Revista Nova et Vetera

¿Qué explica la división de la comunidad política al punto de llegar a la guerra? Los griegos respondieron con la palabra injusticia. Para Solón, esta significaba la descomposición del bienestar social o εὐνομία. Un acto injusto atenta contra el buen orden de la vida en común. ¿Pero qué injusticia? Solón piensa la cuestión a partir de la relación entre los individuos y la comunidad. La segunda no es independiente de los primeros. Cuando se le hace daño a alguien, toda la comunidad sufre las consecuencias indirectamente. Todo acto de injusticia contra un individuo afecta el “buen orden”, el “buen sentido”, y la “estabilidad” de la vida en común, de manera que lleva al desorden y el malestar. De aquí se extrae una consecuencia vital: el daño a uno es, así sea indirectamente, un daño a todos. La noción soloniana de justicia requiere que nadie sea dañado. Por eso abolió la esclavitud forzada de los deudores. Solón aquí se basaba en una larga tradición religiosa que veía a los crímenes individuales como contaminadores de toda la comunidad. Platón continúa con el pensamiento de su antepasado por parte materna. Como lo dice en la República, las ciudades injustas quedan divididas en dos: la de los ricos y la de los pobres. La una se vuelve la enemiga de la otra. Esa fue la experiencia sempiterna de los griegos. Platón cree que organizando la comunidad política bien, logrando que cada quien haga lo que debe hacer, la polis se puede volver una. El conflicto puede así cesar por medio de la justicia.

En la República, Platón pone el muy citado ejemplo de los criminales: si quieren ejercer bien su profesión, no pueden ser totalmente injustos. Deben por lo menos organizarse, confiar los unos en los otros, etc. Tiene que haber un mínimo de justicia entre ellos. Uno podría decirles a los griegos: «un momento, pero yo he visto sociedades injustas que son, al tiempo, pacíficas». Ambos, Platón y Solón, levantarían una ceja. ¿Cómo es eso posible? ¿Acaso pueden vivir en paz los seres humanos en condiciones de injusticia? Platón apuntaría de nuevo al ejemplo de los criminales. Ni siquiera ellos pueden hacer bien lo que hacen sin la justicia. Tanto la paz entre ellos, como el éxito de sus empresas, tiene como causa el que todos respeten las reglas del gremio, al menos mientras cometen el crimen. No se puede vivir en paz cuando hay injusticia porque para los griegos esta es desorden y división. Injusticia es, tautológicamente, conflicto. Injusticia es, tautológicamente, mala legislación, y mala vida. Por medio de Platón uno quizá pueda completar la noción de justicia de Solón. En la República, el filósofo abole la pobreza por una razón muy clara: esta no le permite a uno hacerse el bien y hacerles el bien a los otros. Un campesino, por ejemplo, que no tiene los instrumentos adecuados para practicar su oficio, no puede ganar lo suficiente para mantenerse ni para cultivar alimentos que contribuyan al bienestar de los demás. El bien de los individuos es igualmente un bien para la comunidad. Por eso, a todos nos conviene que la pobreza sea eliminada. No es una cuestión ajena a nuestra vida. Podemos contribuir al bien de los demás solo si tenemos con qué. Pensada así, la pobreza no solo es un daño para el individuo sino para todos. Que los ciudadanos reciban buena educación no es bueno solo para los individuos sino para la comunidad. A mí me conviene que los hijos de mi vecino vayan a un buen colegio. A ellos, sin duda, les resulta bueno. Serán mejores ciudadanos y tendrán mejores ingresos. Pero justo por eso es algo positivo para mí. La fórmula de Solón puede ser mejorada, por tanto, de la siguiente manera. No es solo que un daño contra un individuo sea un daño contra toda la comunidad, sino que el bien de los individuos es de la misma manera un bien para la comunidad.