Por: Mayra León, Gestora de Comunicaciones
Las sesiones de Genial Labs se llevaron a cabo en los laboratorios, salones y zonas verdes de la sede Quinta de Mutis de la Universidad del Rosario. Desde su inicio en octubre de 2022, el programa ha contado con la participación de 34 niños llenos de dinamismo, emoción y tenacidad, lo que ha impulsado a los organizadores a seguir con esta iniciativa.
Magda Gaviria, profesora de la Facultad de Ciencias Naturales, explica que su interés por trabajar en temas de ciencia con niños surgió de la interacción con sus sobrinos gemelos cuando tenían 7 años “esta situación, quizás por mi condición de estudiante de biología de la época, suscitó en mí el ímpetu de buscar alternativas de solución convincentes y reales, pero sobre todo asequibles, que nos permitiera a ambas partes aprender de la evidencia científica”.
En colaboración con Eduardo Malagón, un biólogo con experiencia en la enseñanza a niños, se materializó en 2022 la primera versión del seminario Genial Labs. Cada una de las nueve sesiones fue diseñada para fomentar el desarrollo de competencias como la observación, la indagación, la argumentación y la comunicación oral y escrita, además, se promovieron habilidades blandas como la flexibilidad, la perseverancia, la resiliencia, la tolerancia y el trabajo en equipo.
La metodología del curso se basa en la elaboración de modelos científicos, lo que también contribuye al desarrollo psicomotor de los niños al manipular los materiales con los que construyen prototipos. Esta aproximación lúdica y divertida favorece el aprendizaje efectivo de contenidos científicos.
Magda Gaviria destaca la importancia de la educación en ciencias naturales para el progreso de un país y considera fundamental promover la formación científica desde la infancia. Para ella, esta práctica ha resultado ser una experiencia de aprendizaje enriquecedora, gratificante y única.
Genial Labs marca el inicio de una serie de proyectos que buscan dar protagonismo a niños y adolescentes en temas científicos. Estos espacios crean un entorno propicio para que los niños desarrollen competencias de pensamiento científico que les permitan enfrentar los desafíos de un mundo globalizado y en constante cambio, buscando despertar la pasión por la ciencia desde temprana edad y formar futuros profesionales que impulsen el progreso científico y tecnológico de la sociedad.