La responsabilidad social como motor para los emprendimientos.
Sara Ariza
Sara Ariza
En el 2020, cuando decidí emprender, fueron bastantes las dudas que surgieron: el dinero, el ‘qué dirán’, la experiencia, y muchas más que poco a poco fueron pronunciándose mientras iba progresando. Cuando le conté la idea a quienes me rodeaban, varios me dijeron que estaba loca y que en Colombia, emprender, es casi imposible. Y sí, no voy a negar que es difícil, pero no imposible; desde que hayan ganas, siempre se podrá.
Lumière es mi emprendimiento, mi motor y lo que prácticamente me salvó la vida. Integrado por 10 mujeres cabeza de hogar, y yo, siempre aportamos algo día a día. He partido de la idea de que ayudar a los demás dará muchos frutos para nuestros proyectos, e n este caso, mi emprendimiento. Cuando Lumière comenzó a crecer, me di cuenta de la responsabilidad tan grande que tenía: tener empleados implica que ellos dependan directa o indirectamente de los emprendimientos/empresas. Es aquí donde me comprometo socialmente. Si bien el dinero en las empresas es un medio para crecer, esto no lo convierte en un fin, quienes realmente importan son las personas que las componen. En Lumière partimos de que nadie es más o menos que nadie; nosotras nos tratamos con el mismo respeto tal como si fuéramos jefas, operarias, domiciliarias, etc. De eso se trata al final, de que todas estemos en una balanza para hacer crecer Lumière Hoodies.
La anécdota más linda que tengo en este recorrido es cuando me di cuenta de la brecha de género y de los atractivos físicos que hay en el mercado laboral; siempre se buscan personas brillantes, con años de experiencia y en condiciones físicas y psicológicas perfectas. Seamos muy honestos, nadie es perfecto. Para Lumière, las cosas que a la luz de las demás empresas son una desventaja, para nosotros es una ventaja. Hace un tiempo, cuando empecé a expandirme, a entender de negocios, a tener una mente empática y estratégica, iba en el Transmilenio con mis insumos. En ese momento, una persona se me acerca y me dice: ‘Hola, ¿dónde compraste esos terminados tan lindos?’ Y ahí fue donde comenzó la historia social de Lumière: ella es Dayana, una mujer joven, de 27 años, con una discapacidad y cuyas dos hijas tienen Síndrome de Down. Nadie la quería emplear así que tomé su número de teléfono. Conforme pasaron las semanas, llegué a necesitar de alguien que me ayudara despachando mis productos. No dudé ni un segundo en llamarla y ofrecerle una oferta laboral; al día de hoy, Dayana trabaja con nosotros y es mi mano derecha.
Sara Ariza luciendo un hoodie de su empresa. Fotografía: Sara Ariza
Poco a poco fui creciendo. Necesitaba cada vez más domiciliarios y personas que me ayudaran a hacer diligencias. Por lo mismo, seguía apostando por mujeres cabeza de hogar con todas las ganas de trabajar. Hoy en día, puedo decir que son mi segunda familia. Ellas saben que son el motor de mi emprendimiento, que sin ellas no estaríamos donde estamos. A eso viene el título de este artículo: “La responsabilidad social como motor de los emprendimientos”; como emprendedora les puedo asegurar que nuestros empleados son el corazón de lo que llamamos emprendimientos/empresas, que el factor distintivo siempre es el que nos lleva al éxito.
El emprendimiento se ha convertido en la fuerza impulsora detrás de la innovación, el crecimiento económico y el cambio social en nuestra era. En un mundo cada vez más cambiante y competitivo, los emprendedores desempeñan un papel crucial en la creación de soluciones innovadoras y la generación de empleo. Para Lumière la solución fue vincular a personas que no son atractivas laboralmente, potenciar su talento y brindarles una retribución económica justa.
¿Qué hace que algunos emprendedores logren el éxito mientras que otros fracasan en el intento? ¿Es solo cuestión de suerte o existen factores clave que determinan el camino hacia el éxito empresarial? Partamos por que los emprendimientos/empresas que crecen a nivel exponencial en tiempo récord son aquellos que tienen un propósito social y ecológico; de alguna forma están aportando desde estas dos ramas, sea por la creación de empleo, realizando fundaciones, donando, entre otras…
Una de las claves es estar comprometidos con los empleados, entender que, aun trabajando, son seres humanos y no máquinas, que ellos merecen estar en un ambiente sano donde crezcan y aprendan. Lo que más me ha servido es entender que no es suerte sino trabajo, es cada vez innovar, mover las fichas del juego para la dirección que creamos que más nos va a beneficiar, y, claramente, tomar la opinión de personas que nos den críticas constructivas y no destructivas.
Ser emprendedora me hizo entender que no solo se debe conocer las dinámicas de los negocios y las finanzas; es también entender la situación de Colombia, y sus personas. En mi camino entendí que dar oportunidades es lo que hace a los emprendedores completos, ya que para nadie es un secreto que Colombia cuenta con una tasa alta de desempleo, y también, la mayoría de trabajos de costura son muy mal pagados. En Lumière reconocemos el trabajo de todas las que trabajamos; todas conocemos nuestras historias.
Entiendo que mi emprendimiento no es el más grande del país, ni tampoco el que más da trabajo, pero uno de mis sueños y metas es poder generar trabajo para todas las madres cabeza de hogar que se pueda, e incluso a padres cabeza de hogar. Cada que miro hacia atrás, me siento orgullosa: tengo 23 años, ¿quién diría que yo podría ser ese granito de arena que le iba a aportar al país, que iba a conocer a un montón de mujeres talentosas y les podría dar empleo?, nadie, solo yo me la creí y, como decimos coloquialmente, ‘me metí en el cuento’ de creerme mis sueños. Hoy se están haciendo realidad.
Tomar el aspecto social en los emprendimientos es ser ‘todo terreno’, esto implica ser corajudo y arriesgado, no desfallecer jamás y disfrutar del camino pavimentado y despavimentado. ‘Ser todo terreno’ con los que ayudamos es entender que tenemos que asumir sus dificultades como si fueran nuestras, a sobrellevar la carga y a disfrutar llevándola por un buen camino. Esto nos invita a los emprendedores a tener claras las metas de dónde estuvimos, dónde estamos y para dónde vamos; saber el destino, pero también tener la capacidad de desviarnos a otros destinos, siempre en compañía de los nuestros; esto concluirá en los maravillosos azares de la vida, como los míos.
En un mundo lleno de oportunidades y desafíos, el emprendimiento se ha convertido en una poderosa fuerza impulsora para aquellos que desean dejar su marca en el mundo. Al embarcarse en este apasionante viaje, los emprendedores se enfrentan a la posibilidad de forjar su propio destino y crear un impacto duradero.
El emprendimiento no se trata solo de iniciar un negocio, sino de abrazar una mentalidad valiente y audaz que nos impulsa a superar obstáculos, aprender de los fracasos y celebrar los éxitos. Es un camino que nos lleva a descubrir nuestras fortalezas, aprovechar nuestra creatividad y desafiar los límites de lo que creemos posible.
Entonces, ¿qué estás esperando? El momento de actuar es ahora. Permítele a tu pasión y determinación guiarte hacia el camino del emprendimiento. Con cada paso que tomes, estarás más cerca de convertir tus ideas en realidad, de dejar una huella en el mundo y de inspirar a otros a seguir sus propios sueños.
Fotografía: Sara Ariza
Recuerda, los emprendedores no solo cambian el mundo, sino que también se cambian a sí mismos en el proceso. Así que no tengas miedo de arriesgarte, de desafiar el status quo y de perseverar cuando las cosas se pongan difíciles. Este es un viaje de autodescubrimiento, crecimiento y logros. Así que atrévete a soñar en grande, a ser audaz en tus acciones y a confiar en tu capacidad para marcar la diferencia. ¡El futuro está en tus manos, emprendedor! ¡Ve y haz que suceda!
En un mundo lleno de oportunidades y desafíos, el emprendimiento se ha convertido en una poderosa fuerza impulsora para aquellos que desean dejar su marca en el mundo. Al embarcarse en este apasionante viaje, los emprendedores se enfrentan a la posibilidad de forjar su propio destino y crear un impacto duradero.
El emprendimiento no se trata solo de iniciar un negocio, sino de abrazar una mentalidad valiente y audaz que nos impulsa a superar obstáculos, aprender de los fracasos y celebrar los éxitos. Es un camino que nos lleva a descubrir nuestras fortalezas, aprovechar nuestra creatividad y desafiar los límites de lo que creemos posible.
Entonces, ¿qué estás esperando? El momento de actuar es ahora. Permítele a tu pasión y determinación guiarte hacia el camino del emprendimiento. Con cada paso que tomes, estarás más cerca de convertir tus ideas en realidad, de dejar una huella en el mundo y de inspirar a otros a seguir sus propios sueños.
Recuerda, los emprendedores no solo cambian el mundo, sino que también se cambian a sí mismos en el proceso. Así que no tengas miedo de arriesgarte, de desafiar el status quo y de perseverar cuando las cosas se pongan difíciles.
El emprendimiento es un viaje de autodescubrimiento, crecimiento y logros. Así que atrévete a soñar en grande, a ser audaz en tus acciones y a confiar en tu capacidad para marcar la diferencia. ¡El futuro está en tus manos, emprendedor! ¡Ve y haz que suceda!