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¿Un pasaje musical hacia la diversidad y el placer?

David Alejandro Rico Beltrán

Uchis-presentandose-en-2017-By-Alice-Umusic-Own-work-CC-BY-SA-4-0

“El lugar ideal para mí es aquél en que es más natural vivir como extranjero”, decía Ítalo Calvino, uno de los escritores más relevantes del siglo XX, quien estuvo marcado por los diferentes viajes que emprendió a diversos destinos (como Francia, Italia o su natal Cuba) y que posiblemente inspiraron algunas de las obras literarias que concibió durante su vida (Ruiza et al, 2004). Esta frase puede ajustarse a la realidad de la artista a la que me voy a referir en esta columna, la cual desarrolló un proceso creativo claramente influenciado por su origen y su crecimiento personal, lo que desembocó en uno de los trabajos discográficos más atractivos de la década del 2010. Les presento a Kali Uchis, con su álbum debut de larga duración: Isolation.

Kali Uchis es el nombre artístico de Karly Loaiza, una mujer colombo-estadounidense que vivió la vida del inmigrante desde sus primeros años. Sus padres viajaban de un país al otro, huyendo del conflicto armado, pero al mismo tiempo teniendo deseos de volver a reunirse con sus familiares. Ella creció como una renegada, a la que la vida académica no le simpatizaba en lo absoluto, deseando únicamente explotar su creatividad, a costa de que tuviera que vivir momentos difíciles como empezar una etapa alejada de su familia desde los 17 años (Díaz, 2017). Tal vez eso influiría en el carácter ingenioso, empoderado y elegante que le impregnaría a su música años más tarde.

Se había dado a conocer con un mixtape que llamó la atención de intérpretes ya consolidados del medio como Snoop Dogg o Tyler the Creator. Sin embargo, también quiso demostrar sus capacidades como cantautora y publicó un primer Extended Play titulado Por Vida en el 2015 (Last.fm, 2020). A pesar de que el impacto se limitaría a los círculos más especializados de la música anglosajona, fue un primer impulso para que su nombre adquiriera gran notoriedad en el medio.

No obstante, el objetivo de la ya reconocida cantante apuntaría a la creación de un disco de larga duración, el cual perfeccionaría todos los conceptos que abordó en sus trabajos pasados, mezclados con esa independencia con la que se formó desde sus años de adolescencia. El nombre del álbum coincide con la sensación que tuvo presente durante su período de vida en solitario: Isolation (Aislamiento). Quince piezas estarían incluidas en aquel trabajo discográfico lanzado en abril del 2018.

Menciono la fecha porque es relevante conocer cuál era el panorama musical en el que la cantante se iba a desenvolver: mientras el reggaetón expandía su impacto desde Latinoamérica; el pop anglo, el hip hop y el trap eran las propuestas formuladas desde Estados Unidos. Así mismo, en España estaban preparando una estética conceptual de pop y folk; y los lejanos asiáticos traían su propuesta cautivadora en simpáticas boybands.
 

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Kali Uchis - De COUGHS - Photographer - CC BY-SA 4.0

Kali Uchis tomaría parte de esos conceptos, pero al mismo tiempo se alejaría de cualquier clasificación que se le pudiera otorgar a dichas melodías. Y desde el primer minuto del disco, es posible notar esto. El placer se apodera del oído del espectador en la introducción, Body Language, donde los sonidos naturales y la melodía de una flauta se entrelazan con la voz serena de la intérprete, quien le da la bienvenida a todos los oyentes para ingresar a ese rincón solitario, pesado y a la vez armonioso en el que ella vivió desde su juventud.

Las canciones que siguen demuestran el potencial creativo que Karly es capaz de desarrollar en su aventura por el cuarto arte. El género sigue sin ser definido y la cantautora está satisfecha de que no se le pueda encasillar en algún estilo predeterminado. Varios temas son tratados en sus letras: la inmigración, el desinterés, el romance, la explotación laboral, la dependencia, los sueños y la misma soledad recalcada en varios puntos del disco. Todo esto se encuentra envuelto en una capa de sonidos y acordes de carácter tan atractivo como variado, en donde se notan influencias de corrientes musicales como R&B, soul, pop, psicodelia e incluso reggaetón, pero adaptados a la identidad de la intérprete.


Los puntos decisivos del trabajo discográfico llegan cuando el deleite se apodera de los sentidos de los espectadores por medio de profundos viajes acústicos. Piezas como Tomorrow, Feel like a fool o Tyrant gozan de momentos álgidos gracias a la correcta interpretación de Kali, la tenacidad acariciadora de los instrumentos que la acompañan y la producción que existe tras bambalinas. Esto último de gran importancia, debido a que nombres destacados de la industria como Kevin Parker o Damon Albarn apoyaron el proceso que la artista estaba desarrollando.
 

El cierre del disco regresa a la intimidad de la mujer o más bien a la de aquella chica de 17 años que dormía en un automóvil después de liberar su lado más rebelde. Killer, una composición que explora los diferentes pensamientos que puede tener una persona joven después de que sus padres tomaron medidas drásticas para que intentara “madurar” (Díaz, 2017). Más allá de la sensación de incomodidad y la lección de vida que pudo transmitir dicho período, las líricas resultan ser una suave caricia en un momento de debilidad absoluta.

En definitiva, Isolation promete un boleto de ida a los lugares más recónditos de la memoria y el subconsciente en el que podrán recrear todo tipo de experiencias con cada una de las melodías que vienen incluidas, añadiendo un enfoque central en aquella soledad que la artista vivió y superó a través de su ingenio y fuerza de voluntad. Eso sí, se debe dejar en claro que quizás el disco sea difícil de escuchar en las primeras ocasiones debido a la baja similitud que posee frente a las tendencias actuales del mercado, pero no por ello deja de ser accesible para el público en general.

 

¿La podríamos definir como extranjera? Seguramente. Sin embargo, así como Calvino regresaría a Cuba a visitar la casa de sus padres (Ruiza et al, 2004); la intérprete regresaría por épocas al hogar de su familia en Colombia, disfrutando el éxito que cosechó y preparando nuevas propuestas para nutrir su carrera musical. Eso de que “El lugar ideal es aquél en que es más natural vivir como extranjero” claramente aplica para Kali Uchis, viviendo su carrera en los países donde creció, se fortaleció y se consolidó.


Bibliografía