El análisis revela que las regiones con carreteras en mal estado o con infraestructura insuficiente experimentaron costos de transporte más elevados.
La combinación de una gestión administración eficaz, inversiones estratégicas en infraestructura y una cooperación interdepartamental, son las claves para reducir los costos de transporte de carga terrestre y estimular la competitividad en las distintas regiones del país.
Así lo concluye un estudio del Centro de Estudios para la Competitividad Regional (SCORE) de la Universidad del Rosario, que se presentó en la ciudad de Yopal, el cual reveló que entre 2016 y 2021 se observó un incremento progresivo en los costos de transporte de carga terrestre en el país, lo que subraya la necesidad de políticas efectivas para su contención y reducción.
“Colombia, país caracterizado por su diversidad geográfica y regional, enfrenta desafíos significativos en cuanto a la conectividad y el transporte de mercancías a lo largo y ancho de su territorio”, dijo Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario, al explicar que el Centro SCORE analizó la compleja relación entre el costo de transporte de carga terrestre y la infraestructura vial existente.
Este estudio no se limita únicamente a considerar los aspectos físicos y tangibles, como la calidad de las carreteras, sino también en la gestión administrativa y la interacción entre departamentos, comentó.
Estas interacciones espaciales juegan un papel crucial en la determinación de costos y eficiencia del transporte. El análisis abarca una revisión longitudinal que expone cómo estos costos han evolucionado con el tiempo, poniendo de manifiesto zonas del país con alta variabilidad en estos aspectos.
Hallazgos del estudio
Los principales hallazgos del estudio “Costos de transporte de carga terrestre en los departamentos de Colombia. Implicaciones y recomendaciones para políticas públicas”, del Centro de Estudios para la Competitividad Regional (SCORE) de la Universidad del Rosario, son los siguientes:
- Evolución de los Costos de Transporte: Durante el periodo 2016 a 2021, se observó un incremento progresivo en los costos de transporte de carga terrestre. A pesar de las variaciones anuales, la tendencia general refleja un aumento sostenido, lo que subraya la necesidad de políticas efectivas para su contención y reducción.
- Variabilidad entre Departamentos: Si bien el aumento en los costos es una tendencia general, ciertos departamentos, especialmente aquellos con desafíos topográficos particulares o con falta de inversión histórica en infraestructura, mostraron una variabilidad superior en sus costos, lo que refleja una desigualdad regional.
- Calidad Vial y Costos: Uno de los hallazgos más significativos del estudio es la correlación directa entre la calidad de la infraestructura vial y los costos de transporte. Las regiones con carreteras en mal estado o con infraestructura insuficiente experimentaron costos más elevados.
- Impacto de la Gestión Administrativa: La forma en que se gestionan los recursos, se toman decisiones y se establecen prioridades a nivel administrativo, tiene repercusiones directas en los costos de carga de transporte terrestre.
Gestión administrativa e infraestructura vial del país
En el ámbito de la gestión administrativa relacionada con la infraestructura vial, el estudio de SCORE de la Universidad del Rosario hace un examen de los indicadores correspondientes entre los años 2016 y 2021.
Los resultados derivados de este análisis presentan información relevante que ilustra no solo la situación actual de la infraestructura vial en Colombia sino también las áreas de mejora y oportunidades para el futuro. Estos se resumen a continuación:
- Red vial primaria por área: La densidad de la red vial primaria por área ha mostrado tendencias mixtas a lo largo de los años analizados. Si bien departamentos, como por ejemplo Atlántico, han demostrado tener una buena densidad vial en años anteriores, se ha detectado una tendencia general hacia la disminución de esta densidad.
Esta situación refleja la necesidad de reforzar la gestión vial y la inversión en infraestructura, especialmente en zonas clave para el desarrollo económico y logístico del país, explicó Cheyne.
- Porcentaje de vías primarias en buen estado: A pesar de que ciertos departamentos han mantenido un buen estado de sus vías primarias, se ha identificado una tendencia general decreciente en la calidad vial.
Para el rector, esta disminución, que puede aumentar los costos de transporte y afectar la seguridad vial, resalta la necesidad de una mayor coordinación y alineación entre las políticas nacionales y las acciones a nivel departamental.
- Red vial a cargo del departamento por área: El estudio revela que la mayoría de los departamentos tienen una densidad vial consistentemente baja, lo que implica una limitada extensión geográfica de las carreteras a cargo de las administraciones locales.
Aunque departamentos como Quindío y Caldas han demostrado ser excepciones, la tendencia general señala la necesidad de reevaluar y reasignar recursos para mejorar la infraestructura vial y conectar zonas rurales y agrícolas con centros urbanos y económicos, comentó.
- Porcentaje de vías a cargo del departamento en buen estado: Aunque se ha registrado un aumento en la mediana del porcentaje de vías en buen estado entre 2016 y 2021, ciertos departamentos como Arauca y Sucre, han mostrado una notoria falta de inversión y gestión en el mantenimiento vial.
Es vital que las entidades administrativas comprendan y valoren su rol en la gestión de la infraestructura, pues las carreteras bien mantenidas no solo favorecen la seguridad y reducen los costos operativos, sino que también impulsan la competitividad económica de la región, indica el estudio.
Casanare, un espacio para aumentar la integración regional.
El estudio de SCORE de la Universidad del Rosario pone un foco especial en el departamento de Casanare, resaltando una notable relación inversa entre la cantidad de carga transportada y los costos de transporte.
Durante 2022, el departamento de Casanare dirigió la mayor cantidad de carga hacia Cundinamarca (19 %), Meta (16 %), Valle del Cauca (8 %) y Bogotá (8 %). Sin embargo, existen porcentajes de movilización de carga considerablemente bajos, porcentajes menores al 1 %, hacia departamentos como Caquetá, Chocó, Quindío, Nariño y Caldas.
A pesar de los costos elevados, la carga transportada desde Casanare hacia los departamentos de Huila y Meta es relativamente baja. En contraste, el flujo de carga hacia Atlántico, Risaralda, Cauca, Valle del Cauca y La Guajira es alto, pero con costos de transporte significativamente más bajos.
Este panorama subraya la necesidad de optimizar las conexiones de transporte e impulsar una mayor diversificación en los destinos de la carga. Se sugiere a las autoridades de Casanare considerar políticas de incentivo al comercio interdepartamental que permitan una distribución más homogénea de la carga.
El estudio señala una correlación importante entre los costos de transporte y la calidad de las carreteras. Las vías de menor calidad están asociadas a los costos de transporte más elevados.
Este hallazgo conlleva una recomendación clara: la inversión en mejoras de la infraestructura vial podría ser una estrategia efectiva para reducir los costos de transporte y mejorar la eficiencia logística a nivel departamental.
Las políticas públicas deben por tanto enfocarse en asignar recursos a la mejora y mantenimiento de la infraestructura vial en los departamentos más afectados, lo que a su vez puede potenciar el desarrollo socioeconómico.