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Los investigadores Ana Gaona, Angie Mondragón, Andrés García-Suaza y Alexander Sarango afirman en su análisis que “el PND plantea diferentes enfoques para el desarrollo de la Bioeconomía en el país, que incluyen reindustrialización, innovación y tecnología, así como sectores específicos como turismo, forestal y agricultura”.
El informe Perspectivas de la Bioeconomía en Colombia: una mirada desde el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, de la Universidad del Rosario y el Hub de Innovación Bogotá-Región, señala además que “el diagnóstico del PND muestra el potencial de la Bioeconomía, sin embargo, en su articulado solo la considera en el apartado de Políticas de investigación e innovación orientadas por Misiones”.
Colombia tiene las condiciones de establecer planes concretos de desarrollo de la Bioeconomía. Existen aprendizajes de Misiones anteriores que invitan a la acción con participación activa de gobiernos locales, puntualiza el informe.
“Por primera vez se pone la Bioeconomía como un centro de discusión de políticas de crecimiento y ordenamiento territorial”, dijo la investigadora Ana Gaona, al explicar que “entre las estrategias del presente PND para potencializar la Bioeconomía en el país se destacan los modelos de producción sostenible y regenerativos en agricultura y ganadería, el desarrollo de un turismo en armonía con la vida y la economía forestal, la producción de bioproductos”.
“Este es un aspecto relevante en Colombia, un país con una alta riqueza de recursos naturales y gran capacidad de respuesta a los retos globales de transformación y transición energética y el presente PND no solo plantea el aprovechamiento económico sino la sostenibilidad en el aprovechamiento de los recursos, pues una de las banderas del documento es la conservación y el país es conocido a nivel mundial por su alta biodiversidad”, afirmó Alexander Sarango.
“Sin embargo, Colombia tiene las condiciones de establecer planes concretos de desarrollo de la Bioeconomía más allá de las Misiones que plantea el PND 2022-2026. El país está forjando una visión ambiciosa en relación con la Bioeconomía, con la aspiración de desempeñar un mayor liderazgo en la promoción de actividades económicas a partir del uso sostenible de su biodiversidad y sus servicios ecosistémicos”, señaló Angie Mondragón.
Andrés García-Suaza, comentó que “existen aprendizajes de Misiones anteriores que invitan a la acción con participación de gobiernos regionales. A nivel nacional, Colombia tiene las condiciones de establecer planes concretos de desarrollo de la Bioeconomía más allá de las Misiones que plantea el presente PND, para acelerar el ecosistema de bioeconomía en Colombia”.
“El país se enfrenta a unos desafíos cruciales para mejorar su competitividad en el ámbito internacional y abordar, a la vez, los problemas relacionados con el cambio climático. Para lograrlo, se hace hincapié en adoptar un enfoque en la innovación, la tecnología y la colaboración conjunta a nivel regional y global”, concluyó el investigador de la Universidad del Rosario.
Hub Innovación en Bioeconomía Bogotá-Región
Desde el proyecto Hub en Bioeconomía para Bogotá-Región se está construyendo un espacio para fomentar la colaboración, la creatividad y la innovación entre actores que estén interesados en fortalecer la bioeconomía.
Este proyecto lo lidera el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt y participan como aliados estratégicos la Universidad del Rosario, ProBogotá y el Stockholm Environment Institute (SEI).
Desde este Hub se viene construyendo una agenda que fomenta la gestión y uso sostenible de la biodiversidad, sus servicios ecosistémicos y los activos bioculturales para generar alternativas económicas sostenibles en el territorio urbano-rural de Bogotá.
Esta agenda está en línea con la Política Orientada por las Misiones y también responde a las sugerencias que resultaron de la Misión Internacional de Sabios, en las que se busca contribuir desde la ciencia, la tecnología y la innovación a una Colombia biodiversa, productiva y sostenible.
La crisis climática y la gran pérdida de biodiversidad han acelerado la discusión global sobre las estrategias necesarias para transformar los sistemas productivos hacia procesos más sostenibles y que aprovechen adecuadamente los recursos naturales.
En este marco, la bioeconomía ha emergido como una respuesta que incorpora, entre otros elementos, el conocimiento, la tecnología y el enfoque del modelo de producción, explicaron los investigadores de la Universidad del Rosario.
En el marco del proyecto Hub en Bioeconomía para Bogotá-Región, como resultado final, se realizará un evento el próximo 8 de noviembre en donde se promueve la articulación, participación y conexión entre los actores clave del ecosistema de bioeconomía en el territorio urbano-rural de Bogotá para fortalecer y fomentar la gestión integral y uso sostenible de la biodiversidad, sus servicios ecosistémicos y sus activos bioculturales.
En el encuentro Mujeres en la política colombiana, que se realizó en la Universidad del Rosario, la Senadora Clara López mencionó cómo fue el camino hostil que tuvo que cruzar para posicionarse como los hombres dentro de la política. “El hecho de ser mujer lo hace más complejo, uno siente vivencialmente que la gente no lo considera un trabajo de mujeres”, comentó.
Marta Lucía Ramírez, exvicepresidenta de la República, aseguró que romper los techos de cristal y posicionarse dentro de la política como mujer le ha dejado cicatrices y enseñanzas, pero “son techos que debemos romper, eso es importante para otras mujeres que están en el camino”.
Para Ramírez, a las mujeres en Colombia les da pena desear el poder, porque tradicionalmente este se les ha atribuido a los hombres. “La mujer debe decir quiero tener poder económico y político y quitar ese estigma, porque se necesitan espacios de poder para cambiar el mundo”.
Romper el techo de 30 % en participación de mujeres en política
La Ley 581 de 2000 determinó que por lo menos el 30 % de los cargos públicos de máximo nivel decisorio deben ser ejercidos por mujeres y la Ley 1475 de 2011 estipula que el 30 % en las listas de cinco o más curules, explicó Juliana Hernández, directora de Artemisas.
Para Hernández, “esto responde a que vivimos aún en una cultura machista que invisibiliza no solo a las mujeres sino a disidencias sexuales y grupos étnicos. Por su parte, Clara López añadió que “la teoría de las cuotas del 30 % no son un favor, son una deuda. Las mujeres son muy superiores y siguen siendo juzgadas como inferiores”.
“El techo de 30 % de participación no lo podemos aceptar, ese porcentaje debe convertirse en un piso de participación para mujeres, porque muchas terminan siendo un relleno en la lista de un partido”, advirtió Marta Lucía Ramírez.
Política, un ambiente hostil para la mujer
En el encuentro en la Universidad del Rosario se dio a conocer el sentir de estas mujeres al ser discriminadas, sometidas y vulneradas en su ejercicio político y en escenarios hostiles, que todas las panelistas aseguraron habían vivido. La Senadora Isabel Zuleta señaló que “es difícil posicionar las ponencias siendo mujeres, los ambientes de odio no nos permiten ser lo que nosotras queremos ser”.
Valeria Bonilla, ex candidata al Concejo de Bogotá, dijo que “a la política colombiana no le interesa tener una travesti como yo en esa corporación, nuestros temas no son importantes para ellos, estamos por fuera de la prioridad social”.
Marta Lucía Ramírez aseguró que durante su trabajo en el Ministerio de la Defensa tuvo que sobrepasar obstáculos patriarcales, por ser este un puesto pensado por la sociedad para un hombre. “Ser ministra de Defensa fue sentarme a escribir una política de seguridad en un ambiente machista y hostil”, mencionó.
María del Rosario Perea, coordinadora de Inclusión y Diversidad de la Misión de Observación Electoral MOE, sobre las violencias basadas en género que atraviesan las mujeres durante periodos de elecciones, indicó que están las agresiones que se basan en el aspecto físico, la trayectoria profesional, la vida sexual y el rol en el hogar de las candidatas, agresiones que también viven los hombres, pero en una baja proporción.