Mas allá del catolicismo romano: una mirada al Este
Julián Jaramillo Aguilar
Rito Bizantino, Recuperado de https://catholic-link.com/
La mente humana convencional funciona por asociaciones. Para aquellos con entera capacidad sensorial, una serie de sonidos forma una palabra, y la palabra se asocia mentalmente a una idea o imagen. Así, si alguien menciona la palabra “árbol”, asociamos esta palabra al objeto físico al que se refiere. No es solo posible sino probable que esta asociación tenga por figura mental el “árbol” que sea más familiar al sujeto. Quien vive en un bosque de pinos, piensa en pinos al escuchar el término. De modo similar, una gran parte de la población occidental asocia la palabra “católico” a unas mismas ideas e imágenes: la Basílica de San Pedro, el Papa, sacerdotes célibes, latín, Roma. Se asocia “catolicismo” a “catolicismo romano” por su aparente hegemonía (como la de los pinos), excluyendo, más por desconocimiento que por malicia, otras expresiones del cristianismo católico existentes desde las evangelizaciones apostólicas.
Una buena manera de introducir estas diferentes expresiones es acudiendo al decreto Orientalum Ecclesiarum, producto del Concilio Vaticano II. En el se indica:
"La santa Iglesia católica, que es el Cuerpo místico de Cristo, consta de fieles que se unen orgánicamente en el Espíritu Santo por la misma fe, por los mismos sacramentos y por el mismo gobierno. Estos fieles, reuniéndose en varias agrupaciones unidas a la jerarquía, constituyen las Iglesias particulares o ritos”
Así, aunque los católicos se encuentran todos bajo un mismo gobierno encabezado por el Pontífice, cuentan con diferentes ritos y herencias espirituales según su historia y antigüedad. En total son 24 los ritos que conforman y enriquecen la fe católica, siendo el rito romano usado en Colombia y gran parte del mundo solo uno de ellos.
De manera general, los ritos pueden ser divididos en occidentales y orientales. El rito romano al que estamos acostumbrados pertenece a la categoría occidental, donde también se destacan, entre otros, el rito Ambrosiano celebrado predominantemente en el norte de Italia y los ritos de las órdenes Dominicas, Carmelitas y Cartujas.
Los ritos orientales, por otro lado, son aquellos presuntamente derivados de la herencia espiritual del apóstol Santiago, Marcos el evangelista, el apóstol Tomás y otros. Una gran parte de los fieles pertenecientes a estos ritos rompieron lazos con la jerarquía romana en algún momento de su historia, y retornaron a comunión luego de años de separación. El rito oriental más ampliamente utilizado es el Bizantino, que a su vez se divide en diferentes iglesias nacionales como la griega o ucraniana. Este rito comparte una mayor similitud estética y espiritual con la liturgia ortodoxa que con la misa latina-romana, a pesar de su inclusión dentro del cuerpo de la iglesia católica. Una de las particularidades que mas sorprenden a los fieles occidentales es que en esta iglesia, al igual que en otras varias, existe la posibilidad de que un hombre casado sea ordenado sacerdote, sin que esto cambie en lo absoluto su entera comunión con Roma. Gozan además de ciertas dispensas doctrinales, como su interpretación de la Cláusula Filioque.
Otro rito perteneciente a la tradición oriental es el Maronita, especialmente interesante para nuestro medio, por existir una parroquia maronita en Bogotá, que recibe el nombre de Nuestra Señora del Líbano. Su fundador, o más bien el padre de su línea espiritual, fue San Marón, monje de la iglesia de Antioquía que en su afán por alejarse de las discusiones doctrinales que abordaban el mundo cristiano a finales del siglo IV, se retiró del “mundo” para dedicarse a la meditación y la oración. Eventualmente atrajo grupos de personas que querían vivir bajo su amparo espiritual, conformándose así la comunidad maronita. Se encuentran principalmente en el Líbano y en los Estados Unidos, pero existen pequeñas comunidades en América Latina. Curiosamente, este rito nunca se vio completamente separado de la comunión con Roma, aunque experimentó un periodo de pérdida de contacto. Por lo tanto, no tiene equivalente ortodoxo, como si lo tienen otras iglesias. Asistir a este rito es una experiencia que cualquier católico domiciliado en nuestra capital debería experimentar. Bellísimos cantos siriacos, una atmósfera que llama al recogimiento y a la oración y una comunidad de fieles feliz de recibir con brazos abiertos a miembros de otros ritos.
Adentrándonos mas al este, encontramos la iglesia católica heredera de la evangelización de Tomás Apóstol en la India: la iglesia Siro-Malabar. Su liturgia se celebraba tradicionalmente en siriaco, pero es común que se realice en malabar o incluso inglés. Sus celebraciones se dan comúnmente en templos carentes de sillas o bancos, por lo que sus fieles permanecen parados. Es también común que se divida a hombres y mujeres durante la liturgia. Aunque es una iglesia culturalmente rica, la mayoría de los católicos indios pertenecen al rito latino y no al siro-malabar, en parte por la influencia portuguesa y el flujo de misioneros de rito latino en el país.
Como estas, existen otras muchas expresiones del catolicismo que interesan no solo a creyentes cristianos, sino a antropólogos, historiadores y simples curiosos por igual. Los ritos orientales son particularmente importantes, al servir como potencial puente entre la iglesia ortodoxa y la católica, estrechando las fisuras generadas por el cisma del 1054 D.C.
Es necesario superar la visión homogeneizadora que invisibiliza estas expresiones y oponerse con ímpetu a la corriente que busca categorizar a los ritos no occidentales como secundarios o poco relevantes. Recurriendo de nuevo al decreto Orientalum Ecclesiarum, se resume esta idea:
“Estas Iglesias particulares gozan, por tanto, de igual dignidad, de tal manera que ninguna de ellas aventaja a las demás por razón de su rito, y todas disfrutan de los mismos derechos y están sujetas a las mismas obligaciones, incluso en lo referente a la predicación del Evangelio por todo el mundo (cf. Mc 16,15), bajo la dirección del Romano Pontífice”
Desde mi perspectiva y experiencia personal, una mirada al este es exactamente lo que se necesita para renovar ese deseo místico por la experiencia metafísica.
Fuentes
1. The Rites of the Catholic Church. (n.d.). Retrieved July 10, 2020, from https://www.catholicnewsagency.com/resources/liturgy/rites/the-rites-of…
2. ORIENTALIUM ECCLESIARUM (n.d.). Retrieved July 10, 2020, from http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/document…
3. More from a Procession in India. (n.d.). Retrieved July 10, 2020, from http://www.newliturgicalmovement.org/2017/02/more-from-procession-inind…
Una buena manera de introducir estas diferentes expresiones es acudiendo al decreto Orientalum Ecclesiarum, producto del Concilio Vaticano II. En el se indica:
"La santa Iglesia católica, que es el Cuerpo místico de Cristo, consta de fieles que se unen orgánicamente en el Espíritu Santo por la misma fe, por los mismos sacramentos y por el mismo gobierno. Estos fieles, reuniéndose en varias agrupaciones unidas a la jerarquía, constituyen las Iglesias particulares o ritos”
Así, aunque los católicos se encuentran todos bajo un mismo gobierno encabezado por el Pontífice, cuentan con diferentes ritos y herencias espirituales según su historia y antigüedad. En total son 24 los ritos que conforman y enriquecen la fe católica, siendo el rito romano usado en Colombia y gran parte del mundo solo uno de ellos.
Exarca Maronita Fabi Bou Chebel, Recuperado de https://www.lanacion.com.co/
De manera general, los ritos pueden ser divididos en occidentales y orientales. El rito romano al que estamos acostumbrados pertenece a la categoría occidental, donde también se destacan, entre otros, el rito Ambrosiano celebrado predominantemente en el norte de Italia y los ritos de las órdenes Dominicas, Carmelitas y Cartujas.
Los ritos orientales, por otro lado, son aquellos presuntamente derivados de la herencia espiritual del apóstol Santiago, Marcos el evangelista, el apóstol Tomás y otros. Una gran parte de los fieles pertenecientes a estos ritos rompieron lazos con la jerarquía romana en algún momento de su historia, y retornaron a comunión luego de años de separación. El rito oriental más ampliamente utilizado es el Bizantino, que a su vez se divide en diferentes iglesias nacionales como la griega o ucraniana. Este rito comparte una mayor similitud estética y espiritual con la liturgia ortodoxa que con la misa latina-romana, a pesar de su inclusión dentro del cuerpo de la iglesia católica. Una de las particularidades que mas sorprenden a los fieles occidentales es que en esta iglesia, al igual que en otras varias, existe la posibilidad de que un hombre casado sea ordenado sacerdote, sin que esto cambie en lo absoluto su entera comunión con Roma. Gozan además de ciertas dispensas doctrinales, como su interpretación de la Cláusula Filioque.
Otro rito perteneciente a la tradición oriental es el Maronita, especialmente interesante para nuestro medio, por existir una parroquia maronita en Bogotá, que recibe el nombre de Nuestra Señora del Líbano. Su fundador, o más bien el padre de su línea espiritual, fue San Marón, monje de la iglesia de Antioquía que en su afán por alejarse de las discusiones doctrinales que abordaban el mundo cristiano a finales del siglo IV, se retiró del “mundo” para dedicarse a la meditación y la oración. Eventualmente atrajo grupos de personas que querían vivir bajo su amparo espiritual, conformándose así la comunidad maronita. Se encuentran principalmente en el Líbano y en los Estados Unidos, pero existen pequeñas comunidades en América Latina. Curiosamente, este rito nunca se vio completamente separado de la comunión con Roma, aunque experimentó un periodo de pérdida de contacto. Por lo tanto, no tiene equivalente ortodoxo, como si lo tienen otras iglesias. Asistir a este rito es una experiencia que cualquier católico domiciliado en nuestra capital debería experimentar. Bellísimos cantos siriacos, una atmósfera que llama al recogimiento y a la oración y una comunidad de fieles feliz de recibir con brazos abiertos a miembros de otros ritos.
Procesión de Católicos del rito Siro-Malabar, Recuperado de newliturgicalmovement.org
Como estas, existen otras muchas expresiones del catolicismo que interesan no solo a creyentes cristianos, sino a antropólogos, historiadores y simples curiosos por igual. Los ritos orientales son particularmente importantes, al servir como potencial puente entre la iglesia ortodoxa y la católica, estrechando las fisuras generadas por el cisma del 1054 D.C.
Es necesario superar la visión homogeneizadora que invisibiliza estas expresiones y oponerse con ímpetu a la corriente que busca categorizar a los ritos no occidentales como secundarios o poco relevantes. Recurriendo de nuevo al decreto Orientalum Ecclesiarum, se resume esta idea:
“Estas Iglesias particulares gozan, por tanto, de igual dignidad, de tal manera que ninguna de ellas aventaja a las demás por razón de su rito, y todas disfrutan de los mismos derechos y están sujetas a las mismas obligaciones, incluso en lo referente a la predicación del Evangelio por todo el mundo (cf. Mc 16,15), bajo la dirección del Romano Pontífice”
Desde mi perspectiva y experiencia personal, una mirada al este es exactamente lo que se necesita para renovar ese deseo místico por la experiencia metafísica.
Fuentes
1. The Rites of the Catholic Church. (n.d.). Retrieved July 10, 2020, from https://www.catholicnewsagency.com/resources/liturgy/rites/the-rites-of…
2. ORIENTALIUM ECCLESIARUM (n.d.). Retrieved July 10, 2020, from http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/document…
3. More from a Procession in India. (n.d.). Retrieved July 10, 2020, from http://www.newliturgicalmovement.org/2017/02/more-from-procession-inind…