Cena de Emaús
Por: Centro UR Intercultural
Cada 9 de agosto, recibimos un recordatorio de los desafíos que enfrentamos como sociedad y comunidad académica en relación a la interculturalidad y la diversidad étnica en nuestro país, gracias a la conmemoración del Día Internacional de las Poblaciones Indígenas.
Durante los últimos 29 años, organizaciones internacionales han impulsado espacios para combatir el racismo, preservar las culturas y establecer agendas en temas étnicos. Según datos de la ONU, en todo el mundo hay más de 470 millones de personas, aproximadamente el 5% de la población global, que forman parte de pueblos indígenas. Esta cifra en sí misma refleja la existencia de saberes y diálogos pendientes que deben ser abordados en torno a la diversidad étnica.
En el contexto colombiano, se reconocen 115 pueblos indígenas y en la actualidad, bajo el gobierno actual, se enfatiza aún más la necesidad de visibilizar y fomentar espacios que promuevan la interculturalidad en la educación superior. Según Angela Santamaría, profesora y directora del Centro UR Intercultural, las universidades deben impulsar "una docencia con perspectiva intercultural e investigación con enfoque territorial para generar espacios de formación y apoyo a estudiantes indígenas".
A nivel nacional, existe la necesidad de reconectarse con las tradiciones de las ancestros y ancestros, así como con nuestra historia y memoria. Para Yeshica Serrano, coordinadora del programa 'Tejiendo Interculturalidades' de la Universidad del Rosario, "es aquí donde radica la acción de los pueblos indígenas, sometidos a diversas formas de reducción y exterminio, desplazados de sus territorios ancestrales, marginados económicamente; sin embargo, siguen presentes en todos los rincones del mundo para enfrentar toda forma de discriminación y exclusión".
Este esfuerzo se refleja en las constantes peticiones de organizaciones indígenas al gobierno nacional en el ámbito de la educación étnica y los diálogos interculturales. Para Serrano, estos espacios son respuestas a luchas históricas y alianzas interinstitucionales por la educación. "Los conocimientos indígenas y afrodescendientes son fundamentales en la educación, ya que permiten transformar e innovar los saberes científicos y sociales".
Por ello, Colombia debe proponer alternativas que incorporen saberes tradicionales en todos los ámbitos de la sociedad. La Universidad del Rosario ha avanzado significativamente en la transformación de estas dinámicas históricas de exclusión y racismo dentro y fuera de la educación superior, siguiendo los mandatos de la ONU y otros instrumentos internacionales, a través del Centro UR Intercultural, según explica Serrano.
No basta con crear espacios, también es necesario diseñar planes para el apoyo continuo de estudiantes étnicos, quienes enfrentan desafíos al ingresar a la universidad. Según el politólogo Fabián Rosas, "el esfuerzo más notable de la Universidad del Rosario ha sido la redefinición de aulas, espacios de aprendizaje, métodos educativos; el Rosario se está convirtiendo en un referente en diversidad, extrapolando la riqueza del territorio colombiano".
El Centro UR Intercultural, dependiente de la Vicerrectoría de la Universidad del Rosario, opera en tres dimensiones clave: primero, el programa de becas "Tejiendo Interculturalidades", dirigido a jóvenes de grupos étnicos, con alrededor de 202 jóvenes indígenas y afrodescendientes. Segundo, la docencia diseñada como estrategia de acompañamiento, integrando actividades académicas con la valorización y fortalecimiento de conocimientos de pueblos indígenas y afrodescendientes a través de su lengua, ciencia y espiritualidad. Tercero, la investigación con enfoque territorial, en la cual las propias comunidades indígenas determinan su agenda académica y metodologías.