Redacción por: Paula Escallón
De acuerdo con Leonardo Palacios, neurólogo y profesor de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, la identificación temprana y la rápida respuesta a los ACV son cruciales para salvar vidas y reducir las secuelas permanentes.
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¿Qué es un ACV?
Un ACV ocurre cuando el suministro de sangre a una parte del cerebro se ve interrumpido, privándolo de oxígeno y nutrientes. Esto puede suceder de dos formas:
- ACV Isquémico: Es el tipo más común y ocurre cuando un coágulo bloquea el flujo sanguíneo en una arteria que lleva sangre al cerebro.
- CV Hemorrágico Ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe, causando una hemorragia. Este tipo de ACV es menos frecuente, pero suele ser más grave.
Cuando el cerebro no recibe el flujo de sangre necesario, las células comienzan a morir en cuestión de minutos, lo que puede llevar a discapacidades significativas e incluso la muerte”, explica el doctor Palacios
Síntomas del ACV
Es importante aprender a reconocer las señales de alerta, los síntomas de un ACV suelen aparecer de forma repentina. Es vital que cada persona esté familiarizada con las señales, ya que la rapidez en la detección puede marcar la diferencia.
El doctor Palacios señala algunos de los síntomas más comunes:
- Debilidad o entumecimiento en la cara, brazo o pierna, especialmente en un solo lado del cuerpo.
- Dificultad para hablar o entender: Habla arrastrada, confusión o problemas para comprender lo que se dice.
- Problemas de visión en uno o ambos ojos, como visión borrosa o doble.
- Pérdida del equilibrio o coordinación, mareos y dificultad para caminar.
- Dolor de cabeza intenso y repentino sin una causa aparente, especialmente si se presenta con otros síntomas.
Para ayudar a recordar estos signos, se ha implementado la guía CORRE
Factores de riesgo para el ACV
La identificación de los factores de riesgo es esencial para la prevención del ACV. Algunos factores no se pueden modificar, pero otros sí pueden controlarse mediante cambios en el estilo de vida.
- Factores no modificables:
- Edad: El riesgo aumenta significativamente después de los 55 años.
- Sexo: Los hombres tienen un riesgo ligeramente mayor, pero las mujeres suelen tener un pronóstico más severo.
- Antecedentes familiares: Un historial familiar de ACV aumenta el riesgo.
- Factores modificables:
- Hipertensión arterial: Es el principal factor de riesgo. Mantener la presión arterial bajo control reduce considerablemente la probabilidad de un ACV.
- Diabetes: Niveles elevados de glucosa pueden dañar los vasos sanguíneos.
- Colesterol alto: El exceso de colesterol puede llevar a la acumulación de placas en las arterias.
- Tabaquismo: Fumar aumenta el riesgo de ACV, ya que contribuye al endurecimiento de las arterias.
- Consumo excesivo de alcohol y sedentarismo: Ambos factores están asociados con un mayor riesgo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ACV son la segunda causa de muerte en el mundo y aproximadamente 15 millones de personas sufren un ACV cada año, de las cuales 5 millones mueren y otros 5 millones quedan con discapacidades.
Para concluir, el doctor Palacios resalta que para reducir el riesgo de sufrir un ACV se debe adoptar un estilo de vida saludable, señala que, ”es importante controlar la presión arterial mediante chequeos médicos regulares y una dieta baja en sodio, mantener niveles adecuados de azúcar en la sangre para prevenir la diabetes o manejarla adecuadamente, adoptar una dieta saludable que sea rica en frutas, verduras, granos enteros y baja en grasas saturadas y trans, realizar ejercicio regularmente con al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, evitar el consumo de tabaco y reducir el consumo de alcohol, y manejar el estrés a través de técnicas de relajación, meditación o actividades recreativas”.
El Impacto del ACV en Colombia
En Colombia, la carga de los ACV es alta, no solo en términos de mortalidad sino también de discapacidad. Las secuelas pueden variar desde problemas motores y de lenguaje hasta alteraciones cognitivas que impactan la calidad de vida de los pacientes y sus familias.
¡La prevención del ACV es responsabilidad todos!
Cada persona puede contribuir con pequeños cambios en su vida cotidiana y preparándose para actuar en caso de emergencia. La educación sobre los síntomas y la guía CORRE pueden salvar vidas.