Este análisis, presentado en el marco del programa Bogotá Cómo Vamos, encontró que 327.324 personas salieron de la situación de pobreza entre el 2020 y el 2021 en Bogotá, siendo esta la ciudad que más contribuyó a la reducción de la pobreza a nivel nacional a pesar de ubicarse en el cuartil de ciudades donde las ayudas estatales aportaron menos a la superación de la pobreza monetaria.
En el año 2020, la ciudad de Bogotá reportó su mayor nivel en el índice de pobreza monetaria de la última década (40,1%), luego de haber mantenido una tasa relativamente baja y estable en los ochos años anteriores. También se observó un aumento en la pobreza monetaria extrema, que para el 2020 llegó a alcanzar la histórica cifra de 13,3%, 1,8 puntos porcentuales por debajo del promedio nacional. En términos de magnitud, el repunte como resultado de la pandemia implicó que 3.357.585 bogotanos se hallaran en condición de pobreza y aunque 327.324 de esas personas salieron de dicha condición en el 2021, la tasa aún se encuentra muy por encima del promedio previó a la pandemia. Además, de acuerdo con la información publicada por el DANE, la ciudad se encuentra en el cuartil de ciudades donde las ayudas estatales aportaron menos a la superación de la pobreza monetaria, incluso detrás de otras ciudades principales como Cúcuta, Barranquilla, Bucaramanga y Cali.
Si bien la desigualdad ha venido creciendo de forma sostenida en la capital desde el 2012, esta alcanzó su máximo histórico en el 2020 con un Gini de 0,544. Existen importantes factores de vulnerabilidad, como lo es el estrato socioeconómico de los hogares, el género y la ocupación del jefe del hogar que acentúan la pobreza monetaria. El equipo de investigadores de UR Equidad y Alianza EFI resalta que, aunque la pobreza monetaria para grupos vulnerables se encuentra por debajo del promedio nacional, excepto en los casos donde el jefe del hogar es de nacionalidad venezolana o en el caso de los hogares pertenecientes a los estratos 1 y 2, donde se observa incluso un crecimiento en este indicador entre 2020 y 2021. Esto muestra la necesidad de políticas activas con enfoque diferenciales dirigida a estas poblaciones.
Los investigadores también se dieron a la tarea de descomponer el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) según la información reportada por el DANE. El capítulo evidenció que las dimensiones que empeoraron el IPM de la capital entre el 2020 y 2021 fueron las referentes a desempleo de larga duración, barreras de acceso a servicios de salud, inadecuada eliminación de excretas, acceso a fuente de agua mejorar y materiales inadecuados de paredes exteriores.
El impacto de la política pública en la reactivación económica
Luego de estudiar los programas adoptados por la Alcaldía Mayor de Bogotá en el marco de la pandemia y la recuperación, el equipo de investigadores de la Universidad del Rosario encontró que la respuesta del distrito se articuló en tres ejes principales: Transferencias y subsidios, empleo y género.
Entre los tres ejes de recuperación, se destacan novedosos mecanismos de intervención cuyos beneficios protegieron a miles de familias entre el 2020 y el 2021. Un caso destacado es el programa Bogotá Solidaria en Casa, el cual integró diferentes tipos de transferencias y subsidios, permitiéndole a la ciudad migrar hacia un esquema de Ingreso Mínimo Garantizado que fortaleciera la liquidez de los hogares. Por su lado, el Plan de Cambio y Rescate Social para Bogotá buscó la vinculación laboral para jóvenes menores de 28 años y apoyó la generación de empleo para 24.000 mujeres microempresarias o con emprendimientos populares. Finalmente, la ciudad avanzó en materia de igualdad de género con la puesta en marcha de más Manzanas del Cuidado, las cuales concentran formación, servicios para las personas que requieren cuidado, , de salud y de promoción de emprendimientos de mujeres.
Reflexiones orientadas hacia la recuperación económica
La ciudad tiene como principal reto +redoblar los esfuerzos para atender a personas en condición de vulnerabilidad, especialmente a la población migrante y a los hogares con un estrato socioeconómico bajo. Para este fin los programas de intermediación e inclusión laboral son cruciales. La focalización de estas políticas debe ir encaminada a reducir la desigualdad, afinando los mecanismos de redistribución con los que cuenta el distrito para evitar duplicidades en los subsidios y la concentración de beneficios en grupos poblaciones no prioritarios. El equipo de investigadores de la Universidad del Rosario también reconoce que el distrito ha avanzado de manera importante en el cumplimiento del Plan de Gobierno y los programas diseñados para mitigar los impactos de la pandemia. Si bien los avances por área temática (transferencias y subsidios, empleo y género) para el año 2021 fueron buenos (sobrepasando el 77% de la meta de ejecución), su avance total a 2024 requiere acelerar su ejecución, la cual oscila entre el 27,6% y el 32%.
12 de Agosto, 2022
Así lo demuestra el informe de Calidad de Vida 2021 del programa Bogotá Cómo Vamos en su capítulo de Economía y pobreza, una contribución conjunta entre los equipos de UR Equidad y la Alianza EFI de la Universidad del Rosario, el cual resalta los logros de la política de recuperación económica adoptada por el distrito, sus retos y recomendaciones.