El capitán Juan Bravo de Torres
La biografía de un pariente de fray Cristóbal de Torres llama la atención de un incidente histórico: el socorro neogranadino a Guayana, en la invasión holandesa de 1637.
En una corta biografía impresa, se indica que Juan Bravo de Torres fue hijo del licenciado Tomás López Bravo y de Ana María de Gatarrate y Mendoza. Pasó a Santafé con su tío, el arzobispo Torres, en 1634. Fue teniente de capitán general del Reino, encomendero de Chipaque y Ubatoque; alcalde ordinario, en 1653. Casó con Catalina de Solanilla y fueron padres de José y Cristóbal Bravo, colegiales mayores del Rosario, y de Violante Clara de San José, religiosa[1]carmelita. Esta vez, queremos desarrollar un punto de su biografía, referente al “socorro de Guayana quando la saqueó el Ingles”.
El capitán Bravo de Torres, creado por la aplicación Canva.
El socorro de Guayana.
De las Informaciones de Juan Bravo de Torres, solicitando algún gobierno en Indias, en virtud de sus servicios y los del suegro (1649), extractamos los siguientes datos: hacía catorce años, poco más o menos, había venido con su tío. Entre los servicios al rey que enumera, se destaca:
(...) el año pasado de treinta y siete que auiendose tenido en esta ciudad noticia de que el enemigo olandez auia acometido y saqueado el puerto de Guayana (...).
Se organizaron fuerzas para su defensa, puesto Juan Bravo por capitán de una compañía, “pagando dicho Arzobispo mi tio el sueldo de ellos y de otros çiento que levanto el maestro de campo don Fran(cis)co Venegas”[2].
A punto de salir la expedición, el presidente Martín de Saavedra y Guzmán nombró a Bravo teniente de capitán general del Reino, quedando al mando de la compañía Juan de Murillas, su primo.
Hasta aquí llega la relación del propio Juan Bravo. En otro documento posterior[3], Domingo de Saavedra Aguilar, gobernador de Santafé, pasando revista de sus asuntos, indica:
(...) no a sido de menor ymportancia la ymbasion que el Enemigo olandes a hecho en la Prouincia de Guaiana del distrito desta Audiencia pues no contentandose con ocupar todas aquellas costas del norte subieron el rio orinoco arriba quarenta leguas y repentinam[en]te asaltaron la ciudad de santo Tome cabeza de aquel Gouierno rouando quanto auia en los templos y casas particulares y despues de los nefandos sacrilegios que hizieron en las ymagenes y cosas sagradas robaron el s[antissi]mo sacramento en su hostia consagrada lleuandose a sus fortalezas [f. 1v] donde con ygnominia y mofa le muestran a los yndios Caribes con quien estan coaunados (...) esta causa y el riezgo en q[ue] el Gouernador y vezinos de Guaiana me auisan estan de perezer (...) me mouieron a conduzir en menos de un mes docientos infantes con su Maese de Campo Capitanes, y oficiales que é embiado de socorro armados y pertrechados de lo necesario aunque con el poco exercicio que ay de guerra en este R[ey]no no estan las cosas tan prontas como se halla (sic) en esos para las leuas que se hazen p[ar]a filipinas (...) ya me auisan que se embarcaron feliz mente en el rio orinoco, que segun la comun opinion es de los mas caudalosos del Orbe. confio en Dios que a de ayudar a n[uest]ra gente dandoles una gloriosa victoria contra aquellos Enemigos.
Tales operaciones militares dejaban el reino un tanto desprotegido, por lo cual el gobernador decidió acudir a las contribuciones para atender la defensa local, mediante “la ymposicion en los generos mas neçesarios y forçosos que se comercian y gastan para el sustento comun”; de lo que esperaba obtener, solo en Santafé, ocho mil pesos.
La relación de Flórez de Ocáriz presenta detalles distintos: el arzobispo Torres ayudó al socorro de Guayana con cinco mil pesos, costeando tres sobrinos que fueron con compañías de Infantería, siendo gobernador Diego López de Escobar, en 1638[4]. El socorro consistió en 200 infantes, al mando del sargento mayor Diego Ruiz Maldonado, que salieron el 18 de octubre de 1638 y llegaron a Santo Tomé el 11 de febrero de 1639, viajando por los ríos Casanare, Meta y Orinoco[5].
Gaspar de Lara. Carta y descripsion hidrographica de una parte del gran Rio Orinoco, 1747. Archivo General de Indias, MP-VENEZUELA, 128. Detalle de la ubicación de Santo Tomé de la Guayana.
Un pariente de fray Cristóbal.
Volviendo al boceto biográfico con que empezamos, se añade que fue encomendero de Chipaque y Ubatoque[6], “en donde se avecindó”; alcalde ordinario de Santafé, en 1653[7]. Francisco Venegas, quien iba al mando de una compañía, es pariente del arzobispo Torres, en calidad de padre de Cristóbal Venegas Ponce de León, hijo de María Bravo de Torres[8], quien vendría siendo el primer colegial que nombró fray Cristóbal de Torres[9].
[1] Álvarez, J. (1790). Hijos de Madrid, ilustres en Santidad, dignidades, armas, ciencias y artes. Tomo III. Madrid: Benito Cano. Sobre la nacionalidad de los saqueadores, véase nota 4.
[2] Informaciones: Juan Bravo de Torres. Archivo General de Indias, SANTA_FE,138, N.9.
[3] Ordenes del gobernaor de Sta. Fé para armar el Reino. Archivo Histórico Nacional, DIVERSOS-COLECCIONES,34,N.51. Documento fechado en cinco de enero de 1639.
[4] Flórez, J. (1674). Libro primero de las genealogías del Nuevo Reyno de Granada. Madrid: Joseph Fernandez de Buendia, p. 140. Parece que Flórez padeció una confusión en este punto. En su lista de gobernadores de la Provincia de Guayana, pone un saqueo de “cosario inglès Gualterral”, a principios de 1618, siendo gobernador Diego Palomeque de Acuña; en tiempo de López de Escobar, “por los años de 1638, en que saquearon enemigos Franceses aquella ciudad”; en 1664, “inuadiò, y saqueò à Guayana un cosario Bartolomè Bernardo, de nacion Flamenco”.
[5] Perera, M. (2003). La provincia fantasma. Guayana siglo XVII. Ecología cultural y antropología histórica de una rapiña, 1598-1704. Caracas: Universidad Central de Venezuela. Ruiz Maldonado dejó una memoria de dicha expedición.
[6] Al parecer, desde 1649. Ruiz, J. (1975). Encomienda y mita en Nueva Granada en el siglo XVII. Sevilla: Escuela de Estudios Hispano-Americanos.
[7] Los datos son tomados de Flórez de Ocáriz, Genealogías. Según Flórez, los hijos del enlace Bravo-Solanilla fueron: Violante Clara de San José, José Bravo de Solanilla, colegial mayor, “dexò los estudios, y se hizo seglar”; maestro Cristóbal Bravo de Torres, colegial mayor “y nombrado en su patronazgo”, más Ana y Tomás, fallecidos temprano.
[8] Flórez, Genealogías, II 91.
[9] Blog del Archivo Histórico de la Universidad del Rosario. Los colegiales fundadores del Rosario: lo que dicen los documentos.