Popularidad y magnitud de las “cuatro grandes novelas clásicas chinas”
Mateo Cepeda
Mateo Cepeda
Se sabe que a los chinos les gusta la grandilocuencia. También se sabe que son aficionados a las enumeraciones. Este doble gusto por la hipérbole y la enumeración ha generado una curiosa tradición de enumeraciones grandilocuentes (la mayoría de cuatro elementos) que tocan muchos ámbitos distintos de la historia de la cultura china. Hacen parte de esta tradición famosas enumeraciones literarias, religiosas, estéticas, gastronómicas o políticas que van desde el orgullo por “los cuatro grandes inventos” (la brújula, la pólvora, el papel y la imprenta), hasta la tradición de los acartonados eslogans que han usado los líderes del partido comunista para expresar sus políticas (“los cuatro principios cardinales” de Deng Xiaoping o “los cuatro viejos” de Mao), pasando por las “cuatro grandes tradiciones culinarias” (que hoy en día ya son ocho). La imaginación exaltada de los historiadores chinos llegó incluso al punto de inmortalizar a “cuatro grandes bellezas” y “cuatro grandes feas”, ocho mujeres que marcaron el curso de la historia del país.
Este artículo trata sobre el conjunto que más me ha interesado de toda esta tradición de “los cuatro grandes”: “las cuatro grandes novelas clásicas”. Si la tradición de la literatura en español tiene como punto de referencia máximo al Quijote de Cervantes y la literatura en lengua inglesa a Shakespeare, cualquier referencia a las obras cumbres de la literatura china obliga a hablar de las cuatro grandes novelas clásicas (en orden cronológico de publicación): A la orilla del agua,El romance de los tres reinos, El viaje al Oeste y El sueño del pabellón rojo.
Dos aspectos particulares de estas cuatro grandes novelas chinas me han llamado siempre la atención. Primero, su inmensa popularidad actual en China -que contrasta con el gran desconocimiento de estas obras en occidente. Segundo, la magnitud descomunal de estas obras que tomadas en su conjunto parecen agotar la mayoría de los géneros de la novela en una especie de ambición insaciable por apresar completas muchas capas distintas de realidad y ficción.
Las “cuatro grandes novelas” fueron escritas entre el siglo XIV y el XVIII, durante el gobierno de las dinastías Ming y Qing. Si se tiene en cuenta que Don Quijote de la Mancha, considerada como una de las primeras novelas modernas de occidente, fue publicada a comienzos del siglo XVII, el surgimiento de la novela moderna en China ocurre un par de siglos antes que en occidente.
El surgimiento de la novela china es, no obtante, un fenómeno bastante tardío dentro de una tradición literaria de varios milenios que se caracterizó principalmente por una copiosa producción de poesía, tratados políticos, filosóficos e históricos (Confucio, Lao Tse, Sun Tzu y los grandes poetas de la dinastía Tang, principalmente Li Bai). Parte del gran atractivo del género de la novela dentro de estra tradición es que las novelas fueron las primeras obras en ser escritas en lengua vernácula (白话), a diferencia de las obras clásicas recién mencionadas, que se redactaron en chino clásico (文言文). Gracias a esto, las novelas eran accesibles para un número más grande de lectores no eruditos, para quienes el chino clásico era tan inaccesible como lo es el latín para los hispanohablantes contemporáneos.
Con el fin de desarrollar el tema de los dos puntos de interés antes mencionados, esto es, la popularidad actual y la magnitud de las “cuatro grandes novelas”, quiero reseñar a grandes rasgos las características principales de cada de ellas.
A la orilla del agua
A la orilla del agua, la más antigua del grupo, narra la historia de 108 héroes forajidos que al oponerse a la corrupción de los funcionarios del gobierno Song son perseguidos y termiman amotinándose en el monte Liang, una región plagada de pantanos. Después de probar su valentía por medio de distintas hazañas, los forajidos obtienen la amnistía del emperador y son convocados para luchar en su nombre contra ejércitos extranjeros invasores. En el curso de estas batallas los héroes encuentran la muerte.
A la orilla del agua es una obra épica que aprovecha también la caracterización detallada de cada uno de los personajes principales para funcionar como un crisol de las maneras de pensar y vivir de las capas bajas y medias de la sociedad china imperial. Los ideales de heroísmo y camaradería hacen que la novela sea particularmente popular entre el público joven masculino.
Para apreciar la inmensa influencia que ha tenido esta novela basta ver la popularidad que tiene hoy en día el género wuxia en China y otros países de Asia. Wuxia es un término que denota obras de literatura, películas, series de televisión, arte y teatro, que representan historias de héroes expertos en artes marciales clásicas enmarcadas usualmente en periodos históricos específicos de la historia de China. Las obras de wuxia se asemejan un poco a las novelas de caballería de nuestra tradición literaria, sólo que hoy en día este tipo de historias continúa siendo altamente popular en China. Son tan populares las obras de wuxia que Jin Yong, el escritor chino vivo más leído (sus obras han vendido más de 100 millones de ejemplares), es un autor de wuxia. A la orilla del agua es la primera manifestación del género wuxia y sus adaptaciones son tremendamente populares incluso hoy en día, no solo en China sino también en buena parte del sur y el este de Asia, particularmente en Japón.
El romance de los tres reinos
El romance de los tres reinos es una monumental novela histórica de casi mil personajes que está basada en el periodo posterior a la caída de la dinastia Han, una de las épocas más caóticas, violentas e inestables de la historia de China. La época de los Tres Reinos tuvo una duración de casi un siglo y culminó con el establecimiento de la dinastía Jin cerca del año 280 d.c.. Durante este intervalo de tiempo, tres gobiernos rivales (Wei, Shu y Wu) lucharon por unificar el territorio y establecer su propia dinastía. La novela, basada en su mayoría en hechos históricos, narra los complejos conflictos diplomáticos, políticos y militares que vivieron los tres reinos en su lucha por el poder.
El romance de los tres reinos es considerada como el culmen de la novela histórica china y es sin duda la novela histórica más leída en ese país durante los últimos siglos en ese país. Más popular hoy en día que A la orilla del agua, los personajes principales de El Romance están siempre presentes en la imaginación colectiva y son comunes las referencias o las citas textuales de sus frases más célebres en conversaciones cotidianas. Uno de los juegos de cartas más populares actualmente en China está basado en la trama de la novela, al igual que inumerables versiones de series de televisión, películas, juegos de video y obras de teatro.
El viaje al Oeste
El viaje al Oeste es una novela fantástica y mitológica de aventuras con un complejo trasfondo de temas taoístas, budistas y de cultura tradicional china. La novela narra la odisea de Tang Seng, un monje budista a quien se le ha encargado la misión de viajar hacia el oeste (la India) a las escrituras sagradas budistas. En este viaje, Tang Seng debe enfrentar un total de 81 dificultades, principalmente una multitud de monstruos y demonios que quieren comerse su carne para alcanzar la inmortalidad. Tang Seng es acompañado por tres discípulos mágicos que lo defienden de estos peligros. Uno de estos discípulos, Sun Wu Kong (en japonés Son Goku), conocido también como “El rey mono”, es un mono con poderes sobrenaturales y es probablemente el personaje más icónico de la historia de la literatura china.
De las cuatro grandes novelas, El viaje al Oeste es quizá la que tiene la presencia más ubicua hoy en día. Es practicamente imposible encender el televisor en China a cualquier hora y no encontrar alguna adaptación de esta obra: caricaturas, series realistas, versiones de la ópera de Bejing, comerciales, parodias. Una novela compleja con un tema espiritual pero llena de humor y fantasía, que atrae principalmente a los niños pero tambien cuenta con un muy complejo trasfondo que intriga a estudiosos de la mitología y las religiones orientales, principalmente del taoísmo y del budismo.
El sueño del pabellón rojo
La útima de las cuatro novelas, El sueño del pabellón rojo, es considerada de manera unánime como el punto más alto de la narrativa china. Una obra casi infinita, la única que escribió Cao Xueqin, quien murió antes de terminarla pero que lo consagró como el mejor novelista de la historia de su país.
Borges, lector ferviente de esta novela, comenta tras leeer la traducción alemana de Franz Kuhn: “[...] Tiene que interesarnos: es la primera versión occidental (las otras son un mero resumen) de la novela más famosa de una literatura casi tres veces milenaria. [...] Abunda lo fantástico: la literatura china no sabe de «novelas fantásticas», porque todas, en algún momento, lo son [1].
El sueño del pabellón rojo narra, aprovechando el hilo narrativo principal del triangulo amoroso entre Jia Bao Yu y sus dos parientes Lin Dai Yu y Xue Bao Chai, la decadencia de la familia Jia, una estirpe de aristócratas en la época de la dinastía Qing.
Es una novela realista que desarrolla a profundidad el carácter de cada uno de los personales principales pero especialmente se extiende exhaustivamente en describir numerosos aspectos de la vida de la época que cubren detalles como las jerarquías sociales, la medicina, la cultura del té, la poesía, la arquitectura y la música. El aspecto psicológico de la novela, el nivel de detalles y la gran magnitud de personajes femeninos han hecho que el tenga particular acogida entre el público femenino. Es tal el respeto que existe por esta obra que hay un campo de estudios especializado sólo en la novela, la “Rojología”. Algunos importantes intelectuales chinos del siglo XX (el filósofo Hu Shi, por ejemplo) fueron reconocidos “rojologos”.
Final
Después de esta visión panoramica de las cuatro grandes novelas chinas tenemos más herramientas para entender los dos puntos mencionados al comienzo: la gran popularidad actual de estas obras literarias y la amplitud de los temas que abarcan.
Las cuatro novelas tomadas como un conjunto logran englobar un espectro muy amplio de los distintos géneros de la novela: épica, heróica, histórica, fantástica, mitológica, de aventuras, de familia y psicológica. Tenemos una obra como El viaje al Oeste llena de monstruos y personajes fantásticos, otra como El Romance de los tres reinos, de personajes históricos y otra altamente costumbrista, como El Sueño del pabellón rojo. Esta amplitud de enfoques recrea universos que abarcan buena parte de la realidad y la imaginación de la historia de un pueblo.
Por otra parte, tenemos también un conjunto de novelas que por su trama y personajes despiertan interés en públicos de todas las edades y géneros. Esto, combinado con la alta influencia cultural de las historias y las múltiples adaptaciones que se han hecho de ellas explican el hecho de que el público chino esté muy familiarizado con los personajes y eventos de estas novelas.
Por esto, las cuatro grandes novelas” funcionan también como mecanismos de preservación y trasmisión de elementos culturales que los chinos consideran como importantes de conservar y que involucran lecciones sobre su historia, sus costumbres, sus doctrinas morales y sus supersticiones y aficiones.
Es difícil saber si las cuatro grandes novelas continuarán siendo populares en China, o si algún dia atraerán el interés de lectores occidentales. Lo cierto es que una aproximación a estas obras literarias puede ayudar a iniciar un diálogo con una cultura vasta, compleja y distante, y ofrece herramientas para entender la mentalidad de un país que tiene la intención de ser uno de los principales protagonistas de este siglo.
[1] Textos cautivos / Jorge Luis Borges. - Madrid: Alianza, 1998, p. 343.