Revista Nova et Vetera

Los primeros museos universitarios datan del siglo XVII e incluso antes (Boyle 1999: 43).

Algunas de las formas más antiguas de museos se establecieron o fueron gestionados por universidades u otros centros académicos.
 
Dentro de los museos del siglo XXI, el Museo Universitario es una tipología con unas características especiales que lo hacen vulnerable desde algunos enfoques, pero también privilegiado ante las grandes dificultades que hoy tienen la mayoría de los museos.
 
Antecedentes del museo universitario
 
Mucho antes de la conformación de los museos como las instituciones que conocemos hoy en día hay evidencia de la existencia de colecciones asociadas a academias o instituciones similares a las universidades. A través de evidencia arqueológica se han encontrado colecciones relacionadas con academias en Mesopotamia, así como Lasa datado del milenio segundo a.C., y las salas de ‘museo’ de época similar de alrededor de 530 a.C. encontrados en las excavaciones de una escuela en Ur (Boylan 1999: 43).
 
En la Grecia clásica la palabra mouseion era un lugar de contemplación, una institución filosófica o un templo de las Musas, mientras que para los Romanos la palabra museo se relacionaba con lugares para discusión filosófica (Lewis 1992). Hasta la época del Renacimiento en el siglo XV fue usado el término por primera vez para describir una colección en Florencia, y con lo cual adquirió las connotaciones asociadas entre la cultura material y el conocimiento enciclopédico.
 
Dentro de los primeros museos públicos se encuentran los museos gestionados por universidades prestigiosas como la de la Universidad de Oxford (Reino Unido). El origen de la colección del Museo Ashmolean (Oxford) está asociado a la colección privada de especímenes biológicos y artefactos del inglés John Tradescant en Lamberth, quien luego de abrirla para visitas públicas en 1625, decidió donarla a la universidad. Abrió en 1683 al público en unas instalaciones hechas específicamente para este propósito, convirtiéndose en el primer museo público en Inglaterra (Lewis 1992). Algunos de los museos estatales más emblemáticos que conocemos hoy de Europa occidental, como son por ejemplo el Museo Británico y el Museo Louvre, fueron fundados más de un siglo después, en 1759 y 1793 respectivamente. Resulta interesante de mencionar que cuando Diderot publicó su noveno volumen de su Enciclopedia en 1765, incluyó también un esquema del Museo Nacional del Louvre donde funcionarían las Academias. Actualmente continúa una estrecha relación entre la academia y la institución museal, que ha estado vigente desde la creación de la École du Louvre en 1882. Se evidencia la importante conexión existente entre el ámbito profesional museal y la formación académica para el estudio y gestión del patrimonio, así como el uso de la cultura material y las colecciones como recursos pedagógicos y como objetos de estudio para la generación de conocimiento.

El pensamiento ilustrado ha penetrado profundamente la idea del propósito de los museos desde el siglo XVIII. La intención de que las exhibiciones cumplan una labor más relacionada con la instrucción o educación de la sociedad por encima de la contemplación o disfrute es algo que tiene su origen en este periodo.

Los museos universitarios

Los museos y colecciones de las universidades cuentan con unas particularidades. Las universidades han sido unas de las primeras instituciones encargadas de formar y cuidar colecciones, y la función que se les ha asignado en estos contextos académicos hacen que tengan un valor importante al representar una historia y progresión de una disciplina, teniendo en cuenta que gran parte de las colecciones universitarias son colecciones de tipo científico.

Según Zenobia R. Kozak, tiende a desconocerse el potencial completo con el que cuentan estas colecciones: “Mientras que los museos universitarios indagan sobre la historia y la progresión de un cierto asunto o disciplina, el importante y activo rol que la universidad tuvo en este desarrollo tiende a ser en gran medida subestimado, si es que está de alguna forma presente” (Kozak 2016).

Diferentes autores han abordado la mencionada crisis en los museos universitarios, sobre todo relacionado al reto de continuar demostrando su relevancia y valor tanto al interior de sus instituciones, como para la sociedad en general (Warhurst 1986; Lourenço 2004).

Los museos universitarios surgen en algunas oportunidades de colecciones que se crean a partir de proyectos de investigación en los que participan profesores y estudiantes, otras veces se trata de colecciones que se van creando a partir de donaciones a la institución universitaria y que se guardan en depósitos, laboratorios, talleres prácticos de diferentes disciplinas y que poco a poco se van convirtiendo en fondos de bienes de valor académico y cultural para la institución y su comunidad. Por lo general todo ese listado de objetos no aparece inventariado, ni catalogado y peor aún pueden estar archivados sin tener conocimiento de qué se tiene realmente. Casi siempre están almacenados sin ningún sistema de conservación y de cuidado. En muchos casos esos objetos no pasan de ser objetos guardados. No es fácil definir en qué momento aparece la construcción de una propuesta de gestión museística desde el punto de vista institucional. Cuando ese interés surge esos objetos comienzan a demandar un estudio y una organización que permita la viabilidad de la creación de un museo.

[1] Traducción literal de la cita original en inglés. “While university museums address the history and progression of a given subject or discipline, the important and active role the university played in this development tends to be grossly understated, if it is present at all”. 

En la gran mayoría de los casos, institucionalmente el museo universitario aparece entonces como una necesidad de gestionar colecciones que surgen de la academia y de la investigación. La incorporación de los lineamientos museológicos viene a apoyar con planes de gestión para desarrollar la función del museo en las diferentes áreas de conservación, comunicación, educación e investigación. El museo como espacio para la educación integrado a la institución universitaria pretende dar a conocer todo ese patrimonio natural y cultural a la comunidad universitaria.

Para tener un panorama general de los museos universitarios en Colombia, acudimos a información suministra por el Programa Fortalecimiento de Museos, programa creado el 9 de julio de 2013 (resolución 1974) por el Ministerio de Cultura. ¿Cuántos museos universitarios existen en Colombia y dónde están ubicados? Según información suministrada en marzo de 2020 por el Programa de Fortalecimiento de Museos, Colombia cuenta con 53 museos universitarios distribuidos en las siguientes ciudades: 

Ciudad	Número de museos universitarios		Número de museos universitarios
Barranquilla	2	Manizales	3
Bogotá	21	Medellín	8
Bucaramanga	3	Neiva	1
Cajicá	1	Palmira	2
Cali	2	Pasto	1
Ibagué	2	Popayán	3
Leticia	1	Santa Marta	2

De acuerdo con este panorama los museos universitarios se concentran sobre todo en las ciudades principales, contando con 21 museos universitarios en Bogotá, seguidos por 8 museos en Medellín y 3 museos respectivamente en cada una de las ciudades de Bucaramanga, Manizales y Popayán.
 
En Colombia la preocupación de unos estudios museológicos aparece de la mano de los problemas de los sectores relacionados con la cultura, lo que determina con antelación que cualquier idea de museo y es el caso de los museos universitarios nacen con dificultades. Los museos universitarios tienen un rol cultural, social y político, están conformados por acervos custodios de la memoria cultural de las personas y sus pueblos y ofrecen conocimientos en diferentes disciplinas del saber, buscan formar ciudadanos y dar a conocer artistas y arte, en general establecer sus colecciones como herramientas de aprendizaje.
 
Hoy la función de los museos universitarios se ha expandido como en las demás tipologías de museos para ocupar un lugar en la sociedad como agentes de cambio social, para establecer espacios de debate y de discusión.
 
La democratización de la cultura ha puesto todo lo anterior al alcance de todos. La descentralización y el aumento de las posibilidades en el ámbito de la cultura podría brindar a los museos una posibilidad enorme de desarrollo y de actividades. Y más en esta década de 2020, que iniciamos con una pandemia que ha obligado a repensar el museo y los museos universitarios no son ajenos a esta tendencia. La formulación de directrices para la implementación de nuevas tendencias hace parte del día a día y no hay nada escrito. Nos encontramos definiendo esas directrices.

 

Por otra parte, actualmente los museos son el centro de discusiones y controversias pues su definición en el ámbito cultural, social e inclusive económico, como parte de la vida del ser humano, ha venido sufriendo de evoluciones y transformaciones como la cultura misma.

Dentro de las tipologías que podemos encontrar dentro de los museos del siglo XXI, el Museo Universitario es una de ellas con unas características especiales que lo hacen vulnerable desde algunos enfoques, pero también privilegiado ante las grandes dificultades que hoy tienen la mayoría de los museos.

La institución de museo ha sufrido muchos cambios en estos los últimos años. Hemos pasado de un museo que pensaba en sus públicos y en sus visitantes como eje central de su quehacer a pensar en un museo participativo y comunitario creado realmente por la comunidad y por las personas a las que pertenece realmente el museo.

En la discusión actual para la nueva definición de museo aparecen conceptos como: accesibilidad, valores de ciudadanía, colecciones, desarrollo, diversidad, participación, medio ambiente, inclusión, institución, conocimiento, memoria, participativo, polifonía, servicio, sociedad, sostenibilidad, patrimonio tangible e inmaterial, transparencia, bienestar. Todos esos términos y muchos más hacen parte de palabras pronunciadas en el medio museal a lo largo de los últimos años para definir el Museo. Se amplió de una manera considerable la cantidad de ideas y conceptos que todos aquellos que trabajamos en museos consideramos debe hacer parte de la definición de un museo y por supuesto actualmente la discusión continúa.

Hay claridad sobre varios puntos que hoy preocupan en el ámbito museal, podemos decir que se necesita una definición donde todos estemos presentes y que podamos proyectar al futuro la función de los museos. Los museos universitarios deben estar presentes en la nueva definición lo que nos lleva a repensar el museo universitario.

Aunque hay una serie de eventos, congresos, ponencias, presentaciones y cátedras sobre museos universitarios, cada caso es diferente, pero nos une algo que debemos tener claro en la función del museo universitario y es la integración a las actividades misionales en las universidades como son: investigación, docencia y extensión. El papel del museo universitario trasciende en las comunidades universitarias pues las colecciones son herramientas de estudio e investigación.

Desde la Mesa Redonda de Santiago en 1972 la idea del museo integral estableció la necesidad del papel social del museo. En el caso de los museos universitarios este concepto repercutió al plantear una relación estudiante-profesor creando ambientes de aprendizaje activos en torno a la construcción del conocimiento. El ámbito pedagógico giró alrededor de “aprender a aprender”. Es así que grandes eventos, magníficas exposiciones interactivas y visitas guiadas, mediadores y desarrollo de talleres se convirtieron en un abanico de posibilidades para la interacción de los museos con sus visitantes.

Pero hoy los cambios a los que nos hemos visto sometidos nos imponen una nueva reflexión que debe darnos luces hacia el futuro. Justo tal y como lo plantea este año ICOM para el día internacional de los museos 18 de mayo de 2021 cuyo tema es: “El futuro de los museos: recuperar y reimaginar”.

Muchos desafíos y retos nos afectan en el sector de los museos universitarios ante esta reflexión. La museología contemporánea, la gestión y la administración del patrimonio, la participación de los públicos, la expansión del concepto de museo, la accesibilidad, la inclusión, la sostenibilidad, la crisis económica, infinidad de problemáticas nos impulsan a buscar con mucha imaginación, creatividad y pertinencia propuestas que respondan a reimaginar los museos.

El caso del Museo de la Universidad del Rosario

El Museo de la Universidad del Rosario, aunque es un museo muy joven, se fundamenta en la historia del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario institución con más de 367 años.

El Museo actual fue ideado solo en 2007 como proyecto para el ingreso a la maestría en Museología y Gestión de Patrimonio, primera cohorte de la Universidad Nacional en 2008. La idea del museo se concretó en la tesis: “Posibilidad y proyección de MURO” presentada en 2010, que consistió en un diagnóstico de la colección como recurso patrimonial para la creación de un museo universitario inicialmente pensado con el nombre de MURO, Museo de la Universidad del Rosario. La materialización del proyecto se fue generando a partir del diseño y montaje de exposiciones generalmente institucionales relacionadas con los personajes importantes de la Universidad y además relevantes en la historia del país. 

El punto de partida para la creación del Museo de la Universidad del Rosario fue el Claustro y la Capilla de la Bordadita, conjunto arquitectónico construido para la fundación en 1653 del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario y que en 1975 fue declarado Monumento Nacional. Su interés arquitectónico, su valor histórico y su importancia en el centro histórico de Bogotá, son el contenedor de un acervo patrimonial y cultural que en sí mismo ofrecen una estrategia para la gestión del patrimonio.

La inspiración española del fundador no solo se refleja en este claustro de dos pisos en arcadas y balaustrada alrededor del patio central, sino también en la vida que se inició en el Colegió Mayor a la manera de los Colegios Mayores españoles. Tradiciones y ritos conforman la memoria de la institución.

En el siglo XVII se inicia la colección pictórica con el retrato del fundador Fray Cristóbal de Torres, práctica que se continúa al adquirir retratos de los rectores en su gran mayoría, algunos por encargo y en otros casos como donaciones. La pinacoteca va a estar conformada entonces por cuadros religiosos y retratos civiles y representa un acervo único de gran importancia en la historia del arte colombiano. La colección consta de obras de importantes artistas desde la colonia hasta el siglo XXI como son Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos, Gaspar de Figueroa, Joaquín Gutiérrez, Andrés de Santa María, Eugenio Zerda, Ricardo Gómez Campuzano y de obras atribuidas a talleres como el Taller de los Figueroa entre otros. Además de la obra de caballete, la colección del Rosario consta de grabados, dibujos, textiles, esculturas, muebles y objetos litúrgicos. El total de piezas del Museo es de 687 que se encuentran inventariadas y registradas en Colecciones Colombianas.

Este patrimonio cultural hace parte de la naturaleza misma de la institución y abrió la oportunidad de desarrollar exposiciones en un ejercicio museográfico que se convirtió en una de las herramientas que permitió conectar a la comunidad universitaria con el patrimonio, aprovechando su poder comunicativo y la relevancia artística de cada uno de los cuadros de la pinacoteca. Otro factor influyó de manera importante en la utilización de este acervo y fue la necesidad de dar a conocer la historia de la Universidad como parte de la cátedra rosarista, programa académico para generar sentido de pertenencia a los estudiantes.

La gestión inicial del museo universitario ha estado enfocada a desarrollar la divulgación de la colección en su interés histórico, estético y documental. Igualmente se ha venido implementando todo un sistema de documentación y registro de la colección, así como un proyecto de conservación y restauración. Las exposiciones han tomado cada vez más una gran importancia. Actualmente se tienen espacios permanentes, temporales e itinerantes y ahora se han implementado exposiciones virtuales. En acompañamiento a las exposiciones, el museo desarrolla visitas guiadas y recorridos con mediadores que han hecho parte de la vida universitaria a todo nivel como apoyo académico, como espacio de interés cultural para nacionales y extranjeros y como medio de divulgación de la Universidad.

En el proceso de gestión y de planeación estratégica del Museo se ha logrado un camino para la existencia del mismo. La viabilidad se basó en la definición de la misión y la visión orientada a desarrollar unas metas, estrategias y programas que se han consolidado integralmente a la Universidad. La misión del Museo reúne las funciones sustantivas de conservar, preservar, documentar y estudiar, investigar y exhibir, interpretar y educar, comunicar y difundir el patrimonio cultural.

El Museo de la Universidad del Rosario se registró en el Ministerio de Cultura oficialmente en abril de 2017 y se lanzó a la comunidad rosarista y a la ciudad en mayo de 2019. El proceso que se ha llevado a cabo en el desarrollo de su gestión ha tenido logros importantes al integrar la colección a la vida universitaria con múltiples actividades. La presencia fundamental de los estudiantes ha sido uno de los pilares de este desarrollo. Actualmente los estudiantes participan activamente en la creación de guiones, lideran charlas y conversatorios, visitas virtuales y de diversas propuestas que en el año 2020 se ven reflejadas en los siguientes logros del Museo:

• Al iniciar el año 2020, el Museo implementó actividades educativas como visitas guiadas al museo. Se contó con 170 participantes a las visitas al Taller de Restauración y 1,480 estudiantes que participaron en el recorrido histórico para las Inducciones de estudiantes de primer semestre.
• El 18 de mayo, Dia Internacional de los Museos, el Museo se integró, con 83 museos internacionales, a las colecciones digitales del Instituto Cultural de Google. Entre el 18 de mayo y el 31 de diciembre se contó con 4,688 visitantes virtuales de 99 países. Se puede visitar en el enlace.
• Debido a la contingencia COVID-19, entre marzo y noviembre se realizaron 50 conversatorios temáticos virtuales que contaron en total con 1,202 participantes.

 
Otro espacio liderado por los estudiantes ha sido el de las redes sociales con actividades en:

• Instagram: 1100 seguidores a 15 de febrero
• Facebook: 900 seguidores a 15 de febrero
• Twitter: 400 seguidores a 15 de febrero
• YouTube: 80 suscriptores a 15 de febrero

 
Toda esta actividad que se registra ante la pandemia en el 2020 abre el Museo a las nuevas tendencias y necesidades de la accesibilidad y la participación.
 
Por otra parte, ya se está consolidando también la creación del museo de Ciencias Naturales de la Universidad liderado por la Facultad de Ciencias Naturales con una colección importante de especímenes como materia de estudio e investigación. Los retos se han ido alcanzando con éxito logrando posicionar la idea de museo universitario como parte de la vida académica de la institución.
 
Pero no se puede subestimar el potencial enorme que tiene el Museo con sus colecciones.  El tema del día internacional de los museos organizado por ICOM, “El futuro de los museos: recuperar y reimaginar”, resuena en el fondo de este dinamismo que se ha dado en el Museo de la Universidad del Rosario. Reimaginar el Museo ha abierto la implementación del Museo laboratorio.
 
“MUSEO LAB UR” es un proyecto para innovar en el campo de la investigación, valoración y gestión del patrimonio cultural a partir de la implementación de un espacio de investigación, participativo e incluyente en el Museo de la Universidad del Rosario. El territorio del Museo se amplía para la discusión y el debate sobre temas de interés que conforman hoy desafíos al pensar la identidad y la memoria. Este lugar permitirá incluir expertos, especialistas en diferentes temáticas, académicos y estudiantes. 
 
Con este proyecto se pretende integrar activamente la comunidad rosarista para continuar con un museo de todos y para todos.  Un museo que como uno de los lemas que ha tenido la Universidad recordando el concepto de la estatua del fundador que está en el patio del Claustro, ir adelante en el tiempo, reto nada fácil en estos tiempos y que lleva todos los días a pensar el museo universitario.

Referencias

Boylan, Patrick J. (1999) Universities and Museums: Past, Present and Future, Museum Management and Curatorship, 18:1, 43-56, DOI: 10.1080/09647779900501801
 
Kozak, Zenobia R. (2016) The Role of University Museums and Heritage in the 21^st Century. The Museum Review, Volume 1, Number 1, 2016.
 
Lewis, Geoffrey (1992). Museums and their precursors: a brief World Sruvey. Prepared for Manual of Curatorship (Butterworth & Museums Association) Second Edition, 1992
Geoffrey Lewis
 
Lourenço, M. ‘Where past, present and future knowledge meet: An overview of university museums and collections in Europe’, paper presented at Atti Convegno d’Autunno dell’Associazione Nazionale Musei Scientifici, ‘Il Patrimoni della Scienza, Le collezione di interesse storico’ Torino, November 10-12, 2004.
 
Warhurst, A. (1986) Triple crisis in university museums. Museums Journal, 86,3: 137-140.
 
Museos, universidad y mundialización. La gestión de las colecciones y los museos universitarios en América Latina y el Caribe. “I Cátedra Latinoamericana de museología y gestión de patrimonio cultural”. Universidad Nacional de Colombia, 2010