Una de las novedades del SXXI radica en la dificultad de las industrias tradicionales por generar crecimientos económicos superiores más allá de la sostenibilidad financiera, razón por la que estas grandes empresas han iniciado la búsqueda de alternativas de inversión bajo nuevas formas de negocio que se adapten a las condiciones cambiantes del entorno.Entre las alternativas, una nueva forma de empresa denominada startup, rompe con las estructuras tradicionales, demostrando que la apropiación de la innovación como pilar de desarrollo posibilita superar en cortos periodos de tiempo a las megacorporaciones, tal como lo evidencian Google, Facebook y Uber, entre otras, quienes iniciaron su operación a principios de este siglo y rápidamente han logrado un crecimiento económico casi 10 veces superior al de sus competidores internacionales.

Al profundizar en las razones que explican el éxito, se encuentra que en su mayoría estas organizaciones hacen parte de un tipo particular de estructura, llamada “ecosistema de emprendimiento”, diseñado para acompañar su proceso de consolidación como nuevas firmas innovadoras.

En la Universidad del Rosario está disponible un modelo que simula a escala un ecosistema de emprendimiento, útil, entre otras cosas, para el diseño de política pública. El modelo es producto de una investigación realizada por el profesor Sergio Pulgarín, director del Centro de Innovación (Innova) de la Escuela de Administración, quien explica que el impacto de estos ecosistemas es muy grande, pues en la actualidad soportan buena parte del crecimiento económico de las principales ciudades del mundo, tomando como referente los de Nueva York, Silicon Valley, Londres, Berlín y Singapur, incluidos en el top 10 de los principales ecosistemas de emprendimiento del mundo, los cuales registran altas tasas de crecimiento y una proporción mayor de contribución al Producto Interno Bruto (PIB) de los países de procedencia.

Otro punto importante es que operan a manera de red articulada, sobre una base institucional fuerte, enfocada en la articulación de diversos esfuerzos que soportan tanto a los startups, como a las instituciones de apoyo que acompañan todos los niveles del emprendimiento.

Al analizar las razones del crecimiento económico de los países –continúa el profesor– “encontramos que una o dos regiones son las que jalan el crecimiento del PIB del país, mientras que otras solo producen pero no jalonan. Por ejemplo, en Estados Unidos, están Los Ángeles y Nueva York; en Brasil, Sao Paulo y Río de Janeiro. El elemento común es que allí están las concentraciones de ecosistemas de emprendimiento más importantes”.

En Colombia el emprendimiento debería ser una profesión como sucede en otros países del mundo.

Lo que muestra la evidencia es que Colombia es un país que tiene algunos esfuerzos regionales por mejorar sus condiciones de emprendimiento, especialmente en Bogotá y Medellín, pero que todavía falta un largo camino por recorrer.

Los principales hallazgos

La investigación de la Universidad del Rosario provee aportes respecto al proceso innovador en ecosistemas de emprendimiento, mediante el desarrollo de un modelo basado en agentes. Es decir, un instrumento que permite estudiar la interacción de los actores vinculados al fenómeno mediante el cual emergen las innovaciones en un ecosistema de emprendimiento, lo cual abre la oportunidad a cuestionamientos de investigación que bajo metodologías tradicionales difícilmente se podrían abordar.

Dicho de otro modo, en la ciencia clásica se pasa de las causas a los efectos, despreocupándose por lo que sucede en la “caja negra” y en este tipo nuevo de metodologías lo que se busca es abrir esa caja y ver qué pasa adentro.

En este contexto, según comenta el profesor Sergio Pulgarín, lo que encontró el modelo se puede resumir en tres puntos, que se explicarán más adelante en detalle:

1. La innovación es un recurso escaso, lo que no significa que no haya que invertir, pues de no hacerlo, igualmente fracasarán. En otras palabras, los países tienen que invertir en innovación para generar crecimiento económico, entendiendo que la cantidad de dinero que se invierta no se verá reflejada proporcionalmente en la tasa de innovación del país, dado que en las mejores condiciones de inversión de capital, la media de efectividad en innovación no es superior al 15% según los resultados de la investigación.
2. El emprendimiento en Colombia no es una profesión, situación que tiene unas implicaciones enormes en el ecosistema, que contempla el desarrollo de unas habilidades y afecta también el empoderamiento y la convicción de los emprendedores.
3. Hoy, el país no cuenta con la estructura necesaria para generar un ecosistema de emprendimiento integral. Faltan eslabones. En Colombia, los programas se concentran en el desarrollo de ideas de negocio y la creación de empresas, pero no en fortalecimiento y crecimiento.

¿Pero qué pasa con el conjunto de problemas que no corresponden a relaciones causales, como en el caso del amor o en ejemplos menos románticos, como los procesos de votación, donde así se desarrolle sistemáticamente el conjunto de cosas que enamorarían a una persona, eso no garantiza que suceda, o donde un candidato hace lo previsible y gana el otro porque en la interacción del proceso terminaron dándose cosas que lo favorecieron?

En ciencias sociales hay una gran cantidad de problemas que se comportan de manera lineal, es decir relaciones causa-efecto, pero otros que no.

En este segundo grupo surge una relación denominada “emergencia”, que se refiere a algo que emerge. Los sistemas, en algunos escenarios, desarrollan comportamientos emergentes en los que no hay unas causas sino un conjunto de elementos que por su simple interacción tienen como efecto la emergencia de un macrocomportamiento.

Una organización puede invertir 10 mil millones de dólares y contratar al mejor equipo de innovación y no innovar, mientras que hay organizaciones que ni siquiera tienen una unidad formal de innovación y no obstante pueden resultar muy innovadoras.