Por: Mayra León, Gestora de Comunicaciones.
Este estudio realizado por Benjamin Quesada, profesor de nuestra Facultad de Ciencias Naturales y Diana Bonilla, egresada de la misma Facultad, analizó 41 libros de ciencias naturales en Bogotá y reveló deficiencias significativas en diversos aspectos. El análisis abordó varios aspectos, como la cantidad y naturaleza del contenido, la iconografía y las actividades.
Diana Bonilla, egresada de la Facultad de Ciencias Naturales y coautora del estudio, destacó que “la investigación inicio a principios del año 2022, con la colaboración del colegio Santa Luisa en Bogotá, quienes gentilmente nos permitieron acceder a su colección de libros escolares. Tras varias semanas de muestreo en marzo y abril, iniciamos el proceso de análisis de la información y redacción del manuscrito”.
Bonilla subraya que “los libros examinados dedican menos de una página al cambio climático, presentando un tratamiento superficial y poco complejo. Se señala la falta de reflejo del contexto colombiano y las experiencias de los estudiantes en la iconografía, así como actividades propuestas de bajo nivel cognitivo ”. Aunque este estudio reconoce aspectos positivos, como un buen nivel de validez científica en general, también señala la presencia de errores conceptuales.
Como resultado, se destaca la urgencia de que los libros escolares colombianos mejoren al incluir contenidos más específicos y completos en relación al climático. La razón principal es facilitar la conexión entre el conocimiento científico y las experiencias de los estudiantes, mejorando así la eficacia de las herramientas de aprendizaje en este campo.
Comprender y analizar el contenido de los libros escolares colombianos sobre cambio climático es crucial en el contexto actual. Estos libros desempeñan un papel fundamental en los procesos de enseñanza-aprendizaje de niños y jóvenes, ya que tienen el poder de influir en su percepción sobre el tema e incluso en su capacidad de acción frente a esta problemática. Por lo tanto, un análisis detallado de estos materiales proporciona información valiosa sobre el enfoque que las instituciones educativas ofrecen a los estudiantes respecto al cambio climático.
Estos hallazgos pueden guiar la revisión y actualización de los libros, asegurando que presenten una visión más completa, precisa y contextualizada del cambio climático. Además, pueden contribuir de manera significativa a la formación de jóvenes activos en la lucha contra este fenómeno, una necesidad urgente en Colombia debido a su alta vulnerabilidad frente a la crisis climática.
El cambio climático es un desafío que afecta a cada rincón del mundo y requiere de una respuesta integral y diversa en todos los niveles de la sociedad. Por esta razón, es fundamental que aprendamos sobre esta problemática desde la escuela. Los recursos educativos, como los libros escolares, deben trascender su papel convencional de fuentes de información para convertirse en herramientas que vinculen el conocimiento científico con las experiencias de los estudiantes.
Esto permitirá a los docentes comprender mejor cómo el cambio climático impacta sus vidas y cómo pueden enfrentarlo desde sus propias comunidades. Es importante promover un enfoque educativo interdisciplinario, práctico y adaptado a las particularidades de cada contexto. De esta manera, estaremos fomentando en los estudiantes habilidades que les permitan contribuir de manera efectiva a la lucha contra la crisis climática.
Diana Bonilla nos deja algunas sugerencias sobre el contenido que debe tener en los libros escolares:
- Integrar hallazgos de investigaciones científicas locales sobre el cambio climático en los materiales educativos para contextualizar el contenido y hacerlo más relevante para los estudiantes.
- Abordar las causas del cambio climático con mayor rigor, evitando errores conceptuales comunes, como las confusiones respecto a términos clave como efecto invernadero y calentamiento global.
- Utilizar iconografía atractiva y pertinente que impacte a los estudiantes y sus contextos específicos.
- Proponer actividades que incentiven el desarrollo de la capacidad de análisis, evaluación y creación.
Este estudio se llevó a cabo en el marco del proyecto internacional de la Office for Climate Education ALEC (América Latina para la Educación Climática, https://www.alec.oce.global/es/proyectos/alec) y del Grupo de Investigación "Interacciones Clima-Ecosistemas (ICE)" (reconocido y avalado por Minciencias) de la Universidad del Rosario.
