El espectro cultural dentro de la Asociación Transatlántica para el Comercio e Inversión -Entre la Unión Europea y Estados Unidos-
Alice Ivón López Gómez
Alice Ivón López Gómez
La Asociación Transatlántica para el Comercio e Inversión es un tratado de libre comercio que se encuentra en proceso de negociación entre la Unión Europea y Estados Unidos, esté se ha desarrollado con secretismo por ambas partes, asumiendo así que la mayoría de la información hace parte de la especulación de un borrador que se filtró y de opiniones de expertos que intentan justificar o criticar lo que salió a la luz pública; de este modo, debemos entender qué es el tratado para posteriormente centrarse en el pues esté repercute en el espectro cultural de la Unión Europea con base al documento oficial denominado TTIP and Culture por parte de la Comisión Europea.
Este tratado tiene como objetivo llevar a cabo un intercambio de bienes, servicios e inversiones en los que se abarca un gran abanico de temas desde crecimiento económico, salud y la seguridad alimentaria, protección medioambiental, la cultura, la educación, la sanidad, hasta el carácter democrático de la gobernanza del comercio internacional, al convertirse en un proyecto ambicioso, pero que ha tenido una negociación lenta y compleja, porque deben establecer objetivos que armonicen las normas, el control, las exigencias administrativas, y principalmente la coordinación de las leyes que generen impacto comercial o social.
El acuerdo es de gran interés para las partes, pues se convertirían en un nuevo gigante comercial, sumando el 60% del PIB mundial entre EE. UU. y la UE con 800 millones de consumidores, creando así la mayor zona de libre comercio del mundo según el expresidente de la Comisión Europea José D. Barroso. Pero los opositores dicen que primero antes de ser optimista deben tener en cuenta si realmente se lograra desarticular los aranceles totales, luego las normas, en donde no se puede pasar por encima de ningún acuerdo firmado anteriormente o ley ya establecida, pero uno de los puntos que más preocupa a los ciudadanos es el tema de protección de derechos, debido a que la UE tiene varios derechos que en EE.UU. no se encuentran estipulados en su ley actual, por lo que se genera la duda de sí se mantendrán, serán sustituidos o eliminados.
A lo que se le suma, la crítica más fuerte respecto a un tribunal para las empresas, en el que se le brindaría una protección a la inversión extranjera con la creación de un tribunal de arbitraje que permita a las empresas evitar el sistema jurídico de cada país y recurrir a sus instancias cada vez que se crea que un país ha interrumpido el tratado, lo cual generaría multas multimillonarias, al suponer que es una salvaguardia que se realiza con acuerdos bilaterales para sostener el acuerdo en el tiempo (ABC.es, 2017). Ante lo anterior miembros de la UE como Francia y Alemania se han manifestado con reservas a la creación del tribunal, además de insistir que, si la inversión es equivalente a ambos lados del Atlántico, debería usarse el sistema jurídico nacional de cada país.
Ahora bien, en la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión también se ha determinado el gran interés en obtener acceso al mercado de servicios audiovisuales como el cine y la televisión, que son un eje central del espectro cultural, por lo que la UE cree que deben ser tratados de manera diferente a otros servicios y con mayor rigurosidad, debido a que se tienen preocupaciones sobre la forma en la se impartirá y la complejidad de su desarrollo; por eso asume la responsabilidad de los asuntos culturales en el comercio, negociaciones y más particularmente la Comisión Europea, que tiene como función el velar por los intereses generales de la UE proponiendo y comprobando que se cumple la ley, y aplicándolas políticas y el presupuesto de la misma.
El espectro cultural de la UE es diverso, ya que es una característica distintiva por la historia europea y la variedad de tradiciones, tanto así que la UE ha constituido una fuerte industria creativa y cultural, considerado como uno de los sectores esenciales para la diversidad cultural, al igual que uno de los más dinámicos y proveedor de empleo; en efecto para el año 2013 según la Comisión Europea, cinco millones de personas trabajaban en la industria creativa desde artes visuales, artes escénicas, nuevos medios, música, publicación de libros, arquitectura, cine, televisión, radio, prensa, videojuegos, gráficos, moda, diseño, entre otros.
En otras palabras, el sector cultural contribuyó para el 2,6% al PIB de la UE y fue superior a la producción de químicos y productos plásticos 2,3% o actividades inmobiliarias 2,1%; generando el 25% de los empleos y el 32% de los ingresos de las Industrias Culturales y Creativas ICC presentándose como el segundo mercado y el primero en diseño de publicidad a nivel mundial, por su fuerte concentración de creadores e instituciones de formación en arte y conservación de 7 de los 10 museos más visitados del mundo, al conseguir un aporte de 700.000 millones USD y 7,7 millones de empleos en la región de Europa superior al compararse con la región de Norteamérica, ya que aporto 630.000 millones USD y 4,7 millones de empleos, según la publicación de UNESCO.
En relación a lo anterior, la industria cultural de la UE es un atractivo regional y se fundamenta en la estrategia para el desarrollo económico y social, por la contribución competitiva y la cohesión social de la región, al igual que con inversión que se hace con el plan de la Capital Europea de la Cultura en donde millones de espectadores se reúnen y disfrutan de un intercambio cultural, que al finalizar beneficia con el ingreso a las ciudades nominadas en el mejoramiento de espacios públicos, instituciones culturales y sociales.
La importancia de la cultura para la sociedad y la economía recae en el tema de promover la diversidad cultural y protegerla como objetivo clave de la UE, que establece en el párrafo 4 del artículo 167 "tener en cuenta los aspectos culturales en su actuación en virtud de otras disposiciones de los Tratados, en particular para respetar y promover la diversidad de sus culturas" en el Tratado sobre el funcionamiento de la Unión Europea, (Access to European Union Law, 2017), asumiendo así que cualquier tratado debe estar cubierto por esta obligación; adicional en el 2005 firmó la Convención de la UNESCO sobre la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales, por lo que debe legalmente promover la diversidad cultural.
De ahí, que una de las principales preocupaciones de la negociación sobre la Asociación Transatlántica para el Comercio e Inversión sea los servicios audiovisuales, no obstante, es la primera vez que en una negociación se incluye este servicio, ya que tradicionalmente los acuerdos multilaterales y bilaterales excluyen todo indicio de lo cultural, impidiendo el ingreso de empresas extranjeras a la industria audiovisual al mercado de UE (Comisión Europea, 2013), un ejemplo es la Directiva de Servicios de Medios Audiovisuales que coordina y regula en la UE el ingreso de proveedores de servicios audiovisuales en tanto programas de televisión desde 1989.
Ante todo, la UE en la Organización Mundial del Comercio ha sido una gran defensora de la diversidad cultural, tanto así que ha promovido que cada país que se integre a la OMC instaure políticas de seguridad del sector audiovisual, además solo existen dos acuerdos en los que acepto el ingreso de material de sector audiovisual pero con términos muy limitados que son el caso de Corea con el ALC y los países del Caribe con CARIFORUM, conocidos como los Protocolos de Cooperación Cultural; pero ahora lo que se determina en el acuerdo en negociación es una apertura completa del sector audiovisual europeo a competencia de las empresas estadounidenses, siendo imposible que se permita dicho acceso a los mercados de la UE.
En suma, la negociación de la Asociación Transatlántica para el Comercio e Inversión especifica que no es conceder permisos o limitar las circunstancias particulares, ya que no es una excepción, al tener la posibilidad de instaurar la industria, subsidiarla o financiarla a través de ayuda financiera de los Estados miembros de la UE o por parte de los Estados Unidos, por lo que se desmiente la eliminación de los subsidios a las actividades culturales, como actuación en vivo, musicales, festivales, teatros, publicaciones y cualquier expresión artística incluida en el sector audiovisual.
También se incluye el tema de los derechos de autor, en donde se excluirá a totalidad de los acuerdos presentados en el Acuerdo Comercial de Lucha contra la Falsificación ACTA, sino que se incluirá un número limitado para beneficiar a los artistas y productores, evitando problemas legales, como por ejemplo se conservara la ley de los pintores y escultores de recibir un porcentaje del precio de la venta de sus obras de arte al ser revendidas en subastas o galerías de arte, al permitir al artista incrementar sus ganancias y valorizar sus obras, la cual no existe en EE.UU. y es de gran interés por parte de los artistas; otro ejemplo recae en la música, debido a que en UE los músicos y cantantes reciben una remuneración por su música transmitida en radio y por las canciones que se tocan en bares o restaurantes, que tampoco se lleva acabo, en EE.UU. y que con el acuerdo se pondría empezar a ejercer.
Y en tanto al tema de los precios de libros físicos y digitales o electrónicos, la UE tiene subsidios sobre los precios, en lo que se llegaría a modificar sería en las empresas de impresión y publicación que hacen parte de los servicios empresariales y no servicios culturales en donde se discutirán dichos costos entre los inversores, más sin embargo no afectaría los costos de los libros porque ya se cuenta con leyes que no pueden ser modificadas.
Ahora bien, la situación para el tema cultural se ve en medio de la negociación, entre continuar la Unión Europea protegiendo dicho sector y pedirle que asimismo Estados Unidos lo haga, o de lo contrario encontrarse limitado entre la imposibilidad de romper sus antiguos acuerdos e impedirle avanzar. Además, el seguir retrasando esta negociación ha generado que hoy muchos europeos vean las nuevas medidas económicas del gobierno de Donald Trump como la respuesta de no haber terminado la negociación antes, se visualiza la subida de aranceles como una amenaza a la exportación de ciertos productos y la posibilidad de que la negociación llegue a su fin.
Sin embargo, el mensaje de la Comisión Europea es que los ciudadanos y el sector audiovisual no debe preocuparse, porque, así como en otras negociaciones se tendrá un trato especial, conservando los subsidios y apoyo a las actividades culturales, al tener en cuenta que los acuerdos comerciales están a la disposición de proteger y promover la diversidad cultural enmarcado en los objetivos adquiridos en anteriores acuerdos.
Asimismo, todo lo que se conoce hoy día de la Asociación Transatlántica para el Comercio e Inversión, no es más que una especulación por lo que entrar en grandes debates sobre lo que se supone qué es, a pesar de que los medios de comunicación no hacen más que resaltar su existencia, hoy día no se cuenta con una versión oficial de cómo han seguido dichas negociaciones.
Y en ultimas es cuestión de esperar, que tanto la Unión Europea como Estados Unidos estén dispuestos a continuar la negociación y alcanzar objetivos juntos, sin sobrepasar lo que consideran importante en su espacio territorial, ya sea protegiendo la cultura por encima de una gran apertura económica, pero por ahora el panorama se ve interrumpido o extendido en el tiempo por la imagen de gobiernos proteccionistas.
Bibliografía:
Vanguardia – UE propiedad intelectual. Recuperado de:
http://www.lavanguardia.com/vida/20170530/423050911513/artistas-europeos-piden-mejorreparto-de-beneficios-digitales-en-nueva-ley-ue.html
Documento oficial PDF. Recuperado de: http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001429/142919s.pdf
Europea. Madrid – España. Recuperado de:
http://www.europarl.europa.eu/spain/es/sala_de_prensa/communicados_de_prensa/pr-2017/052017/17052017-3.html