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El rey Xavier I ha muerto

Ismael Iriarte Ramírez

Javier Marías en la Feria del Libro de Madrid - De Mr. Tickle - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0

Como si se tratara de un sutil guiño narrativo, la historia dirá que solo tres días después del fallecimiento de la Reina Isabel II y el consecuente final de uno de los reinados más largos de los que se tengan noticias, murió también otro monarca de occidente. Se trata de Xavier I, Rey de Redonda: un reino legendario, real y ficticio, que no era otro más que Javier Marías, miembro de número de la Real Academia Española y uno de los autores más relevantes de los últimos cincuenta años en nuestro idioma. Ostentaba el título que lo acreditaba como soberano de esta minúscula isla deshabitada y de incalculable valor literario, tras una poco predecible cadena de sucesión, que él mismo describió en su obra Negra espalda del tiempo (1998).

Este luctuoso acontecimiento me lleva por segunda vez, en los casi siete años en los que he disfrutado del privilegio de publicar en este medio mis modestas notas, a escribir estas líneas que irremediablemente cobrarán la naturaleza de necrológica, tal y como sucedió con mi artículo llamado El final de la pilocatábasis, exiguo homenaje a Umberto Eco, con quien Marías, además de compartir un lugar privilegiado en el olimpo de mis héroes literarios personales, tenía en común su condición de noble, sobre lo que el autor italiano se pronunció en los siguientes términos en su ensayo “Dios es testigo de que soy tonto”, incluido en el libro De la estupidez a la locura: crónicas para el futuro que nos espera:
 

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Javier Marias en 2015 - De Amadalvarez - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0

“La otra mañana, en Madrid, estaba almorzando con mi rey. No querría que me malinterpretasen; a pesar de mis firmes convicciones republicanas, hace dos años fui nombrado duque del Reino de Redonda (con el título de duque de la Isla del Día de Antes), y comparto esta dignidad ducal con Pedro Almodóvar, Antonia Susan Byatt, Francis Ford Coppola, Arturo Pérez-Reverte, Fernando Savater, Pietro Citati, Claudio Magris, Ray Bradbury y algunos otros, unidos todos en cierto modo por la característica común de caerle simpáticos al rey”.

Familiar resulta también, la sensación de expolio y nostalgia que queda en el ambiente tras la partida del autor madrileño, que como sucediera con el piamontés deja un vacío entre quienes nos aferramos a una forma de ver el mundo que hoy parece anacrónica y destinada a la extinción. Sin embargo, se torna en esperanza la certeza de que será conocido, reconocido y recordado a través del legado de su obra, entre la que, nobleza obliga, sobresale la defensa del idioma, no como un ejercicio de elitismo intelectual, sino como fruto de una auténtica preocupación por preservar el adecuado uso de la palabra escrita y contribuir a la mejora del habla de quienes tenemos el español como lengua madre.

Esta labor, producto de una inaplazable vocación, le permitió continuar la misión de Fernando Lázaro Carreter, de quien además de la silla R en la Real Academia Española, heredó la obligación de luchar contra la “pedantería cazurra de los medios de comunicación y su incorrección disparatada” tal y como el mismo Marías lo afirmó en su discurso de ingreso a la institución de regularización lingüística en 2008. Sus columnas dedicadas a esta materia, que por vehementes fueron en no pocas ocasiones calificadas como mordaces y hasta corrosivas son hoy más vigentes que nunca y volúmenes recopilatorios de estas reflexiones como Lección pasada de moda (2012), deberían convertirse en lectura obligada para evitar que las advertencias formuladas en el mencionado discurso lleguen a ser proféticas y el desvarío mediático termine por “convertir el español en un magma en el que chapotearán y se ahogarán los hablantes, condenados a no dominar la lengua, sino a ser zarandeados por ella”.

 

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Lección pasada de moda- de Javier Marías

Nos quedará también su gran producción como novelista, actividad que -a pesar de calificar como “pueril, absurda, trampantojo, embeleco, entelequia y una pompa de jabón, en todo caso destinada al fracaso”- desempeñó con gran maestría y alcanzó su máxima expresión con obras como Corazón tan blanco (1992), que no solo le valió el reconocimiento internacional, sino la eterna devoción de sus lectores, doctos y profanos, esta última categoría a la que se circunscribe el autor de estas páginas. Además de la noción del inminente peligro que encarna un secreto cuando deja de serlo y la consigna de callar y ocultar para vivir, esta novela se revela como una inmejorable muestra de las resonancias shakespearianas que habitan la poética de Javier Marías, desde el mismo título que nos remite a las palabras de Lady Macbeth ante su esposo, después de que este hubiera consumado el asesinato del Rey Duncan que ella misma había instigado: “Mis manos ya son de tu color, pero me avergonzaría llevar un corazón tan blanco”. Esta presencia puede apreciarse también en otros títulos como Mañana en la batalla piensa en mí (1994), que encuentra su origen en Ricardo III y La negra espalda del tiempo, que alude a La tempestad.

Sería negligente y hasta mezquino no destacar sus buenos oficios al frente del sello Reino de Redonda, cuya existencia, derivada de la dignidad monárquica de su fundador, se legitima en virtud de la labor de rescatar obras o traducciones del propio Marías que con el paso del tiempo fueron relegadas o descatalogadas, rarezas literarias o simplemente libros que merecían ser salvados del olvido. Entre los títulos editados se destacan algunos propios como El monarca del tiempo y Cuentos Únicos y otros como El brazo marchito de Thomas Hardy, El coronel Chabert de Honoré de Balzac o El espejo del mar de Joseph Conrad, solo por mencionar algunos.

Concluyo con una frase prestada de Arturo Pérez-Reverte, quien a través de su cuenta Twitter interpreta el sentimiento generalizado entre varios de los que fuimos tocados por la obra del autor que nos ocupa: “Que Javier Marías haya muerto sin el premio Nobel le quita mucha categoría al premio Nobel”.
 
Referencias

Eco, Umberto. De la estupidez a la locura: crónicas para el futuro que nos espera. Lumen, 2016.
Marías, Javier. Corazón tan blanco (edición especial 25o aniversario). Alfaguara, 2011.
Marías, Javier. Negra espalda del tiempo. Vintage Español, 2012.
Marías, Javier. Lección pasada de moda: letras de lengua. Debolsillo, 2012.
Marías, Javier. Mañana en la batalla piensa en mí. Vol. 5. Vintage Español, 2012.
Discurso de ingreso en la RAE de Javier Marías