“Los municipios del país se enfrentan a problemas críticos: un nivel muy bajo de aprovechamiento de residuos sólidos, aumento de las cantidades de residuos, condiciones precarias de los recolectores de residuos, falta de inversión en estrategias alternativas que se ven influenciadas en el incremento de la contaminación y los derrumbes en los vertederos”, afirman Julián Esteban Cantillo, joven investigador y Benjamín Quesada, profesor y climatólogo del programa de Ciencias del Sistema Tierra de la Universidad del Rosario.
En el caso del municipio de Puerto Carreño, donde se realizó el estudio, desde hace años existe un problema que sigue sin una pronta solución: los indígenas se han desplazado de sus resguardos históricos para prestar el servicio de reciclaje, labor esencial reconocida por la Corte Constitucional, en condiciones de extrema precariedad y sin estar formalizados, indica la investigación de la Universidad del Rosario.
En el estudio “Caracterización y gestión de residuos sólidos en una ciudad tropical altamente vulnerable”, que se publicó en la revista científica internacional Sustainability (versión en inglés https://www.mdpi.com/1992004 y versión en español https://bit.ly/PuertoCarrenoResiduosSolidos), el joven investigador Julián Esteban Cantillo realizó en terreno una identificación minuciosa de los residuos sólidos en la capital del Vichada.
Cantillo, con el apoyo de la asociación colombo francesa de investigadores COLIFRI y el programa de Ciencias del Sistema Tierra de la Universidad del Rosario, extrajo aproximadamente 400 kg de residuos sólidos siguiendo las rutas establecidas por el proveedor privado.
“Con esto se pudo establecer que más del 60% de los residuos recolectados son aprovechables, esencialmente orgánicos (33%), plásticos (11%) y cartón (8%), justamente lo que buscan reciclar los indígenas”, dijo el académico.
Niños, mujeres embarazadas e indígenas en precarias condiciones.
Juan Esteban Cantillo es experto en recolección de residuos sólidos. Ha trabajado durante varios años en el proceso de formalización de los recicladores de oficio con la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) y en la Interventoría de Aseo en Bogotá.
El joven investigador en el estudio encontró que hay niños, mujeres embarazadas e indígenas en muy precarias condiciones laborando en el relleno sanitario El Merey, de Puerto Carreño.
“Es triste que las entidades gubernamentales encargadas de la vigilancia y control a la gestión de residuos sólidos y las entidades encargadas de derechos humanos, no arreglen esta situación de injusticia extrema, invisibilizando la labor de los indígenas recicladores y permitiendo que estas comunidades continúen en situaciones de peligro y pobreza extrema”, afirmó.
Soluciones a corto plazo con beneficios sociales, ambientales y económicos
El estudio de la Universidad del Rosario propone varias recomendaciones que son factibles y de alcance inmediato. Primero, se tiene que emprender la formalización de los recicladores de Puerto Carreño con ayuda prioritaria del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios y de las demás entidades nacionales y departamentales que puedan contribuir a la dignificación de la labor del reciclador en Colombia y a la superación de la vulnerabilidad.
Segundo, se deben implementar rutas selectivas eligiendo un día preciso para un material específico, con el fin que los recicladores puedan realizar su labor de recolección y transporte en la ciudad para luego comercializar el material potencialmente aprovechable.
Y tercero, los residuos tienen que ser sistemáticamente pesados antes del ingreso al relleno sanitario, en lineamiento con la normatividad colombiana, para lograr una tarifa precisa.
Para el profesor Benjamín Quesada, este último problema es también de importancia para las ciudades en general en Colombia, ya que de la cantidad de residuos tratados depende la tarifa aplicada a los usuarios. “Nuestro análisis muestra que la cantidad de residuos estuvo sobreestimada en más de 40% durante el periodo de estudio”.
Estos residuos necesitan a nivel nacional de más iniciativas de aprovechamiento agrícola (por ejemplo, compostaje) y energético para aumentar las condiciones económicas (más reciclaje) y ambientales (menos congestión de relleno sanitario) de las ciudades.
El estudio de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario hace un llamado de atención urgente para formalizar las funciones de los recicladores no oficiales, que en su mayoría en el municipio de Puerto Carreño son parte de comunidades indígenas, los cuales viven en condiciones precarias y peligrosas, así como para aplicar otras recomendaciones claves de gestión de residuos.
“Como Puerto Carreño, existen en Colombia muchos municipios, ciudades y poblaciones que desafortunadamente tienen problemas considerables con la gestión integral de residuos sólidos”, precisaron los investigadores.
“Es imprescindible que nacionalmente los esfuerzos contribuyan a dignificar esta importante labor ambiental en condiciones dignas de trabajo y reconociendo que sin reciclaje nuestro territorio se enfrentará a una crisis ambiental y social sin precedentes”, señaló Quesada.