Reflexiones sobre la comunicación y la manifestación social en el marco de la emergencia causada por el COVID-19
Brigadier General Ramiro Alberto Riveros Arévalo / Linda Lucía Ballestas Torres
Brigadier General Ramiro Alberto Riveros Arévalo / Linda Lucía Ballestas Torres
La aparición del nuevo coronavirus ha cambiado prácticamente todo a un ritmo acelerado. Actualmente, distintos sectores de la industria y la comunidad de manera general viven la incertidumbre financiera colectiva más grande del último siglo.
Según las más recientes proyecciones indicativas del Banco Mundial “Colombia presentará una contracción económica del (-2 %)” (Morales Manchego, 2020), mientras que en otros países de Latinoamérica es posible que la cifra se acerque al -4,6%. Antes de la crisis, el último informe del DANE (GEIH) de 2019, indicaba que la tasa de informalidad para Colombia era del 47% (DANE, 2019). Esto significa que actualmente una gran parte de la población colombiana está siendo fuertemente afectada por el aislamiento obligatorio y la pandemia. Especialmente, porque sus fuentes de ingresos se sustentan en “el trabajo no remunerado en empresas familiares, el trabajo asalariado ocasional, trabajo a domicilio y las ventas en la calle” (OIT, 2013).
La creciente combinación de estos factores desencadenará casi que inevitablemente distintos escenarios de manifestaciones sociales, de los cuales no tenemos precedente alguno. Es así como la Policía Nacional propone un ejercicio de reflexión colectiva a través de cuatro dimensiones que serán claves para entender la manifestación social desde la comunicación, integrando los cambios y particularidades que ha generado hasta el momento el COVID-19 en la ciudadanía.
El incierto panorama que afecta a las nuevas generaciones
Antes de la emergencia, los jóvenes entre 15 y 24 años ya eran considerados como el público más afectado por la economía a escala global y en medio de la emergencia dicha situación seguramente les afecte aún más. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), este grupo de personas enfrentan una dinámica contradictoria y preocupante. Los datos arrojan una curva creciente de la población juvenil mundial, mientras que, al mismo tiempo, decrece la cantidad de jóvenes vinculados a la fuerza laboral (OIT, 2020a). En este contexto, surgen entonces los llamados “ninis”, aquellas personas que por diversas falencias en los sistemas educativos, falta de garantías laborales, poca experiencia profesional, desigualdad social, desconfianza en los modelos de educación tradicional y la automatización acelerada de ciertos puestos de trabajo, terminan relegados a la categoría de los que ni estudian, ni trabajan.
Teniendo en cuenta las estimaciones actualizadas de la OIT, al 7 de abril de 2020, la crisis del COVID-19 ha afectado “alrededor del 81% de la fuerza de trabajo mundial” (OIT, 2020b) y en concordancia con los datos consignados en el Informe Nacional de Empleo Inclusivo (INEI) 2018 – 2019, existen actualmente más de 2’700.000 jóvenes en el país que no se dedican a ninguna actividad (Fundación ANDI et al., 2020). De este modo, es consecuente que, durante las históricas manifestaciones en el marco del día del trabajo, que tendrán lugar el próximo 1 de mayo, sean estos jóvenes los principales llamados a vincularse a los actos de manifestación social.
Los retos de la comunicación oficial frente a las nuevas audiencias
Otro gran atributo que caracteriza a la población “nini” es su facilidad para acceder a equipos electrónicos y tecnología. En Colombia están representados por cerca de 8,5 millones de personas y en medio de la pandemia, su consumo de información a través de dispositivos móviles ha aumentado exponencialmente. Esta generación “confia en la información disponible en la web y resuelve casi todas sus dudas a través de Google (Pragma, 2017)”.
Estos comportamientos confirman la evidente democratización de la información que surgió a partir de la revolución de internet, pero a su vez, representa un riesgo latente de desinformación mediática y digital. Gracias a la globalización, esta problemática está presente en el mundo entero y actualmente distintas naciones y gobiernos, reúnen esfuerzos en medio de la crisis para captar la atención de los más jóvenes, tratando de generar conciencia sobre las implicaciones del virus, pero a su vez, identificando nuevos lenguajes que les permitan recobrar la confianza de este público hacia las instituciones oficiales.
Una de las estrategias más recientes corresponde a la del Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos. En conjunto con distintos institutos nacionales de salud del gobierno de Donald Trump lograron atraer la atención de la población juvenil utilizando una estrategia de redes sociales centrada en ubicar como interlocutores y entrevistadores a jóvenes considerados líderes de opinión como lo son Steph Curry y Mark Zuckerberg (Infobae, 2020).
Esta experiencia, refleja que el virus ha puesto a prueba la capacidad de transformación y modernización de las instituciones, y las ubica en escenarios inciertos donde deberán captar rápidamente la fidelidad de públicos cada vez más interconectados y actualizados.
El resurgir de la televisión y la radio en medio de la pandemia
Para sorpresa de muchos, medios tradicionales de comunicación que parecían quedar en el olvido hoy repuntan como los más confiables para el público. “Las noticias están más fuertes que nunca, especialmente en la televisión” (Sekuj, 2020). Al menos, así lo demuestra el reciente comportamiento de los consumidores en Reino Unido, Estados Unidos y España. En este último país, el 85% de sus ciudadanos acuden a la televisión para mantenerse actualizados sobre el avance del virus en el mundo (Statista, 2020). Situación similar ha ocurrido con la radio, la cual ha ganado mayor protagonismo en medio de la pandemia gracias a su capacidad de inmediatez, credibilidad y cobertura (Caracol Radio, 2020).
De este modo, el COVID-19 nos abre los ojos ante un mundo online y offline fuertemente entrelazado, requiriendo respuestas cada vez más inmediatas por parte de ambos sectores. Si bien las nuevas audiencias son asiduos consumidores de medios digitales, los medios tradicionales terminan de consolidar la percepción global de la ciudadanía ante los temas y marcas. Actualmente “las empresas y organizaciones son vistas como líderes en la batalla del coronavirus” (Beer, 2020) surgiendo una especie de responsabilidad colectiva que exige a las entidades, públicas y privadas, el fortalecimiento de la confianza social a través de entornos online y offline de comunicación, especialmente durante momentos de crisis.
La fuerza de la desinformación y el pánico a través de redes sociales
Desde la Policía Nacional se han llevado a cabo distintas acciones para frenar el ciberdelito y evitar la proliferación de noticias falsas, incluso antes de la aparición del COVID-19. A tan solo mes y medio de la aparición del primer caso del nuevo coronavirus en el país, el Centro Cibernético Policial había logrado identificar “123 noticias falsas relacionadas con el COVID-19 y 202 páginas dedicadas a realizar amenazas informáticas que afectan la información del patrimonio económico de los ciudadanos” (PONAL, 2020). Se encontró además que el 30% de estas noticias se relacionaban con falsos anuncios del Gobierno, el 16% incitaba al pánico sobre los casos de contagio; el 15% eran falsas comunicaciones sobre bonos y ayudas, y el 14% entregaban falsos consejos de salud.
Es importante resaltar que a finales de 2019, Colombia fue testigo de los peligrosos efectos que causan las falsas noticias web divulgadas en contextos de manifestación social. “En Cali y Bogotá durante las noches del 21 y 22 de noviembre, cuando se decretaron toques de queda, se difundieron a través de las redes sociales (Whatsapp, Twitter y Facebook) videos que reportaban la supuesta amenaza de robos masivos y asaltos en conjuntos residenciales” (El Espectador, 2019), generando rápidamente un ambiente de miedo e incertidumbre, que incitaba a comportamientos potencialmente violentos entre la población.
De esta manera, pese a las restricciones existentes a nivel nacional que pretenden frenar la propagación del coronavirus, la manifestación social seguirá siendo un mecanismo de poder ciudadano que estará presente durante la temporada de la pandemia, dadas las condiciones de incertidumbre, pobreza y desigualdad social. Recientemente se registraron cacerolazos y manifestaciones en las localidades de Ciudad Bolívar y Rafael Uribe Uribe, como respuesta a la crisis económica que viven las poblaciones más vulnerables en medio del aislamiento obligatorio.
Solo en 2019 se registraron “3.463 actividades de manifestación en 463 municipios de los 32 departamentos del país” (Semana, 2019), y dada su actualidad, situaciones de esta índole seguramente podrán replicarse en el 2020. Es así como, el Gobierno Nacional deberá prepararse en tiempo récord para atender escenarios de manifestaciones que pongan en riesgo la salud pública y que al mismo tiempo, puedan ocasionar efectos colaterales en la percepción de seguridad online y offline del país, con afectaciones directas en la atención del orden y la sana convivencia.
Referencias.
Beer, C. (2020). Coronavirus Brand Messaging & Business Advertising in Response to Covid-19. GlobalWebIndex. https://blog.globalwebindex.com/trends/brand-purpose-responding-covid-1…
Caracol Radio. (2020). La radio encabeza ranking de credibilidad en la crisis por coronavirus. Caracol Radio, 1, 1. https://caracol.com.co/radio/2020/03/25/entretenimiento/1585152417_3606…
El Espectador. (2019, November 27). La trasescena del pánico colectivo en Cali y Bogotá. Periodico El Espectador.Com, 1. https://www.elespectador.com/noticias/investigacion/la-trasescena-del-p…
Fundación ANDI, Fundación CORNOA, ACDI VOCA, & USAID. (2020). Informe Nacional de Empleo Inclusivo 2018-2019 (Fundación ANDI, Fundación CORNOA, ACDI VOCA, & USAID (eds.); Primera ed). http://www.andi.com.co/Uploads/INEI.pdf
Infobae. (2020, March 30). Cómo el respetado epidemiólogo Anthony Fauci ha logrado informar a los más jóvenes sobre Covid-19. Infobae, 1. https://www.infobae.com/america/eeuu/2020/03/30/como-el-respetado-epide…
Morales Manchego, M. (2020, April 16). Esto es lo que ve el Banco Mundial para la economía de Colombia. ELTIEMPO.COM. https://www.eltiempo.com/economia/sectores/confinamiento-extendido-esto…
OIT. (2013). La medición de la informalidad: Manual estadístico sobre el sector informal y el empleo informal (Organización Internacional del Trabajo (ed.); Primera ed). https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---dgreports/---dcomm/---publ/…
OIT. (2020a). Informe Mundial sobre el Empleo Juvenil 2020: Aumento de la exclusión de los jóvenes del empleo y la capacitación. Organización Internacional Del Trabajo (OIT). https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_737061/lang…
OIT. (2020b). Technology and the future of jobs X Global Employment Trends for Youth 2020 (Primera ed). www.ilo.org/publns
PONAL. (2020). Noticias Falsas - En relación al COVID-19 en fuentes abiertas de información.
Pragma. (2017). Arquetipos digitales de los colombianos. In Pragma S.A. (Ed.), Arquetipos digitales de los colombianos (Vol. 1, pp. 1–12). Pragma S.A. https://doi.org/10.5962/bhl.title.98446
Sekuj, V. (2020). Coronavirus: Media & News Consumption Trends in US & UK. GlobalWebIndex. https://blog.globalwebindex.com/trends/coronavirus-news-consumption-cha…
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Semana. (2020, April). Coronavirus en Colombia: Cacerolazos nocturnos y protestas por ayudas económicas se registraron en Bogotá. Revista Semana, 1. https://www.semana.com/nacion/articulo/coronavirus-en-colombia-cacerola…
Statista. (2020). Ranking de los medios de comunicación más utilizados por la población para informarse sobre el coronavirus en España a fecha de marzo de 2020. Statista. https://es.statista.com/estadisticas/1107008/principales-medios-para-ma…