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Bogotá nostálgica: una galería de luz y sombras en el Día Internacional de la Fotografía

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La fotografía, desde sus inicios, ha sido una forma de atrapar lo efímero, de captar lo que se esconde entre el bullicio y la calma, de hacer eterno aquello que toca el corazón. Louis Daguerre lo comprendió cuando creó el primer proceso fotográfico público, una iniciativa que trascendió lo químico para convertirse en un ejercicio de memoria, de sentir lo que se rodea, de retratar aquellos momentos que el tiempo, implacable, parece decidido a borrar. Fotografiar no es solo capturar una imagen; es congelar un diálogo íntimo entre lo que se tiene al frente y lo que se lleva en el alma. Es el arte de ver con todos los sentidos.

En el marco del Día Internacional de la Fotografía, este 19 de agosto, los y las estudiantes de Periodismo y Opinión Pública de la Escuela de Ciencias Humanas de la Universidad del Rosario, bajo la guía del profesor de fotoperiodismo César Melgarejo, visibilizaron los contrastes de una ciudad que, para muchos, es un entramado de recuerdos y nostalgias. Así nació Bogotá Nostálgica, una exposición en blanco y negro que revela la capital desde un lente íntimo, invitando al espectador a descubrir las historias ocultas de sus calles y plazas, a sentirlas más allá de lo que se ve a simple vista.

Si bien lo técnico es importante, en estas fotografías pasa a un segundo plano, ya que los estudiantes buscaban capturar la esencia emocional de lo cotidiano, lo que se disuelve entre las rutinas y lo que se convierte en parte del paisaje invisible de la ciudad. Desde los huecos en las calles hasta las estatuas olvidadas, desde las fuentes sin agua hasta los pequeños rituales como el café matutino, cada fotografía despierta la curiosidad e invita a combinar los sentidos: a oler el aire húmedo, a escuchar el eco de pasos antiguos, a rozar con la mirada cada esquina abandonada.

La elección del blanco y negro se convirtió en una forma de reencontrarse con lo esencial. En un mundo saturado de colores, esta galería hace un llamado a mirar más allá de lo superficial, a descubrir las texturas, las sombras y las emociones que emergen de lo cotidiano. Sin el velo del color, la ciudad revela una belleza más cruda y auténtica: las paredes desgastadas cuentan historias de resistencias, y las calles empedradas nos susurran el pasado que se entrelaza con el presente.

Este proyecto no fue solo un reto académico; fue una oportunidad para que los estudiantes de Periodismo ejercitaran no solo su técnica, sino su sensibilidad hacia el entorno. Fotografía tras fotografía, aprendieron a mirar de nuevo, a darle valor a lo que se pasa por alto y a narrar con imágenes aquello que muchas veces queda en los márgenes de la prisa diaria.

Gracias a quienes cuentan la ciudad a través de sus ojos, capaces de narrar por nosotros y con nosotros. Sus nombres, sus visiones, son el reflejo de una Bogotá que se redescubre en cada disparo de, en este caso, una cámara nostálgica.

 

 

Fotografías realizadas por:

  • César Melgarejo
  • Camilo Yara Moica
  • Jerson Alejandro Guzmán
  • Johannes Kling
  • Juan Olsen
  • Julián Molina
  • Manuela Cruz
  • Mónica Suárez
  • Natalia González
  • Valentina Castañeda
  • Valentina Castro
  • Andrés Riascos
  • Sebastián Betancur