisibiliza no solo a las mujeres sino a disidencias sexuales y grupos étnicos. Por su parte, Clara López añadió que “la teoría de las cuotas del 30 % no son un favor, son una deuda. Las mujeres son muy superiores y siguen siendo juzgadas como inferiores”.
“El techo de 30 % de participación no lo podemos aceptar, ese porcentaje debe convertirse en un piso de participación para mujeres, porque muchas terminan siendo un relleno en la lista de un partido”, advirtió Marta Lucía Ramírez.
Política, un ambiente hostil para la mujer
En el encuentro en la Universidad del Rosario se dio a conocer el sentir de estas mujeres al ser discriminadas, sometidas y vulneradas en su ejercicio político y en escenarios hostiles, que todas las panelistas aseguraron habían vivido. La Senadora Isabel Zuleta señaló que “es difícil posicionar las ponencias siendo mujeres, los ambientes de odio no nos permiten ser lo que nosotras queremos ser”.
Valeria Bonilla, ex candidata al Concejo de Bogotá, dijo que “a la política colombiana no le interesa tener una travesti como yo en esa corporación, nuestros temas no son importantes para ellos, estamos por fuera de la prioridad social”.
Marta Lucía Ramírez aseguró que durante su trabajo en el Ministerio de la Defensa tuvo que sobrepasar obstáculos patriarcales, por ser este un puesto pensado por la sociedad para un hombre. “Ser ministra de Defensa fue sentarme a escribir una política de seguridad en un ambiente machista y hostil”, mencionó.
María del Rosario Perea, coordinadora de Inclusión y Diversidad de la Misión de Observación Electoral MOE, sobre las violencias basadas en género que atraviesan las mujeres durante periodos de elecciones, indicó que están las agresiones que se basan en el aspecto físico, la trayectoria profesional, la vida sexual y el rol en el hogar de las candidatas, agresiones que también viven los hombres, pero en una baja proporción.